Mi León. (SasuSaku).

7.

Semanas después...

Orochimaru se encontraba en lo que parecía una habitación en muy mal estado, sonreía mirando las camillas con hombres arriba de estas, todos estaban inconscientes pero eso parecía hacerle gracia. Se escuchó un grito femenino desgarrador y agonizante pero eso solo provocó que ensanchara la sonrisa.

_Señor Orochimaru- llamó un peliplata tras el aludido, este se giró para ver al sujeto con gafas y ojos negros.

_¿Qué pasa Kabuto?- preguntó volviendo su mirada a los inconscientes.

_Suigetsu quiere verlo- avisó, Orochimaru sin verlo asintió y luego Kabuto hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación.

Orochimaru vio por ultima vez a los Akatsuki y salió rumbo a la sala donde recibía a todas las personas, al llegar a esta se encontró con un peliblanco de ojos lilas.

_¿Y ese milagro?- siseo Orochimaru a lo que Suigetsu frunció el ceño.

_No he tenido mucho descanso luego de que me dieras esa tremenda paliza y me amenazaras con volver a hacerlo si descuidaba al 362- espetó a lo que Orochimaru simplemente comenzó a reírse.

_Eso te lo ganaste tú mismo, te dije claramente que me mantuvieras al tanto pero no me hiciste caso y estuvo a punto de atraparme en ese hospital por tu culpa- dijo como si nada- pero eso no es a lo que venías ¿o si?.

_Sabes que no- respondió sin dejar de mirar a Orochimaru- quiero verla.

_¿Ahora es la moda liarse con animales?, ya me dijiste que al parecer el experimento 362 muestra interés por la doctora ¿y ahora tú?- preguntó riendo.

_No le digas así- gruñó Suigetsu, si no fuera porque tenía que cumplir con su misión ya le habría metido una bala en la cabeza.

_Esta bien enamorado- se burló comenzando a caminar para llevarlo a una celda oscura donde se podía ver una pelirroja de ojos del mismo color, esta se encontraba en una esquina con su cabeza escondida entre sus piernas- ahí está, ¿satisfecho?- preguntó Orochimaru.

_Sabes cual fue nuestro trato y te di mi palabra, a cambio de me dejaras estar con ella y no la lastimaras- espetó Suigetsu, Orochimaru frunció el ceño pero aun así buscó una llave en sus bolsillos y abrió el gran candado de acero abriendo la puerta.

Suigetsu enseguida corrió al interior de la celda y la mujer al verlo se levantó y se lanzó a sus brazos, ambos escucharon como la puerta se cerraba y luego el candado.

_Treinta minutos- habló Orochimaru antes de dejarlo solos.

_Te extrañé- dijo la pelirroja aferrándose al cuerpo del peliblanco.

_Y yo a ti- Suigetsu rodeó su fina cintura.

_¿Volverás a irte?- preguntó separándose un poco para mirarlo.

_Tengo qué... No quiero dejarte sola pero si no, no lograré sacarte de aquí- dijo llevando sus manos a las mejillas de la chica, esta cerró sus ojos y ronroneo como si de una gatita se tratara- te juro que te sacare de este infierno- susurró juntando suavemente sus labios con los de la pelirroja, esta correspondió torpemente pero luego de unos segundos le siguió el ritmo al peliblanco, Suigetsu mordió su labio inferior y la chica por instinto entre abrió sus labios, el ojilila aprovechó esto para explorar cada rincón de su boca con la lengua, bajó a su cuello repartiendo delicados besos haciendo maullar a la pelirroja.

_Suigetsu...- llamó la chica alerta por si aparecía Orochimaru, y el peliblanco la levantó haciendo que rodeara su cadera con sus piernas y llevándola a la parte más oscura de la celda poniendo el cuerpo de la pelirroja entre la pared y el suyo.