La fortaleza que inicia -pasado-

984 87 4
                                    

Sasuke miro el bosque bajo el cielo nocturno. Al fin habían llegado a la punta. Mir a lado suyo observando como naruto sonreía por su victoria. La luna iluminaba todo su rostro y sus ojos parecían más oscuros que de costumbre pero por alguna extraña razón... eso fascino a Sasuke.

― ¡Lo hicimos!

Sasuke sonrió sin que se percatara naruto y asintió. ―volvamos.

――

Era la hora de la cena y los chicos aun no llegaban.
― Deberíamos ir a buscarlos Kakashi-Sensei.
― Está bien Hinata. Ambos son fuertes. No les pasará nada malo... bueno sólo el que ellos dos se maten mutuamente.
Hinata se espantó por el comentario de su Sensei y decidió mejor ir por ellos pero antes de avanzar más allá de la mesa la puerta se abrió revelando a Sasuke y Naruto sosteniéndose uno del otro totalmente desaliñados.
― ¿Qué les paso? ¿Les atacó un gato salvaje?
Pregunto Tazuna.
― Lo logramos. Ambos lo logramos.
Concluyó Naruto con una sonrisa por parte de ambos.
― Excelente chicos. ―les animo Kakashi.
Ambos cayeron cuando Naruto ya no pudo aguantar más.
― Naruto-kun, Sasuke-kun. ¿Están bien? ―se acercó Hinata al verlos a los dos exhaustos.
― Eres un completo Usurantukoshi.

――

Habían terminado de cenar y el rubio se encontraba descansando un poco en la mesa totalmente satisfecho junto a su equipo.
― Bien. ―dijo Kakashi― Su control de chakra también debió de haber mejorado considerablemente.
― Gracias a ustedes el puente se terminara en unos días. De verdad a pesar de todo lo que paso me apoyaron. ―agradeció Tazuna.
― Ustedes son ninjas muy valientes. Pero aun así deben tener cuidado.
Reconoció la mamá de Inari.
― ¡son unos tontos! ―exploto de repente el pequeño ― ¡Los terminarán matando! ¡Gato vendrá con su ejército y los derrotara! ¡El fuerte siempre vence al débil!
Naruto permaneció recostado sólo escuchando al niño.
― ¡Cállate! ¡Tú siempre vas jugando y riéndote de todo! ¡A ustedes nunca los han tratado como basura! ¡No saben nada! ―siguió Inari.
Hinata miro hacia abajo recordando a su padre e integrantes de su clan y su trato había ella. Cerró los ojos y al abrirlos miro a Naruto y recordó que si alguien sabía sobre el rechazo era él.
― Di lo que quieras. Para lo que me importa. Quédate sin hacer nada, siendo la víctima, llorando siempre, al fin de cuentas... ―le miro con coraje esos ojos azules―...sólo eres más que un cobarde.
Se levantó y se fue de la mesa dejando a Inari dolido por sus palabras.
Kakashi y sus otros dos alumnos no dijeron nada. No había caso que lo hicieran.

――

El pequeño estaba a la orilla del mar fuera de su casa. La noche había caído trayendo el silencio y una luna que daba luz a la oscuridad. Inari no quería admitirlo pero esas palabras lo habían afectado más de lo que pensó.
― Discúlpalo.
Dijo una voz a su lado. Alzó la mirada topándose con el Sensei de los chicos sentándose a su lado.― el no suele ser así.
Confesó el peli blanco observando el mar mientras Inari permanecía callado.
― Pero... Naruto no tuvo una vida fácil tampoco. La aldea donde vivimos lo trata mal, además de que está sólo. ÉL no ha conocido el amor de un padre. Nunca ha tenido uno.
Inari miro hacia Kakashi mirando la seriedad en su mirada dándose cuenta que el ninja no mentía.― y aun así nunca lo he visto llorar o darse por vencido.

Inari se sorprendió por ello.
― Hinata y Sasuke tampoco lo han tenido fácil. El también perdió a su papá y ella... aunque lo tiene... No es como si la quisiera.
― Yo...
― lo que te dijo Naruto... es posiblemente lo que se ha dicho muchas veces antes a el mismo. Él también se cansó de sentirse como una víctima y prefirió luchar. Convertirse en un héroe. Y aunque es joven y sigue aprendiendo sabe lo que significa ser fuerte, como tu padre.
Inari miro el agua intentando entender las palabras de Naruto.

Declaración de Guerra en el equipo siete Donde viven las historias. Descúbrelo ahora