entre tú y yo ( ticci toby y tú ) [EDITANDO]

cap 38 (Corregido)

Despues de lo sucedido con ____, Toriel salio un momento a relajarse, tenia pensado pasar por Leiliet para irse juntos a la escuela. Sabía que tenia que cambiar si queria estar cerca de él.

La alegría ácida de volverlo a ver recorría su viejo sistema, movia las telarañas emocionales que habían en él.

Al llegar a la casa del moreno, este se encontraba cerrando la entrada de su hogar, Toriel ataco por sorpesa envolviéndo al menor en sus brazos.

- Sabes no es bueno bajar la guardia así.- susurro, mientras que sentia como la piel de Leiliet se erizaba.
Y entonces escucho sollosar y esnifar al menor.

- To-toriel que haces aquí.- hablo, con una voz quedita y temblorosa. Un sentimiento lo invadió en lo más profundo de su ser, ese sentimiento que te da cuando necesitas soltar las saladas lagrimas, pero sin embargo te es dificil hacerlo.
- ¿Oye estas bien?.- preguntó, y despues lo encaro, los ojos de Leiliet se habían inchado de tanto aguantar las lagrimas, sus labios temblaban y un nudo en su garganta comenzó a formarse.
- Estoy bien.- dijo con trabajo, la voz no salía.
- Muy bien muchachito ¿que fue lo que paso?.- la carita apachurrada de Leiliet le hacía sentir como si su corazón romperse, así que lo acerco más a su pecho.
Leiliet recargo su rostro contra el del mayor, habia llegado justo en el momento exacto.
- No pasa nada.- respondió el castaño.
- Mientes ¿Que fue lo que paso?
- Nada, ya te dije que nada.- insistió con fuerza, apartandose casi por completo de él, de manera casi violenta, en busca de sacar su frustración interna, cual quier forma excepto las palabras.
- Tranquilízate, Leiliet quiero ayudarte.- las lagrimas salian silenciosas de los ojos de Leiliet, mientras que apretaba con fuerza su mandíbula luchando por retener todo eso adentro.
-Perdon, no fue mi intención desquitarme contigo.- se escucho distante, como si algo se quebrara, y aunque Leiliet quisiera estar solo siempre estaban presentes esos sentimientos encontrados de querer un abrazo y un cariño, mientras que otra parte le dictaba soledad y culpa, estaba molesto y con resentimiento hacía el mundo en general.

Toriel miro con lastima la situación que pasaba su amigo, pensaba en todo lo que podría estar pasando por su mente justo ahora.

Un abrazo fue más que suficiente para dejar el orgullo atras y dejar fluctuar ese mar de emociones.
Toriel podia escuchar cada respiración agitada, cada solloso, cada lágrima que caía de esas mejillas rosadas y mojadas...

- ¿Te parece si hablamos de esto?- pregunto el mayor con una voz cálida y calmada.

Leiliet le conto sobre lo que paso en su casa, sobre la fuerte discusión que tuvieron sus padres, sobre los gritos y desostrosos que causo el enojo mutuo.
Y todo eso por su inmadures y su razón nublada por la ira.
Le contó como se lanzaron toda la vajilla entera, como cada plato roto fue un kilómetro más lejos de separación entre sus padres, contó como su madre se fue de la casa directo a quien sabe dónde, como su padre termino afuera otra vez, dejándolo solo, como siempre lo estuvo.

Leiliet sentia que se le rompía el corazón cuando recordaba esa pregunta tan hiriente de su padre,
"¿te vas o te quedas?"

Tal vez si hubiera intervenido nada de esto hubiera pasado, esto era el ahora, pero desearía haber hecho algo...

Toriel busco calmar a su amigo, no era su culpa tener padres tan inmaduros, aunque fuese irónico, él hablando de madurez.
Las lagrimas fueron cesandó poco a poco, con cada paso que avanzaban.
Toriel no sabía que decir, esta era la primera vez en años que consolaba a alguien. Intento pensar las cosas un poco más a detalle:
- Entiendo que estés pasando por un momento tan difícil, pero no estás solo, ___, tú amigo Toby y yo estamos aquí, tus padres tal vez no sean los mejores pero, sé que les importas.- tomó sus mejillas limpiándole las lagrimas, los mocos le escurrían de la cara al pobre, quien lo miraba atento.
- Gracias.- dijo para después sorber sus mocos con la nariz.
Despues de anécdotas graciosas, por parte del mayor, y unas cuantas bromas, la linda sonrisa del moreno salio, no de la forma con la que acostumbraba salir, era una mueca feliz pero no del todo, era como una sonrisa forzada y toriel lo notaba.