Mi León. (SasuSaku).

14.

En la habitación de cierto pelinegro, más específicamente en la cama, en medio de esta estaban dos figuras siendo cubiertas por las sabanas.

_Jajajaja, no espera- las sabanas se deslizaron revelando una cabellera rosa y bajo la mujer estaba un pelinegro con una sonrisa ladeada.

_Eres muy cosquilluda- dijo riendo a lo que Sakura se sonrojó- y no entiendo porque, si cuando te beso en el cuello con otro plan en mente no te ríes, si no todo lo contrario- susurra lo ultimo en su oído a lo que Sakura se sonroja más, si es que eso es posible.

_Eso no es verdad- dice abochornada.

_Podemos hacer la prueba- susurra con cierto brillo en los ojos, el cual la ojijade distinguió, miró el reloj en la mesita de noche y este marcaba las 7:00.

_No puedo, tengo que ir a hablar con Naruto para que valla por Yamato-sama, además tengo que hablar con Izumi para que le diga todo lo que sabe de los experimentos- habló mientras se levantaba y tomaba una sabana para cubrir su cuerpo.

_No tienes que esconder nada de mi, no hay parte de tu cuerpo que no haya tocado- dijo mirando divertido a la ojijade que estaba por entrar al baño.

_¿Qué sabes tú?, tal vez se te olvidó una parte- retó divertida. Y sonrió más al ver como Sasuke se levantaba de la cama, la sabana cayó al suelo revelando todo su cuerpo.

_Estoy seguro de que no, pero puedo comprobar una vez más- Sakura al ver que se acercaba a ella entró al baño y intentó cerrar la puerta pero la mano del azabache se lo impidió.

Sasuke abrió la puerta y entró en el pequeño cuarto, tomó la sabana que tenia Sakura y la quitó para descubrir su curvilínea figura.

La tomó en brazos y entró a la ducha con ella, abrió el agua la cual caía como la lluvia sobre sus cuerpos.

Luego de unos minutos Sakura salió con una toalla alrededor de su cuerpo y tras ella un pelinegro sonriente con una toalla en su cintura.

_¿Ahora me crees que recuerdo cada parte de tu cuerpo?- preguntó sonriendo apoyando su hombro en el marco de la puerta y sus brazos cruzados sobre el pecho.

_Tal vez- dijo sonriendo estando parada bajo el umbral de la puerta, salió de la habitación y entró a la suya.

Caminó al armario y sacó un conjunto de ropa interior negro, jersey negro, un pantalón mezclilla y unos zapatos deportivos fucsia y suela de esponja blanca.

Al estar lista, salió de la habitación y salió al pasillo, la puerta de la habitación de Sasuke seguía abierta, dejándole ver que el pelinegro solo estaba vestido con un bóxer blanco, recostado en la cama, con sus brazos detrás de su cabeza, dándole el aspecto de un león tomando el sol.

_Oye, macho alfa- llamó de forma juguetona- pareces más calmado- habló caminando por el pasillo siendo seguida por el azabache, no escuchaba sus pasos pero estaba segura de que estaba tras ella, era una de las cosas a las cuales todavía no estaba acostumbrada, ese sigilo y rapidez le daban miedo. No le temía a Sasuke... Le temía a que los Akatsuki tuvieran esas agilidades incluso mejoras.

Al salir del hilo de sus pensamientos estaba parada frente a la cocina mirando un punto fijo en la pared.

_Sakura- llamó Sasuke a su espalda, respingó un poco pero no se movió de su lugar, sintió el cuerpo del moreno junto al suyo, la hizo girarse para encararla- ¿en qué piensas?- preguntó mirándola directamente a los ojos.

_Es que... No lo sé... Las nuevas alteraciones que está creando Orochimaru son terriblemente horribles- recordó la sonrisa de Deidara al decir que su cuerpo podía regenerarse- incluso podría hacer más difíciles las cosas.