Aproveché todo el tiempo que pude para estar con Dave, fue un poco difícil, pues su familia quería estar con él tanto como yo, y la verdad no quería ponerlo en una situación incómoda. La despedida fue muy dura, pero era inevitable.
Mientras estuvo aquí, sentía que tenía fuerza para levantarme cada día, pues sabía que lo vería y eso significaba que el día no sería tan malo. Pero cuando se fue todo se volvió negro. No quería ir a la universidad, no quería comer, no quería hacer nada. Lexi dijo que estaba exagerando, pero realmente me sentía deprimida.
El mensaje de Mat seguía dando vueltas en mi cabeza, así que cada vez que me acordaba y lo leía, era como volver a empezar con el dolor.
Estaba tan hundida en mis pensamientos, que di un salto cuando mi celular comenzó a sonar.
Era Sam.
—Hola.
—Ally, ¿Puedes venir a mi casa? —Dijo Sam llorando.
—¿Sam, que ocurre? ¿Están todos bien en tu casa?
—Sí, por favor ven rápido, te necesito.
—Voy para allá —colgué.
Me cambié rápidamente de ropa y salí disparada hacia su casa.
Cuando llegué, la madre de Sam me abrió la puerta, y en cuanto me vio me abrazó.
—Qué bueno que llegaste, querida, Sam está en su habitación, te está esperando.
—¿Qué ocurrió? —pregunté.
—Ya te lo dirá —me sonrió ligeramente—. Ve a verla, le hará mucho bien.
—Muchas gracias, iré con ella —le sonreí y subí las escaleras.
Mientras subía escuché la voz de Mat. Sonaba alterado, como si estuviera discutiendo con alguien.
—Ya te dije que no puedo —silencio—. Mi hermana me necesita aquí, ¿No lo entiendes? —Otra pausa—. No, tú deja de decirme...
Traté de no darle importancia y seguí mi camino.
Golpeé suavemente la puerta de Sam y abrí lentamente.
Mi amiga estaba en su cama llorando. En seguida supe que había pasado.
—Hola, estoy aquí —me senté junto a ella—. ¿Qué sucedió?
—Oh, Ally —se levantó y me abrazó—. Me dejó, Joshua me dejó. No puede ser real esto —su voz se quebró.
—¿Por qué? —pregunté, mientras acariciaba su cabello, eso siempre la tranquilizaba.
—No sé, sólo me dijo que necesitaba tiempo para estar solo, que tenía muchas cosas en que pensar, creo que... me ha engañado —apenas entendí lo que dijo, pues hablaba entre sollozos.
—Lo siento mucho Sam, deja de sacar conclusiones, sólo conseguirás sentirte peor, pero que bueno que me llamaste, pronto te sentirás mejor —le sonreí—. ¿Qué te parece si vas a mi casa? Podemos quedarnos despiertas hasta tarde comiendo helado mientras vemos películas, o podría quedarme aquí y acompañarte —me arrepentí en cuanto lo dije.
—¿Harías eso por mi? —su mirada se iluminó un poco.
Le sonreí.
—¡Gracias! Eres la mejor amiga del mundo, de verdad. Le diré a Mat que vaya por algo de cenar, creo que Kaylie vendrá, así podemos pasar el rato los cuatro juntos y tal vez me sienta mejor.
—Claro, lo que tú quieras —le sonreí de nuevo y volví a abrazarla.
Gritó el nombre de su hermano y un segundo después abrió la puerta de la habitación. Se puso tenso en cuanto me vio.
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¿Amigos?
RomanceAlly recibe una llamada de Samantha, su mejor amiga. Es una invitación para la cena de bienvenida de su hermano Mat. Cuando Ally lo ve en persona por primera vez, queda totalmente cautivada por su porte y su voz, pero Samantha no tiene intenciones d...