MI CUERPO Y EL TUYO

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Varios rayos de luz deleitaban en la entrada de aquella habitación, dándole la bienvenida con una sonrisa a un nuevo día de una nueva vida.

Aquel rubio al sentir las primeras caricias de los rayos del sólo sonrió para sí mismo al recordar lo que se avecinaba. Se levantó de la cama, estiró su cuerpo como en cada mañana, abrió su ventana y respiró el aire mañanero.

Hoy sería un buen día. Claro que lo sería.

—¿Oh? ¿Cariño saldrás hoy? Te vestiste muy guapo ¿Es acaso que veras a alguien?—

—Algo así mamá— Respondió emocionado el contrario.

Muy entusiasmado.

—¿A donde iras hijo?—

—Quede de verme con unos amigos en la estación, quizás vayamos al parque de diversiones, Papá—

—Ya veo ¿Y te llevaras la motocicleta?—

—Hoy no, prefiero caminar—

—De acuerdo hijo, pero ten cuidado y no olvides hablarle a tu madre cuando vengas de regreso—

—¡Claro que si papá! Adiós mamá— Después de despedirse de su padre y darle un beso a su madre salió de su casa feliz porque hoy lo volvería a ver.

Oh si... Definitivamente lo sería.

[...]

En aquel lugar donde hablaba acordado verse, estaba abarrotado de personas. Quizás con anterioridad hubiera tenido problemas en llegar, las multitudes lo mareaban, aunque ahora menos que antes. Aún así aún no lograba localizar a sus compañeros.

—¡Ren por aquí!—

<<Eureka>>

—Hola Juuzen, Kirin ¿Aun no llega Nassem?— Mencionó el recién llegado a su compañero de ella escuela, uniéndose a ellos.

—No aun no, pero no creo que tarde en llegar no suele ser impuntual—Dijo su amiga de forma sonriente y con paciencia.

—¡¡Chicos!!—Resonó otra  voz conocida y animada por encima del ruido de la multitud.—Lamento la demora pero me vine en metro y casi olvido que estación tomar— Se disculpo inmediatamente

—No te preocupes Nass ¿Y bien? ¿A donde iremos hoy?— Pregunto Juuzen con entusiasmo y curiosidad.

—Bueno... Yo...¿Qué tal al parque de diversiones? Mi hermano me consiguió boletos— Musitó con suavidad el recién llegado, mostrando los boletos por lo alto.

—Me gusta la idea— Dijo la Oji-verde observando los boletos que llevaba en la mano el Oji-azul.

—¿Qué... que te parece Ren?— Preguntó apenado Nassem.

—Me gusta— Sonrió sinceramente este. —Pero, ¿Cómo llegaremos allá?—

—Pensaba que podríamos ir todos juntos en metro ¿Les parece buena idea?—

—Si ¿Porque no? Además no queda tan lejos llegaremos rápido— Concordó Kirin.

—¡Entonces está decidido! ¿Ren si te acuerdas como pasar tu tarjeta por las puertas?—Bromeó Kurosaki comenzando a encaminarse a la dirección de su transporte.

—Si, si me acuerdo Juuzen—Contestó el castaño con cierto reproche en su voz.

—¡Entonces ya esta!—

Los jóvenes tomaron el camino de que los llevaría hacia su destino, era muy agradable pasar el tiempo con amigos y mucho más cuando a cierto Oji-café no pudo atravesar las puertas de la estación, era gracioso, divertido, era lo mejor y Naseem lo sabía, se sentía tan pleno que olvido sus problemas por un momento. Claro que al principio tenía miedo con respecto al hecho de hacer nuevos amigos debido a su pasado, además que con ellos no compartía realmente un lazo íntimo ya que solo los conocía por su trabajo en el arcade, sin embargo él creía que era justo darse una nueva oportunidad, además no era algo malo.

El amor de un cachorro (Super Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora