Sakura estaba en su consultorio sentada frente a su escritorio, con la mirada perdida en la ventana, eran las cinco de la tarde, hace unos minutos había terminado la operación no estaba preocupada por las heridas ya que estas eran profundas pero había logrado parar el sangrado, por lo que estaba perturbada era por lo que había visto ahí.
Había notado algunas anomalías en el cuerpo del hombre, piel pálida casi grisácea, lengua realmente larga y con en la punta parecía una W parecida a la lengua de una serpiente y por ultimo pero más escalofriante el sujeto había abierto los ojos en medio de la cirugía dejando ver dos rendijas verticales, todos los enfermeros se habían alejado de la camilla pero solo Sakura se quedó a su lado observando bien esos ojos.
Así como los abrió también los cerró y con esto un poco perturbada terminó la operación, lo habían llevado a una habitación para que se recuperara y pidió exámenes de sangre, pero no supieron dárselo, la sangre del hombre era extraña, y parecía tener un ADN aun más extraño.
En sus ropas arañadas no traía identificación ni nada con lo que pudieran identificarlo.
La puerta se abrió sacando a la ojijade de sus pensamientos y por esta entró Hinata.
_Sakura ya es muy tarde ¿qué haces aquí?- preguntó mirando a la pelirosa, esta llevó sus ojos al reloj en la pared y este marcaba casi las diez de la noche.
_Creo que me perdí en mis pensamientos- habló riendo un poco a lo que la ojiperla suspiró.
_No tienes remedio.
La pelirosa rió y se quitó la bata para dejarla sobre el espaldar de la silla, tomar su bolso y salir junto a Hinata del consultorio, se despidieron de los enfermeros y salieron del hospital.
_Hasta mañana Sakura-chan- se despidió.
_Hasta mañana Hinata.
Hinata subió a su Harley Davidson y encendió el motor de la motocicleta para partir a su casa. Sakura subió a su auto y encendió el motor para regresar a su apartamento.
Mientras conducía por las calles pensaba en el azabache, no sabía porque pero le llamaba la atención, y ese porte misterioso, peligroso, pero a la vez tierno y sexy, y el nombre que había escogido le quedaba muy bien.
Sasuke.
Su corazón latió más rápido al recordar su nombre.
Después de quince minutos llegó al edificio donde vivía, aparcó el auto y bajó de este para entrar a la recepción y ver a Suigetsu algo ido.
_Hola Suigetsu- saludó pero este seguía con la mirada perdida, movió sus manos frente a sus ojos y por fin logró traerlo a la realidad.
_Oh, hola Sakura ¿como estás?- preguntó sonriendo pero la pelirosa pudo notar que era una sonrisa algo nerviosa.
_Bien, ¿y tú?.
_Ummmm, pues... ¿Bien?- dijo algo dudoso, parecía querer decirle algo a Sakura pero no lo hacia.
_¿Ok?- dijo Sakura, nunca había visto así al peliblanco.
_No te preocupes solo son estupideces mías- dijo sonriendo a la pelirosa esta asintió dudosa pero si el decía que no le pasaba nada entonces le creería, movió su mano despidiéndose y entró al ascensor para presionar el botón del piso 15.
Al terminar el ascenso las puertas se abrieron y salió del elevador para caminar a la puerta de su apartamento, insertó la llave en la cerradura y abrió la puerta para entrar.
La estancia estaba silenciosa y oscura por lo que encendió las luces dejando ver la sala vacía, dejó su bolso sobre el sofá y caminó a la cocina la cual estaba completamente sola.

ESTÁS LEYENDO
Mi León. (SasuSaku).
AléatoireÉl desde que tiene memoria a sido un conejillo de indias en un laboratorio que quiere mezclar el ADN humano con el animal. Su hermano lo ayuda a escapar pero se queda para cuidar a su amada, el experimento 362 herido y cansado se refugia en un calle...