Capítulo 8

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Estaba demasiado inquieta en la mesa, mi madre me lanzó una mirada y supe que quería una explicación, mi padre lucía confuso, tal vez porque le había dicho cuanto me gustaba Mat, y Lexi sabía que estaba mintiendo. Era una de esas "cosas de gemelas". Ella sabía cuándo mentía, y yo sentía lo mismo con ella.

Mi celular vibró y me puse tensa.

Dave: estoy afuera muñeca ;)

Tranquila Alison, esto se acabará pronto.

—Hmm... llegó Dave, ahora vuelvo —me levanté y fui a ver a mi amigo.

Estaba esperándome afuera de su auto, con los brazos cruzados sobre su pecho. Cuando lo vi me lancé sobre él y le di un abrazo.

—Así que ahora somos novios, ¿Eh? —me sonrió.

—Sí, supongo —le sonreí de vuelta—. Muchas gracias Dave, es una historia muy larga, luego te contaré, pero por ahora sólo di que hemos estado en contacto todo este tiempo y que al fin te animaste a decirme lo que sentías y decidiste venir a verme —me miró seriamente—, o algo así, por favor, dime que lo harás.

—Te dije que lo haría, no voy a dejarte mal —me guiñó el ojo y me agarró de la mano—. Vamos, novia.

No me soltó la mano cuando entramos, sino todo lo contrario, se aferró más a ella. Lucía muy tranquilo, a diferencia de mí, que sentía que iba a desmayarme en cualquier momento.

—Buenas noches —dijo. Debo admitir que su grave y firme voz era un poco sexy y tranquilizadora.

—¡Dave! —Gritó la señora Stafford—. ¡Qué alegría verte, querido!

Oh vamos, ¿Por qué estaba tan emocionada? Ya ni mi madre estaba actuando así.

—Igualmente señora. Es un placer —le dio un pequeño abrazo.

Intenté soltar su mano para que pudiera saludarla bien, pero me apretó más fuerte y supe que no me soltaría. Le agradecí en mi mente. Su agarre me daba fuerza y valentía para estar ahí.

—Mira, él es Mat, mi hijo —lo señaló, y luego a su novia—. Y ella es Kaylie, la novia de Mat.

—Mucho gusto —dijo Mat y se limitó a asentir. Dave hizo lo mismo.

—Siéntate hijo, llegas a tiempo para el postre —dijo el señor Stafford.

—Gracias —sonrió e hizo lo que le dijeron.

Tardé un poco en notar que Kaylie no dejaba de ver a Dave. En serio, tenía la vista fija en él. Era increíble. Primero la mujer me quitaba al hombre de mis sueños, y luego se comía con la mirada a mi mejor amigo... hmm... novio. Eso no se lo iba a permitir.

—Mamá, ¿No es increíble que Dave esté aquí después de tanto tiempo? —dije, y me pegué más a él.

Es mío, zorra.

—Sí, cariño, es genial —me sonrió—. Cuéntanos Dave, ¿Qué te trajo por aquí?

—Desde hace mucho tiempo quería venir, pero con la universidad es un poco difícil, últimamente Ally y yo estuvimos hablando mucho, y bueno, desde hace mucho que me gusta —me sonrió—, así que aproveché esta semana libre para venir a verla y decirle lo que siento.

Sam aplaudió.

—¡Lo sabía! ¡Siempre lo supe! —exclamó.

Tragué saliva. Oh, Dios.

—Que linda historia —dijo Kaylie—. Ojalá Mat y yo tuviéramos una historia tan romántica como esa —hizo un puchero y miró a su novio.

Le sonrió a la zo... a Kaylie y se rascó la cabeza.

¿Amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora