<<Algo estaba mal>>
—Disculpe joven, podría traerme un té helado de limón—
—¡Yo quiero una soda italiana!—
<<Era extraño>>
—Por supuesto, ¿Desea algo más? —
<<Parecía sacado de algún romance>>
—Creo que sería todo por el momento—
—Si me permite repetirle la orden, seria....—
<<Tanta amabilidad>>
—...un té helado de limón y una soda italiana para las señoritas...—
<<Delicadeza>>
— ¿Me permiten por favor sugerir el postre del día?—
—¡Oh! Creo que sería buena idea—
<<Una voz tan seductora >>
—En un momento traeré su orden, por favor...—
<<Y sobre todo...>>
—Siéntanse cómodas—
<<Esa sonrisa; Esa maldita sonrisa>>
La mente de Haru, estaba devastada, Ren ya había empezado a trabajar desde hace una semana, en donde los primeros días al atender a los clientes era muy seco y antipático e incluso se atrevía a decir que arisco, entregaba las ordenes perfectamente pero no se comparaba con lo de ahora <<Definitivamente no>> el, simplemente estaba a otro nivel de lo divino. Ren cada vez era más amable con los clientes e incluso el número de clientas había aumentado en los últimos tres días solamente cuando era el turno de Ren.
<<¿Que si le daban celos? ¡Claro que sí!>>
Era su Ren, su Ren, pero... se sentía feliz de que Ren también mostrara más facetas peculiares, eran extrañas pero era parte de salir de la zona de confort.
—Haru, estas son las órdenes de la mesa cuatro, siete y doce — Dijo Ren acercándose a Haru con tres tiras de papel donde tenía anotada las ordenes de los clientes.
—Está bien, en un momento estarán—
—Tomare la cafetera—Pronuncio el menor agarrando el artefacto.
Ren llevaba la cafetera en una bandeja junto con dos tazas blancas y Haru le encantaba <<Y envidiaba>> cuando Ren servía el líquido caliente a los clientes, lo hacía con tal gracia que a simple vista parecía sacado de alguna novela de romance, aquel niño como lo había clasificado alguna vez, era un joven tan amigable y tan bien visto <<¿Y cómo no serlo?>> Ren lucía tan espectacular con sus pantalones negros ajustados, zapatos de vestir, camisa blanca y su delantal de cintura, era el vestuario de un simple camarero sí, pero Haru podría jurar que si tuviera la oportunidad jamás dejaría que nadie más se vistiera así aparte de él, la vestimenta del trabajo lograba sobresaltar la figura del menor y dar todo un contraste a su cabello oscuro.
<<Es perfecto, simplemente perfecto>>
—¡Hey! haru, deja de estar en la nubes— Lo sacó de sus pensamientos su amigo Iku.
—¡Ah! lo siento, lo siento, me distraje un poco—Pronuncio anonado el nombrado.
—¡Si claro! como toda la semana y justo en el horario de Ren-Ren—Dijo con picardía el mejor amigo y socio del rubio.
—¡Oh vamos Iku! estamos trabajando—Reprocho infantilmente el oji-verde.
—Si, si , lo sé pero tienes que admitir que Ren-Ren se ve muy bien—
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El amor de un cachorro (Super Lovers)
Fanfic¡Te amo!¡Se que es amor! ¡De verdad se que si! ¡Siento amor por ti! Pero no se de cual.... y duele. Haru y Ren, tan opuestos, tan unidos, pero separados por una brecha que se cerraba de poco a poco, esa unión familiar donde sus deseos van mas allá d...