—Si, o sea.... tan solo imagina—Habló Matteo mientras tomábamos asiento en la cocina—Tiene sentido porque tú y yo... bueno, me incomoda decir esto pero lo hicimos algo rápido, qué tal si por eso no lo coloqué bien o se rompió o algo.
—Son pocas las posibilidades—Respondí, cabizbaja—Matteo... Simón lo hizo sin cuidado, se vino en mí.
—Tenemos que hacer algunas pruebas, si tu hijo resulta ser mío te juro que seré el hombre más feliz del mundo...
—¿Qué?—Preguntó alguien en el margen de la puerta.
Mierda.
Gastón.
Matteo y yo nos paramos inmediatamente de la mesa, habíamos olvidado completamente a Gastón, pero ¿Qué hacía acá si se supone que debería estar en la universidad?
—¿Escuché mal o dijiste que el hijo que espera Luna puede ser tuyo?—Preguntó, con tono de seriedad.
Matteo asintió.
—¿En qué momento?—Habló Gastón, frustrado—¿No te das cuenta que es menor de edad? ¿Te aprovechaste de su inocencia?
—¿Qué? Eso jamás, te juro que yo no hice nada que Luna no quisiera hacer. La respete en todo—Respondió Matteo.
—Aún así eres un inconsciente. Sabes lo mucho que cambias de relación todo el tiempo, te dije hace mucho tiempo que te mantuvieras lejos de ella, ¿No sabes cumplir promesas?
—Claro que lo sé, pero es una promesa estúpida. Estoy enamorado de ella desde que tenía dieciséis años y lo sabes, sabes que me mantuve lejos todo este tiempo por esa estúpida promesa que hicimos cuando éramos adolescentes. La quiero tanto que soy capaz de hacerme responsable del bebé sea mío o no.
—Matteo, no...—Interrumpí la conversación.
No quería que tomara un compromiso tan grande como ese.
—¿Desde cuando están juntos?—Preguntó Gastón.
—Desde... desde hace unos meses. Más de cuatro para ser exactos—Respondió Matteo.
Era verdad. Matteo y yo estábamos en algo, no era una relación formal pero lo estábamos. La distancia era un obstáculo pero creo que a pesar de eso la habíamos aprendido a superar.
—Está bien, acepto que fue algo tonto de mi parte hacer esa promesa. Y sé que no necesitan mi permiso... pero acepto su relación. Pero si le haces daño Balsano, si le llegas a romper el corazón no quiero ni pensar en lo que te puedo hacer, ¿entendido?
Asintió.
Al parecer había quedado todo aclarado.
(...)
Las semanas pasaban con lentitud. Mis antojos crecían cada vez más y ahí estaba Matteo todo el tiempo para cuidar de mí. Habíamos dado una larga caminata por el día de hoy y fuimos hasta el nuevo departamento de Matteo para descansar un poco y luego llevarme a casa.
—Mi amor...—Dije sentada desde el sofá.
Llegó de la cocina con el jugo de manzana que le había pedido y lo puso en mis manos.
—¿Qué pasa?—Preguntó.
—Creo que ya no quiero jugo de manzana...—Dije mordiendo mi propio labio.
—¿Qué? ¿Entonces?—Preguntó alarmado.
—Creo que ahora tengo ganas de un helado... de limón—Sonreí.
Se fue directo a mi abdomen y comenzó a hablarle. Era bastante extraño.
—Escucha mocoso o mocosa que está allá adentro, hice un jugo de manzana NATURAL, casi me da un ataque cuando tuve que hacerlo por el ruido de la máquina y vienes a decirme que ya no quieres por medio de tu madre. Está bien, voy por tu helado de limón, cuando salgas de ahí juro que las pagarás—Sonrío, besó mis labios rápidamente y se puso en pie caminando hacia la puerta dispuesto a marcharse.
—Vuelvo en un ratito, voy por el helado. Cualquier cosa me llamas—Y entonces se fue. Dejándome con una sonrisa en el rostro al pensar que no había mejor persona en mi vida que Matteo Balsano.
Me puse en pie y lavé los platos sucios que había en el departamento, organicé el refrigerador y entonces escuché la puerta abrirse;
Volvió con tres botes diferentes de helado; limón, vainilla y chocolate.
Me acerqué a él y caminé hasta ponerme frente a él.
—Traje diferentes por si cambiabas de opinión sobre el helado—Dijo al ponerlos en la mesa de la cocina.
—¿Trajiste de fresa?
—¡Lunaaaa!—Gruñó.
—Es broma—Reí—Gracias... por todo, por tenerme paciencia, por cuidarme, por quererme.
—No tienes nada que agradecer—Me vio a los ojos—Soy yo el que tiene que agradecerte a ti por dejarme ser parte de tu vida y hacerme tan feliz.
Me tomó de las manos y las llevo directo a su boca para dar un beso en cada una de ellas.
Sonreí, y no pude evitar besarle. Era un beso lleno de ternura, nos complementábamos así.
En un abrir y cerrar de ojos llegamos hasta el sofá. Él besándome cuidadosamente, precaviendo no lastimarme. Acariciaba mi piel de una manera indescriptible. Tenía ganas de sentirlo completamente, era difícil debido a mi estado. Fuimos lento. Me bastó con eso para saber lo mucho que me quería por medio de sus acciones.
Esto de mi embarazo nos había unido más, creí que cuando se enterara saldría corriendo y no querría verme más, que equivocada estaba.
—Mi madre quiere conocerte...—Habló Matteo para romper el silencio que se había formado en un instante.
—¿Conocerme? Pero si ya me conoce... no entiendo—Hablé.
—No de esa forma, quiere conocerte como mi novia. Quiere que vayamos mañana a cenar, ¿Te parece?
—Claro, no tengo ningún problema. Me encantaría.
—Perfecto, mañana pasaré por ti a casa. ¿Quieres que te lleve ahora?
—Si, la verdad es que tengo muchísimo sueño...—Reí.
—Pasas muchísimo tiempo durmiendo, ¿No quieres quedarte acá conmigo? No es por presumir pero tengo una cama que nada... duermes como princesa, es grandísima y además tendrías mi compañía.
—Sabes como son mis padres con ese tema de que me quede—Bufé—Me encantaría quedarme acá, pero no puedo. Otro día, ¿Si?
—Muy bien... entonces vamos a llevar a casa a mi princesa—Me tomó de la mano dirigiéndonos hasta la puerta para subir a su auto.
Cuando Matteo era mi crush no sabía que era tan cursi y romántico... pero me encantaba. En parte eso fue lo que me hizo enamorarme más. No quería separarme de él, nunca, de alguna forma eso me aterraba.
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.¡Hola!
¿Les está gustando la historia?
Tengo una nueva historia
corta Lutteo, si quieren
pásense a leerla :)
(la encuentran en mi perfil)
Acá una fotito de la portada;
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"Querido destino" [Querido Crush #3]
FanficLuna y Matteo han aclarado un poco sus sentimientos. La distancia será un obstáculo pero intentarán sobrellevarla. Luna está pasando por una situación difícil y cree que el destino está siendo demasiado cruel con ella, ¿Podrá Luna explicarle a Matt...