Mi León. (SasuSaku).

20.

Sakura se despertó al sentir unas inmensos antojos de cualquier cosa que llenara su pequeño estómago.

Miró por sobre su hombro al moreno el cual descansaba cómodamente, incluso verlo la hizo reconsiderar levantarse pero simplemente terminó por salir del cálido abrazo del azabache y agarró su móvil el cual estaba en la mesita de noche y ese marcaba las 12:30am.

Caminó sigilosamente hacia la puerta y abrió esta para luego salir al oscuro pasillo, al sentir la oscuridad envolverla se apresuró a la cocina, no era que creyera en fantasmas solo no le gustaba la oscuridad, encendió la luz de la cocina y se acercó al refrigerador donde milagrosamente encontró un pedazo de tarta de frambuesa que había preparado Hinata para los recién llegados en ese momento y gracias a Kami quedó algo de el dulce.

_Hinata eres mi heroína- susurró para si misma sonriendo mientras se servía un trozo.

Unos minutos después estaba sentada en un taburete con un plato frente a ella, en el cual estaba el trozo de tarta una manzana y crema batida y para completar ese dulce manjar de media noche unos melocotones en anival.

Al probar un bocado de la tarta gimió al sentir el exquisito sabor en su paladar, comía placenteramente mientras miraba toda la cocina. De pronto recordó lo que les faltaba aún.

Naruto era el único que conocía que podía ayudarlos y bueno...

¡Espera un momento!, claro él puede, ¿por qué no se le ocurrió antes?, ¿para qué utilizaba la cabeza?. Se cuestionó mientras se apresuraba en tomar su celular el cual estaba a un lado de su banquete.

Marcó un número y luego llevó el auricular a su oído.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco...

_¿Para que tienen móvil si no lo van a contestar?- preguntó al aire comenzando a impacientarse.

_¿Hola~?- respondió una voz adormilada al otro lado de la línea. Una voz que la pelirosa reconoció perfectamente.

_Oto-san- dijo alegre la ojijade.

_Sakura Haruno, ¿a quién se le ocurre llamar a media noche?- preguntó el hombre aun con voz adormilada.

_Es urgente necesito que vengan mañana- habló la pelirosa seria- los necesito a ambos.

_¿Y mas o menos para qué?, si se puede saber- preguntó el hombre.

_Pues digamos que... Quiero atrapar a Orochimaru- dijo la ojijade con sonrisa nerviosa al saber lo que se venía. La línea quedó unos segundos en silencio cuanto de repente...

_¡¡Estás castigada niña!!- el grito fue tan grande que tuvo que alejar el aparato de su oreja con una sonrisa nerviosa.

_Oto-san es necesario que...- trató de razonar pero el hombre volvió a gritar.

_¡¡Nada de necesario. ¿Dónde está Naruto... Quiero hablar con tu hermano!!- gritó alterado y en eso la pelirosa escuchó un furioso grito femenino del otro lado y como algo grande se rompía.

Es el tercero este mes- pensó resignada la pelirosa recordando a la persona poseedora de semejante fuerza para romper un escritorio de madera muy fuerte- y pensar que saque su temperamento. Y aparte de eso su fuerza.

_¡¡Sakuraaaaaaaa!!- gritó furica una mujer del otro lado de la línea, ya a estas alturas la pelirosa tenia en móvil entre sus manos las cuales estaban sobre la mesa.

_Calma Oka-san, me dejarán sin tímpanos- dijo Sakura aun más nerviosa al pensar con quien tendría que lidiar ahora era con su madre.

Escuchó como su madre respiraba profundamente y aprovechó esos segundos para pensar en las palabras adecuadas para convencerlos.