Vi que no había nadie,entré rápidamente a mi habitación,esto era raro,nunca antes me habia pasado,estaba empezando a ponerme mal,empecé a sudar más de lo normal,el pánico me inundo y la puerta se abrió haciendo que yo pegara un fuerte grito
-¡Ya cálmate! ¡Soy yo Liss! -dijo mi madre tapando sus oídos,yo deje de gritar y le abracé fuertemente.
-Mamá..Pero...¿Entonces fuiste tú la que hizo ese sonido? -dije recordando el golpe de hace segundos atrás.
-Eso mismo te venia a preguntar -dijo y frunció el ceño preocupada.
-A lo mejor y fue Puffy -dije mencionando a mi gato blanco,él era un amor,el mejor amigo que una chica como yo podría tener,cada que me sentía mal él estaba ahí para apoyarme,soy consciente de que no es un humano,pero es mucho mejor que eso.
Mi madre me miro,poco convencida,solo me dio un beso en la frente,como un "buenas noches" y se marcho por la puerta,yo por mi parte me recosté en mi cama y segundos después,me dormí.
(...)
Me desperté al día siguiente al sentir como alguien me sacudía levemente.
-¡Liss! Hija despierta,ya es hora- yo abrí lentamente mis ojos y vi a mi madre
- ¿Hora de que? - pregunté adormilada y con voz ronca
-Hora de irnos -sonrió,yo fruncí el ceño confundida
-¿A donde? -ella me miro y su sonrisa se esfumo
-A la casa de tu tía...Ayer te lo dije...¿No me escuchaste? -yo sonreí inocente
-Si,te escuché,lo había olvidado. -dije mintiendo- ¿De verdad tenemos que ir a esa casa? -pregunté casi rogando,ella me miro mal
-Si, y si te llegas a quejar,te quedarás castigada por un mes entero. -me dijo antes de desaparecer tras la puerta,bufé molesta y me paré,camine hasta mi armario y elegí la ropa que me pondría,luego entre al baño y me di una ducha rápida,me vestí,me cepille el cabello y me maquille normal,hice mis maletas ya que supuse que nos quedaríamos por un buen tiempo,al bajar con las maletas mi madre me ayudó y nos subimos al auto,todo el camino me la pase mirando el paisaje. El viaje fue muy tranquilo,de hecho fue de mi agrado,me gustó bastante.
Mi tía se llama Margaret,tiene 45 años y vive en el campo con sus hijos y su esposo. Cuando llegamos me bajé del auto y miré que todos nos estaban esperando; mis dos primos Jennyfer y Francis y mis tíos Margaret y Marcus. Los saludamos y entramos las maletas a la casa,nos mostraron dos cuartos en los que podríamos dormir,mi madre en uno y yo en otro.