CARNE, LENTES Y PERROS

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El suave viento matutino rozaba su rostro dulcemente, el olor del recién roció del césped y los cálidos rayos de sol que se asomaban por el cielo; Ren como cada vez que podía se levantaba a ejercitarse antes de las actividades de su día, sin embargo a pesar de mantener un buen ritmo en su trote, se sentía agobiado por lo que había pasado en las últimas semanas, sentía que se encontraba en un estira y afloja respecto a la relación con Haru y con el exterior, sobre todo por lo último, nunca le había agradado las multitudes, es más podría jurar que jamás pensó en integrarse a una sociedad, no por lo menos como ahora se estaba "integrando" era cierto que trabajar en el café era menos extraño ya podía entablar una conversación no tan seca con personas y al parecer a estas le agradaba porque lo trataban amable, algo que el siempre creyó que solo Haru podía hacer.

<<Las personas amables ya no parecían tan extrañas>>

—¡Hey, Ren!_—Escuchó a lo lejos causando que interrumpiera su recorrido.

—Kiri— Dijo Ren, al ver a su amiga acercarse a él con su mascota.

—¡Oh! vaya Ren, ¡Sí que corres demasiado rápido! Creí que no te alcanzaría— Menciono la chica que recién se incorporaba con su amigo y respirando profundamente cuando llegó con él.

—Lo siento, no pensaba encontrar a alguien por aquí— Se disculpó castaño acariciando al perro de su amiga.

—¡Que va! No te preocupes, además, parece que él te quería ver—Señalo la joven al perro que estaba feliz por el contacto del quien había sido su entrenador_Parece que aún sigue siendo igual de imperativ—Murmuró Kiri divertida.

—Algo— Concordó Ren... ¡Sentado!— Le ordenó al perro, el cual este obedeció.—¿Si sigue las ordenes?—

—Si, ya no es el campo de batalla que se vivía antes, todo gracias a ti—Sonrió la chica con dulzura.

—No es nada, solo necesitaba disciplina. Por cierto ¿Qué estás haciendo por aquí?—

—Bueno, quería pasar a la biblioteca antes de que empezaran las clases, así que aproveche en sacarlo a pasear—

— ¿La biblioteca?—Cuestionó incrédulo el menor.

—Sí, hay una por aquí cerca ¿Quieres venir?— Preguntó Kirri con esperanza a que su amigo la acompañara.

—Tengo tiempo—

[...]

—Así que... ya trabajas en la tienda de tu hermano ¿Eh?— Era la conversación que los jóvenes comenzaron a entablar desde el comienzo de su recorrido .

­—Solo por unas horas— Dijo Ren caminando al lado de Kiri.

—Bueno, se ve que lo disfrutas por lo que me has contado—

— ¿Por qué lo dices ?—

—Porque ya hablas más de lo normal, antes solo te limitabas a responder lo que uno te preguntaba— Explicó Kirii haciendo un ademan con sus manos como si estas hubieran dibujado la antigua imagen de un Ren que nunca hablaba.

—No creo que haya mejorado mucho—

—¡Oh vamos! Ren, eres agradable—

<<¿Agradable?>> <<¿Qué significaba eso?>>

Caminaron un rato en silencio en lo que llegaban a su destino, era un silencio confortable entre los dos para nada incomodó y Ren se dio cuenta de algo que quizás no había notado nunca; Kirin era linda, ¡sí!, Ren estaba pensando que su amiga era linda, con aquel sencillo vestido verde que contrastaba con sus ojos y que dibujaba una silueta de figura de porcelana, era muy linda, se veía como una hermana pequeña.

El amor de un cachorro (Super Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora