"Querido destino" [Querido Crush #3]

15. Noticia

Narra Luna:

—Me asustaste mucho—Dijo Matteo.

—¿Por qué?—Pregunté.

—Temí perderte... cuando recibí la llamada de tu madre dejé todo y viene hasta acá.

—Creí que me odiabas después de lo que hice.

—¿Cómo podría odiarte? Lo único que he hecho en los últimos meses es pensar en ti—Dijo mientras acariciaba mi mejilla con su pulgar.

—Tengo miedo—Hablé.

—¿Sobre qué?

—Sobre todo. Sobre nosotros, sobre mi hijo que está en estado crítico. Tengo miedo de perderlo. Perderlo como todo—Lloré.

—Eso no va a pasar. Tienes que confiar. Luna, eres la persona más valiente que conozco, sé que no dejarás que algo como esto te venza. Tu hijo va a estar perfecto. Tiene una mamá increíble y estará rodeada de personas que lo quieren desde el momento en que se enteraron de su llegada.

—¿Sabes una cosa?—Dije, sonriendo tras escuchar sus palabras—Creo que ya tengo el nombre para mi bebé.

—¿De verdad? ¿Cómo se llamará? ¿Margarito?—Bromeó.

—Claro que no tonto—Dije mientras reía.

—¿Entonces?

—Matías.

—¿Matías?—Preguntó.

—Correcto.

—Suena tan... tan parecido a mi nombre—Dijo mientras sonreía, se le veía feliz.

—Hace unos momentos pedí una prueba de paternidad y... Simón no es el padre.

Noté como me observó confundido tras mi comentario, se encontraba en un tipo de estado de shock ya que no podía ni parpadear.

—Si Simón no es el padre...—Habló.

—Matteo Balsano eres papá.

Soltó una lágrima. ¿Estaba triste? Lo sabía, le arruiné la vida.

—¿Sabes que me acabas de dar el regalo más hermoso de toda la vida?—Dijo Matteo. Se acercó a mis labios y me besó tiernamente.

Extrañaba tanto sus besos, tenerlo cerca. Había esperado tanto tiempo por esto. Estuve muy arrepentida cuando lo dejé ir, pero jamás dejé de quererlo ni siquiera un poco.

—Lamento tanto no haber estado contigo durante el parto—Continuó hablando Matteo, con su frente pegada a la mía.

—Estás conmigo ahora y es lo que importa. ¿Me perdonas por ser tan tonta y apartarte de mí?

—Te perdono todo si aceptas volver a ser mi novia, que todo sea como antes. Luna ya no seremos solo dos, somos tres. Créeme que aunque Matías no fuese mi hijo biológicamente lo amaría con todo mi corazón.

—¿Pero y todos tus planes? ¿Qué piensas hacer con ellos?

—Eso no importa ahora. Lo importante es que estemos juntos. Vendrán muchísimas ofertas de trabajo, pero créeme que jamás encontraría a alguien como tú. Ya tendré tiempo después para organizarme.

—Mi madre me dijo que estuviste en contacto con ella durante todo el tiempo que no nos vimos. ¿Qué hice para que me quieras tanto?

—Ser tú. Ser como eres. Eso hiciste.

—Eres perfecto, ¿sabías?

—Obvio que lo sé—Respondió, causándome gracia.

Nos encontrábamos en nuestro mundo cuando escuchamos unos pequeños golpes provenientes de la puerta.

—Adelante—Respondí.

Entró en mi habitación el médico que se estaba encargando de mí y cerró la puerta detrás de él.

—Le tengo buenas noticias señorita Valente—Habló frente a mi cama—El pequeño ha salido de peligro, se encuentra completamente estable.

Solté un fuerte suspiro. Tenía una sensación tan especial.

—En pocos minutos podrán traerlo a la habitación si así lo desea—Dijo el médico.

—Tráiganlo cuanto antes, por favor, me muero de ganas por tenerlo en mis brazos una vez más—Respondí.

[...]

Los minutos pasaron y justo como pedí una enfermera llevo a Matías hasta mi habitación. El primero en tomarlo fue Matteo. Lo cargo entre sus brazos mientras tomaba asiento en la silla a un lado de mi camilla.

—Hola pequeño Matías—Le habló al observarlo—Yo soy tu papá—Tomó su pequeña mano—Y me voy a encargar de cuidarte siempre. Eres mi pequeño y siempre lo serás. ¿Te acuerdas todas esas veces que te canté? ¿Podías escucharme?

Quería quedarme con esa imagen siempre. Estábamos siendo felices. Por fin algo bueno pasaba en mi vida después de todo lo que había pasado. Estaba feliz de no tener más rastros de la persona que me hizo daño.