entre tú y yo ( ticci toby y tú ) [EDITANDO]

un dia no tan feliz pt.2 (corregido)

Leiliet caminaba por los pasillos de la escuela recordado aquellos momentos en Filadelfia.

Flashback
— venga hijo.- dijo un hombre castaño de piel canela y unos ojos claros color miel.
— Sí padre.- un niño salió corriendo de la casa rodante, era un niño pequeño de ojos verdes brillantes, su sonrisa era tan inocente como la de cualquier niño pequeño de 7 años.
— hey, recuerden regresar para la cena.- hablo una mujer alegre, de ojos verdes y cabello rubio, quien para ese entonces estaba en su mejor versión.
— Claro mi vida usted no se me preocupe.- él hombre le mando un beso a su esposa, que a penas aprendía el idioma de su esposo, ella le miró confundida pero después de un momento, le sonrío coquetamente al entender.
— Adiós mami.- dijo el pequeño quien estaba emocionado puesto que irían a pescar.
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— mire usted bien lo que le voy a enseñar leiliet, el anzuelo se pone así.- Diego había amarrado la pieza que serviría para generar peso en la línea. Un atento Leiliet le miraba. Después procedió a imitar a su padre.
— ¿así papá?.- pregunto el pequeño con ingenuidad.
— Exacto, a ver ahora lánzalo.- dijo en un tono orgulloso
Leiliet lo lanzó y esperaron a que picara algo.
Él y su padre pasaron horas de diversión, puesto que no picaron nada realmente lo único que les quedo fue meterse al lago hasta que...

— Papá ¿Cuándo iremos a Colombia?- pregunto con inocencia pues apenas hacía menos de un año que había huido del país.
— hijo, este es nuestro hogar ahora.- el agua del lago era aturdía por el padre de Leiliet quien le había tirado agua con sus manos.
— Pero extraño a Nana Marta y a mis primos, y mis tías y...- él pequeño hacía el esfuerzo de flotar.
— Ya verás que pronto iremos.- 
— umm.- se pudo notar la tristeza en la pequeña cara del niño, esto hizo que Diego se sintiese mal de ver a su pequeño de esa manera.
— Oye nene no te pongas así, mira ahí.- dijo señalando a una familia cerca de ellos. — ahí hay unos niños, vamos a ver si puedes hacer amigos, como los que tenías en casa de mamá Marta, ¿si?...
leiliet se hacerco con timidez acompañado de su padre, los otros niños jugaban en el agua cerca de la orilla del lago.- los padre de los niños al ver al señor y a su hijo preguntaron con cierto desprecio si necesitaban algo.
— No señorita, venimos a preguntar si mi hijo puede jugar con los suyos.- él perfecto Ingles de Diego hizo que los padres de los niños se tranquilizaran un poco más.
— Claro sin problemas.- respondió la madre blanca, mientras clavaba en el suelo una bandera de su país. "Que severa esta gente" pensó Diego.

— Ho-hola.- dijo leiliet con timidez, él miraba al agua que le llegaba a las pantorrillas.
— ¿uhm? ¿Hola?- dijo el niño más grande, este lo miró de arriba a bajo.
— Hola.- dijo el hermano más pequeño de los tres, el de en medio ni siquiera lo saludó.
— Me- me preguntaba si ustedes ¿Querrían ser mis amigos?.
— Pues la verdad, te ves raro.- dijo el más chico.
— tengo una idea. Y si mejor jugamos un juego.- anuncio el hermano de en medio. Una sonrisa algo siniestra se hizo presente en su rostro. El niño más grande también entendió y dijo:
— Muy bien Niño negro escóndete ¿sí?- dijo con malicia.
— Me llamó Leiliet.- dijo emocionado,
Leiliet fue a esconderse, estaba contento por tener nuevos amigos. El se escondió en unos arbustos esperando a ser encontrado.
Leiliet espero y espero y espero y espero, pero jamás lo buscaron, al final se cansó pues ya había pasado demasiado tiempo.
— Chicos ¿Porqué no me buscaron?.- preguntó regresando a la orilla donde los tres niños estaban construyendo castillos de lo que parecía lodo.
— Ay lo siento Niño negro, nos olvidamos de ti, estuvimos recolectando algo que se parece mucho a ti.- él chico miró sus manos y sonrió.
— ¿para que es eso?.- preguntó leiliet.
— Bueno, juntamos un poco de tierra y decidimos que jugaremos otro juego.- dijo el niño más grande.
— ¡¡¡GERRA DE LODO !!!
Los tres niños tomaron el lodo de la cubeta y se lo lanzaron a leiliet, maliciosamente, el lodo tenía piedras y ramas que golpeaban y lastimaban a leiliet.
El niño solo pudo cubrir su rostro, sin embargo varias de esas piedras lastimaron su cabeza y manos.
Después de que se les acabará el lodo los niños se fueron con sus padres...
Diego estaba pescando en un lado más alejado del lago pues según él, los niños estarían espantando a los peces con sus juegos.
Al regresar, vio a leiliet sentado en una roca, quitándose el lodo y la tierra del cabello.
— Hola niños.- hablo Diego quien buscaba a Leiliet. — ¿Han visto a mi hijo? Creó que jugaba con ustedes.- dijo con una sonrisa ingenua.
— Está por allá.- dijo señalando a la orilla, el padre camino hasta la orilla del lago, lejano a donde estaban los niños.
— Oye nene creo que ya es hora de... Leiliet ¡¿que te paso ?!.- al hombre casi se le salen los ojos, su hijo tenía la cabeza escurriendo en sangre y lodo.