Ese conde.... Embarazado?!

I

La campana que se supone anuncia que el amo de la mansión a terminado su alimento suena, un poco confundido por la rapidez de su amo deja la comida que estaba preparando y se dirige a la habitación

    —con permiso- Aviso para después entrar y observar a su joven amo con una cara sería mirándolo fijamente, después de observar el alimento sin terminar del mismo amo- ¿Acaso no le agrado la comida mi amo?
    —Sebastián, ven aqui- ordenó con seriedad a lo que el sirviente confuso obedeció- Agachate y quédate quieto- El demonio obedeció y recibió una cachetada de parte de su amo la cual
le fue imposible esquivar -es una order, no debes moverme- pensó
    —Mi joven amo, ¿acaso hice algo no debido?-pregunto serio mirando a los ojos a su amo-
    —¿Crees que soy estúpido? -después de pronunciar eso tomó una pastilla que se encontraba un su plato escondida en un pan francés- Responde Sebastián, ¿Que significa esto? ¿Acaso es droga? ¿Veneno?
    —No sería capas de poner algo dañino en la comida de mi amo, después de todo sería una gran pérdida perder a un espécimen tan exótico entre los humanos- Ya que no tenia permitído mentir el joven le creyó aun que en cierta forma aún tenia una duda que aclarar-
-Hablas de mi alma o de mi persona- aquella pregunta sorprendió a el sirviente, aquella pregunta que su amo había tenido desde que el mayordomo se había transformado en su amante, decir eso le cerro la garganta la respuesta le aterraba
-Joven amo... ¿Que clase de pregunta es esa? - esbozo una sonrisa, pero la mirada que su amo le proporcionaba.. Era claro que no estaba jugando- Bochan -se acercó a el pequeño y tomado su barbilla depósito un beso en los labios de el menor- Sabe que yo nunca le mentiria. Es verdad que al principio lo único que me atraia de usted era su alma, pero ahora todo de usted, aun que he de admitir que su arrogancia es desesperante pero aun haci es algo especial de usted

Ante aquella afirmación el conde no pudo evitar que sus mejillas tomaran un pequeño tono rojizo

    —Me lo prometes... -más que una pregunta parecía una afirmación de las palabras del demonio

    —Yes my lord -Hablo tomando nuevamente una postura de inclinación besando la mano del otro para después levantarse- ¿le apetece seguir comiendo para despues prepararse para la inoportuna visita? Y también.... ¿Podría hacer me el favor de tomar las pastillas?

     Chasqueo la lengua y con un poco de molestia hablo- Bien, comeré la comida pero no las pastillas. No volveremos a hablar de ellas a menos que algo suceda en lo que entran las pastillas ¿Entendido?

Resignado el demonio obedeció

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Ya había pasado una semana desde que el incidente de las pastillas ocurrio, ahora mismo el conde tenía una mirada agobiada puesto que desde ese mismo día tanto su prometida como su tía y futura suegra se habían quedado en su mansión a vivir, a una semana de la boda el conde no podía estar más enfadado, tenía que areglar que todo fuera perfecto y cargar con una terribles náuseas y dolor estomacal

El demonio creyó saber lo que pasaba
un bebé
Era muy posible esa idea, debió de insistir con las pastillas antisépticas

    —Bochan, ¿como se siente? -pregunto colocando una tasa de te en la mesa de su amo para ayudar a que el mismo se sentará
    —Como si tuviera cuchillas en el estómago. Dime Sebastián, las pastillas... ¿Tienen algo que ver con todo esto?
    —Es posible
    —Hug... Supongo que tendré que ir al médico-hablo soltando un suspiro para después tomar un sorbo a su te-
-Bochan.. Si es lo que creo lo mejor será visitar a el enterrador
-¿Undertaker? En que tiene que ver el con todo esto..
-Creo que el podría explicarle

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Después de un rato de que el shinigami haya revisado al conde salió de su "estudió" Conuna mirada seria pero una pequeña sonrisa juguetona hablo

    —Parece que el conde Phantomhive y su sirviente han estado ocupados..
    —¿A-a que te refieres? -por más que intentaba ocultar su rubor mostrando un semblante serio era imposible; sus mejillas estaban completamente rojas-

-Joven conde... Felicidades espera un bebé.