Capítulo 5

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—Les hice una pregunta, ¿No me van a contestar?

Mierda, Mat, di algo.

—Mejor yo te pregunto a ti —dijo Mat, mientras se levantaba de la cama y se paraba frente a ella—. De todas las mujeres que están en este lugar, ¿Tenías que presentarme a Kaylie? No me dejaba respirar, el pobre George tuvo que irse porque la chica no me dio un segundo para hablar con él. Tuve que subir a mi cuarto y esconderme, pero no encontraba el cargador de mi celular, vine por el tuyo, y me encontré a Ally —me miró y sonrió ligeramente.

—¿Esperan que les crea? Si yo los vi...

La puerta se abrió, interrumpiendo a Sam. Levanté la vista y vi a Lexi.

Gracias hermana, gracias.

—Ally, estoy lista para irme —se detuvo un momento y miró a Mat—. ¡Mat, hola! Los años te han sentado muy bien —se lanzó sobre él y le dio un fuerte abrazo, cuando lo soltó le sonrió y luego me miró­—. ¿Nos vamos Ally?

—También me da gusto verte, Lex —dijo Mat riendo.

Tuve que apretar los labios para no reírme, sólo mi hermana podía hacer algo como eso y verse natural.

—Sí, vámonos —me giré hacia Sam, que tenía los brazos cruzados y me miraba enojada—. Te llamo mañana, ¿Está bien?

—Claro, espero tu llamada.

Miré a Mat. Tenía los ojos muy abiertos. Creo que él también sabía que estábamos en problemas.

—Adiós Mat.

—Adiós Alison.

Alexis y yo salimos de la habitación de Sam y bajamos las escaleras.

—¿Qué mierda pasó ahí adentro? —dijo ella.

No hablé hasta que estuvimos dentro del auto.

—Mat y yo íbamos a besarnos, y justo en ese momento entró Sam y nos vio. Sé que estaba muy molesta, y eso es lo último que quiero Lex, no estoy dispuesta a perder a mi mejor amiga por él, por mucho que me guste —suspiré.

—Creí que yo era tu mejor amiga —puse los ojos en blanco y ella rió—. No entiendo porque Sam no quiere que tengas algo que ver con Mat. Definitivamente tienes que hablar con ella. Yo sé que es tu mejor amiga y la quieres, pero no puedes sacrificar al chico que te gusta por eso, aunque sea su hermano. Porque eso es lo que es, su hermano, no es como que ella fuera su madre para poder elegir por él. Si de verdad te gusta, lucha por él—hizo una pausa—, pero ten en cuenta que no lo conoces bien, yo se que Sam te ha hablado mucho de él, pero apenas lo has tratado, ¿Cuál es la prisa? Tienes todo el tiempo del mundo para conocerlo, y no creo que se vaya pronto si acaba de llegar —se detuvo un momento para ver mi expresión­—. No lo pienses tanto, lo primero y más importante es que hables con Sam.

Por eso amaba tanto a mi hermana, siempre sabía que decir para hacerme sentir mejor.

—Gracias Lexi, prometo que hablaré con Sam y averiguaré cual es el problema.

Cuando llegamos a casa le di un abrazo y subí a mi habitación. Me cambié de ropa, me lavé los dientes y la cara, y me acosté.

Mi mente era un caos. Por un lado estaba el chico de mis sueños, al que había amado y admirado en secreto durante años, y por el otro estaba mi mejor amiga —su hermana—, que al parecer tenía un problema en cuanto a mi relación con Mat, y por relación me refería a mi posible amistad con él. Lexi tenía razón, había visto a Mat un par de veces desde que regresó de Australia, mientras que tenía una amistad con Sam de años. No debía aferrarme a alguien a quien debía dejar ir. La amistad de Sam era más importante que cualquier otra cosa. Definitivamente iba a tener que decirle adiós a Mat, por más que me doliera simplemente pensarlo.

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