entre tú y yo ( ticci toby y tú ) [EDITANDO]

"sombras venideras" (Corregido)

Eran las dos de la madrugada, no podía dormir, esto ya era normal desde hace unos años pero ahora mi mente solo podía torturarme reproduciendo esas palabras "yo te esperare" una sonrisa estupida salió de mí, inmediatamente seguido de ese miedo e inquietud.
Me revolví entre las sabanas, esos mounstros, ese maldito diario, ¿Cómo se que en cualquier momento Toby no se aburría de mi? Si hay algo que no quiero, es arrastrarlo a más problemas, ¿y si termina igual que la última vez? necesito hablar con él...

Me levanté de la cama y salí de mi cuarto, fui a la cosina, era de madrugada, el ambiente se sentía frio, no pude evitar arrepentirme de no haberme puesto un suéter al bajar, me serví un vaso de agua, Jack se despertó al escuchar mis paso, se acostó a lado mío listo para dormir otra vez, así que no me sentía tan sola, miré el fregadero, las gotas caían haciendo un sonido constante, sentí ese frío de nuevo, ese frío que me calaba los huesos, me pare de la silla, sabía que algo no estaba bien, ¿Qué no estaba mal en mi vida? Para variar esto, ya me estaba cansando, sabía que esos "mounstros" no serían tan fáciles de evitar...
— Hola Leyers.- de nuevo esa voz chillona.— Tanto tiempo, ¿Cómo es que lo llaman aquí? ¿Oregón?
— Muéstrate de una vez.-dije ya que aún no lo veía, más molestia que miedo se escuchó en mis palabras.
— Te pareces mucho a él, incluso en la actitud.- hablo apareciendo de las gotas del fregadero, como si saliera de él. No pude evitar impresionarme, pero fue tan irreal la escena, intenté ser fuerte.
— No se de qué hablas .-caminé hasta mi vaso de agua y terminé de tomarlo.— ¿Qué es lo que quieres, medio metro?
—¡Aahhh! yo no soy enano, sabés niñita yo tengo cientos de años más que tú. Y para tu información, yo no soy medio metro, ¡puedo ser incluso tres veces más alto que tú! Dirigente a mi como Toriel.- un tono irritado se escuchó en toda la sala, mire a Jack que parecía gruñirle, con los colmillos listo para atacar.

— ¿Toriel? Qué clase de nombre es ese.- me estaba aguantado la risa, por un momento sentí que soñaba. —Además te comportas muy inmaduro para tener cientos de años más que yo.
— Escúchame que no tengo mucho tiempo- dijo molesto, haciendo un puchero, pero a pesar de ello había algo en el que no estaba bien, bien en ninguna forma.
— Oye para ser un demonio o lo que seas, eres realmente lindo y aterrador al mismo tiempo.-me acerque a él, ya me había acostumbrado a aquel frío intenso.— ¿No quieres un moño para tu orejas?
—Aléjate de mi.- dió pasos hacia atrás, topándose con el fregadero, tome sus orejas de cabra y las levanté jugando con ellas...
—¡¡¡DIJE QUE ME SUELTES!!!.- sus ojos rodeados del color ámbar se iluminaron filosos hacia mi. Jack ladró con fuerza mostrando aún más agresividad, me aparte de él y retrocedí hasta llegar con el pobre perro.
— Okey, okey, no te enojes.- un sentimiento de familiaridad se hizo presente en mi, pero no sé de dónde, ¿tal vez de un sueño pasado?. No mucho antes.
— Vaya, ya no respetas, hace un tiempo tenias más respeto hacía mí, niña.-dijo acomodándose su corbata roja.
— Y ¿Qué es lo que buscas?.- Pude percibir un poco como su cuerpo cambiaba de tamaño con cada palabra que soltaba.
— Solo viene a decirte que el jefe ya sabe que estás buscando respuestas.- eso me heló la sangre.
— Quiere conocerte.- el chico se acercó más a mí.
— ¿Con qué razón?- esa inquietud de nuevo, Jack solo podía gruñir y ladrar en su dirección, era muy pequeño para sentir que podría hacer algo.
— Para que seas parte de él, en esta lucha, ¿Con qué otro motivo?
— ¿Luchar?.- lo mire confundida no entendía nada de lo que me decía.

— Si, tu padre fue uno de los mejores guerreros que tuvimos.- una sonrisa se dibujó en su rostro.
—¡¡MI QUE!!.- seguro todo esto era un sueño, este tipo es muy raro y esto se tornaba cada vez más bizarro.
— Hey  ¡¿Estás sorda?!
— Esto debe ser un sueño, mi padre no era un guerrero, mucho menos alguien que se metiera en problemas.
— Leyers era el más sanguinario y cruel de todos. Bueno pero nos estamos yendo por las ramas. Da igual de todas formas pronto estarás con nosotros.- el tono despreocupado con el que decía las cosas me molestaba. Se acercó a mí, más y más. No podía hacer nada estaba inmóvil, parecía ser que el frío que emanaba del ambiente también era paralizante, tomo mi  mano y con una sonrisa, tenebrosa, cerro mis ojos con su mano derecha, poco a poco fuí cerrando los ojos, hasta que me quedé dormida...