"Querido destino" [Querido Crush #3]

09. ¿Podría ser?

—No sé en que punto estamos, no tengo idea de que somos y nunca te lo pedí formalmente—Habló Matteo—pero Luna, ¿Quieres ser mi novia?

—¿Estás seguro? Yo no quiero que te sientas forzado a nada—Respondí, insegura.

—No lo haré, quiero estar contigo, en las buenas y en las malas—Dijo poniendo mi mechón de cabello detrás de la oreja.

—Acepto ser tu novia porque te juro que no hay nada que me haga más feliz, pero si en cualquier momento te sientes presionado y quieres alejarte yo lo entenderé.

Quise guardar su cara de felicidad en mi mente. Su sonrisa brillaba como nunca. Esa sonrisa con la que me enamoró.

Nos sentamos en el sofá de mi sala y platicamos sobre muchísimas cosas, sobre todas nuestras experiencias. Me rodeó los hombros con su brazo mientras yo me recargaba en su pecho. Desde ahora lo consideraba mi lugar favorito.

—¡Me siento tan feliz, mi Crush me hizo caso!—Hablé.

—¿Cómo no iba a hacerte caso con las tremendas ganas que me tenías?

—Yo no te tenía ganas... bueno, un poquito si.

—Veía como me mirabas, ¿Qué pensabas cuando lo hacías?

—Pensar en cuales posiciones del kamasutra podríamos hacer—Dije sonriendo de lado.

—¿De verdad?—Abrió los ojos sorprendido.

—¡Obvio que no!—Reí a carcajadas—Hubieras visto tu cara.

—¡No se juega con eso!—Rió—Puede hacerme daño.

—Bueno en parte si es cierto porque no te voy a negar que si fantaseé muchísimo con estar contigo, ya sabes... no solo besos.

—Pues estamos a mano porque créeme que yo imaginaba lo mismo.

—Oye... ¿Recuerdas aquella noche del balcón?—Pregunté.

—Jamás lo olvidaría, sinceramente no esperaba aquella acción tuya. Tomaste el control de la situación—Rió—Incluso me dijiste que hablaba demasiado y no sé si te interese pero eso hizo que me provocaras más.

—Tengo el control de todo—Sonreí.

—Ahora que lo pienso bien... Bueno, tal vez te saque un poco de onda, pero ¿No crees que las fechas concuerdan? O sea... estuviste conmigo aquella noche y al día siguiente pasó lo de Simón. Sabes que usamos protección pero ¿Y si no funciono, no sé, si por alguna razón...?

—¿Me estás diciendo lo que creo que estás diciendo?—Hablé rápidamente.

Asintió con la cabeza.

¿Podría ser posible?