Kuroshitsuji II: Making of 🎬 Ciel Phantomhive

🎬 Four 🎬

[Tercer día de grabación]

– Bien, continuemos con la escena en la ciudad.

El set fue preparado y todos los actores, principales, secundarios y extras, se posicionaron en su lugar. Las cámaras y micrófonos fueron preparados y la escena comenzó a rodarse.

– Comenzaremos con la escena de Scotland Yard y Phantomhive. ¡Acción!

🎬 Shooting 🎬

Ambos policías observaron la escena, donde se veía una sombra negra donde la noche anterior se quemó una persona de la nada debido a una combustión espontanea.

– Lo sabía, como dijeron en los diarios, es una combustión espontánea causada por el exceso de alcohol.

– ¡No confíes en los rumores! –regañó su superior.– ¡Busca evidencia!

– ¡Sí señor, déjemelo a mí! –dijo mientras llevaba su mano a su frente, haciendo un saludo tipo militar.– ¡Vamos! –ordenó.

– ¡Sí, señor!

Aquel joven policía comenzó a moverse para buscar información, siendo seguidos por sus compañeros. El veterano se acercó más a la sombra de carbón y se arrodilló para observar más de cerca.

– Parece que está teniendo algunos problemas, Lord Randall –comentó.

El hombre levantó la vista sorprendido, viendo al joven Conde de pie con su larga capa negra y su bastón, con su mayordomo de negro a un lado y la joven albina al otro, abrazando su brazo.

– ¿Ciel Phantomhive?

El chico sonrió y mostró la carta que la Reina le había enviado.

– ¿Por qué no me dice un poco sobre la investigación del caso? –se acercó a él. Su novia caminó a su lado.

– No ha habido progreso hasta el momento –informó, tras levantarse.

– ¿Y qué es diferente de los casos anteriores? –el hombre frunció el ceño.– Esto ha pasado antes, ¿Verdad? Casos como este.

El veterano se cruzó de brazos mientras soltaba un suspiro.

– Entonces ya sabías de eso.

– Sólo escuché sobre ellos...Como supuse.

El hombre lo miró con sorpresa y chistó.

– Tendrá que enseñarme los archivos.

– No hay nada de ellos.

– ¿Cómo dice?

– No puedo ni siquiera enseñarte dónde tuvieron lugares los casos anteriores. La causa y la culpa de todos los casos implicados en el pasado, incluso los que nosotros, Scotland Yard, no pudimos descubrir. No hay oportunidad de que tú puedas.

– Esperemos que no –sonrió. Giró, para mirar a su mayordomo.– Vamonos, Sebastian... ¿Eh?

Frunció el ceño. El mayordomo estaba arrodillado viendo, con un sonrojo en sus mejillas, a una gata con tres gatitos. Ciel llevó una mano a su frente, mientras el veterano miraba al de negro sin entender su comportamiento. El joven policía se acercó rápidamente, llamando la atención del veterano y los dos jóvenes.

– ¡Inspector, de nuevo no hay rastro de evidencia visible!

Sebastian miró de reojo al policía y se levantó.

– Me disculpo profundamente, Bocchan. Ya que los gatitos son muy lindos, yo-

– Vámonos, idiota gatuno –gruñó, mientras caminaba. Tn rió.