Declaración de Guerra en el equipo siete

Solos

Hinata se encontraba al lado de Naruto en su cama de hospital. Tenía heridas que se curarían rápido, pero ella sabía que la herida más profunda e importante estaba en su interior. Justo como la que tenía ella.
Habían enfrentado tantas cosas juntos...
"¿No deberías estar como siempre pegada a Naruto?"
Era verdad que le encantaba pasar tiempo con Naruto pero también lo hacía con Sasuke. Incluso llegaron a dormir en la casa del Uchiha cuando la casa de Naruto fue inhabitable por dos días.
Habían compartidos fogatas donde platicaban y en más de una ocasión se desahogaron.
¿Porque Sasuke?
Casi mataba a Naruto y era algo que no creía poder perdonarle fácilmente.
Tomo la mano de Naruto apretándola.
― Vamos a estar bien. ―susurro Hinata― prometo que seré más fuerte para los dos. Pero recupérate pronto.
Escuchó que la puerta se abría mostrando a Sakura e Ino con unas flores. Ambas se miraban preocupadas por su compañero así que les sonrió invitándolas a pasar.
― ¿cómo sigue Naruto?―Pregunto Sakura acercándose al rubio y rosando su mejilla. A veces trataba mal a Naruto pero nunca deseo que algo así le pasara. Realmente nunca deseo que nada malo le sucediera.
― Dice lady Tsunade que se pondrá bien. Al igual que los demás.
Contesto Hinata poniéndose en el lado de la ventana para darles espacio a sus compañeras.
― Perdón por lo del otro día Sakura-san.
La peli rosa negó tristemente la cabeza― no Hinata, hacías lo correcto. Si no fuera por ti Naruto...
― Ni lo menciones Sakura. ―le regaño Ino poniendo sus flores en un jarrón y dejándolo a lado de la cama.― además tu no debiste insistir tanto a Naruto, sabes cómo es el...
― ¿Que? ―pregunto confundida la azabache― ¿A qué se refieren? ¿En qué insististe Sakura-san?
― Yo...yo... ―Sakura se puso nerviosa por el semblante de enojo que adoptó Hinata. Ella por lo general era dulce y tierna.―...estaba desesperada. No puedo perder a Sasuke-kun. Hinata yo... tu...tu... ¡no tienes idea! ―grito Sakura perdiendo el control de ella misma ― ¡él! ―apunto a Naruto que seguía inconsciente― siempre está al pendiente de ti. Siempre cuidándote y a lado tuyo. Incluso Sasuke. ― ya no pudo contener sus lágrimas que escapaban de sus ojos cerrados. Pero eso no conmovió ni un poco a Hinata ― ahora... sólo imagina que Naruto decidiera irse... que te deje sin mirar atrás ¿cómo te sentirías?
Le pregunto esperanzada de que no siguiera molestándose con ella.
― No es lo mismo Sakura-san... Sasuke ni siquiera te prestaba atención. Sólo te protegió aquella vez porque él no es malo...al menos esa vez no lo era y porque Naruto jamás se lo hubiera perdonado.
― ¡No! ¡Tú no lo conoces! El...él es todo para mí. Tal vez podía ignorarme y no hablarme pero lo podía ver...podía saber que estaba el aquí, cerca. Pero ahora... Ahora no está, ya no tengo esperanza.
Hinata enlazo las cosas rápidamente después de escuchar a Sakura y eso la enfureció mas.― ¿en qué le insististe?
― Yo le pedí que trajera a Sasuke. Era lo único que le pediría en la vida. Pero que lo trajera de vuelta a mí....
Las venas alrededor de los ojos de Hinata no se hicieron esperar. Se acercó a Sakura con su enojo emanando de todas partes. Incluso Ino retrocedió.
― ¿le pediste que lo trajera aun después de saber cómo me había dejado? ¿¡Que no les quedo claro que él quería irse!?
Sakura se tropezó cayendo al suelo con miedo. No reconocía a Hinata.
― ¡Sasuke no es tuyo! ¡No le importas ni un poco! ¿Sabes porque? ―Sakura sólo lloraba en silencio intentando alejarse― porque ni siquiera te menciono. Lo único que lo ataba aquí éramos su equipo y Sensei. Y aun sabiéndolo obligaste a Naruto a que te prometiera a traerlo. Sabemos que Naruto tiene el don de que lo sigan, de animar. Todos dejaron su alma por traer a alguien que no quiere ser rescatado ¡Y ahora él no va a descansar hasta haberlo cumplido!
Hinata estaba a punto de golpearla pero Tsunade se interpuso deteniendo su puño en la palma de su mano.
― ¿¡Que está pasando aquí!? ―Tsunade Debía admitir que el golpe de Hinata era bastante fuerte. Casi lo había sentido. Se preocupó cuando escucho sus gritos pero no esperaba verla intentar atacar a alguien― ¿¡Y bien!?
― Naruto-kun...―Hinata sintió como sus ojos se humedecían por lo que pudo haber pasado si no hubiera llegado a tiempo―...casi pierdo a Naruto-kun...su determinación contagio a los demás. Mis amigos...mi hermano Neji....todos heridos.... Y ahora... él no va a descansar hasta traer a Sasuke por una estúpida promesa...que le hizo a Sakura.
Tsunade fue tomada con la guardia baja cuando Hinata comenzó a llorar y la abrazo.
Debía admitir que se había encariñado con Hinata y Naruto desde que fueron a convencerla para ser Hokage. Eran obstinados y testarudos...pero eran nobles y eso había hecho que se ganarán su corazón. Así que correspondió en el abrazo dejando que la joven de ojos perlados se desahogara. Había vivido mucho esos últimos días. Sus heridas, la pérdida de un compañero y el miedo de perder a otros. Además del dolor de casi perder al chico que amaba. Y ella debía admitir que sintió miedo de no poder salvar a los demás e incluso al pequeño rubio. Pero para suerte de todos el chakra del zorro lo había curado
Tal vez tardó porque se había agotado en su momento. Pero su corazón siguió latiendo.
― Nosotros le ayudaremos. No está solo Hinata... nos tiene a todos nosotros...y te tiene a ti.
Hinata se separó de Tsunade y le miro con esperanza.
― Debes ser fuerte. ― La mano de la Hokage se fue a su cabeza y la acaricio― y sé que serás aún más fuerte. Porque sé que puedes. Pero debemos admitir que sin esa promesa, Naruto hará hasta lo imposible por traer a Sasuke devuelta.
Hinata asintió más tranquila y mirando a Sakura aun en el suelo. Se sintió mal al instante y se acercó para ofrecerle su mano. Sakura tuvo miedo de que quisiera intentara golpearla pero al notar una leve sonrisa en su rostro vio que no era así.
― Perdóname Sakura-san, no era mi intención lastimarte.
La peli rosa asintió aceptado su mano y dejándose ayudar.
― dejen descansar a Naruto, mañana pueden venir a verlo otra vez.
Ordenó Tsunade y las chicas asintieron y empezaron a salir del cuarto. Hinata fue la última en irse antes de acercarse a Naruto y darle un beso en su mejilla.
―descansa. Mañana vendré a verte.
Y salió del cuarto sin percatarse de la leve sonrisa en los labios de Naruto.