XIX

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—¿P-papa... S-Sebastian...? -tarmudeo la alemana mientras observa estupefacta a la rubia la cual no demostraba ninguna expresión en su rostro- L-Lizzie... Esto...

Una estruendosa risa confundió a la chica al observar el rostro divertido de la aparente "madre".

—N-No puedo creer lo, y pensar que había perdido esa maña -dijo después de calmar su risa-

—¿Maña?

—Si, ¿no lo sabias? Cuando Sebiel era pequeño solía llamar a Sebastián " Papa" Por que solía cuidarlo mucho y ser sobre protector en exceso -admitió con una voz no muy convincente- Eso es todo

—Bien... -no la convencía para nada-

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Los días empezaban a pasar,  y la partida del príncipe hacia sus tierras natales estaba casi cerca.

Los representantes de la casa Phantomhive caminaban por las calles de Londres buscando algo que obsequiar a el príncipe en su partida.

El conde había propuesto algo de su marca, después de todo sería algo personal aparte de que conociendo a el príncipe cualquier cosa le gustaría. Con cualquier cosa sería feliz si era dada por sus amigos.

Después de mucho deambular pararon en una de las tiendas de la empeza al no encontrar nada, la idea era comprar un peluche que identificara a el príncipe. Tal vez un elefante o algo por el estilo

Al final terminaron por comprar un peluche de elefante el cual era de color gris y tenía de decoración un sombrero de gala y un chal marrón con un moño morado y se dirigieron a la mansión de Londres la cual en estos momentos se encontraba deshabitada.

Después de todo hacia ya unos meses que el príncipe Indu había decidido independizarse y comprar una mención por su mismo en una zona no tan apartada de la ciudad pero bastante acercada a el campo.

Ya al estar hay tomaron la cena con tranquilidad hasta que Elizabeth habló

—Ciel, ¿sabias que Sebiel aún cuenta con la maña de llamar a Sebastian como "papa Sebastián" -comentó divertida pero observando atentamente la expresión del conde. Casi analizando lo-

—¿A si? -comentó indiferente al observar la actitud de su esposa ¿acaso ya los descubrió? Se preguntó mentalmente soltando un suspiro y observando a su hijo- Sebiel ¿Por que sigues haciendo eso? Haces sentir mal a papa... ¿Acaso Sebastián en mejor padre que yo? -pregunto con una falsa tristeza, realmente empezaba a desesperar le la situación, y la oculta risa de su mayordomo lo molestaba aún mas-

—¡N-No!... Entre todos... Papa Ciel... Es mejor -una verdad a medias. Era cierto que prefería a su padre oficial gracias a que pasaba más tiempo con el desde una edad, pero tampoco podía decidir entre uno de los dos-

—Mi señor, disculpe si e sobre actuado mi actitud con su hijo. Es mi culpa el echo de que siga usando esa forma de llamar a mi persona -se disculpó el mayordomo mientras mantenía esa sonrisa divertida en su rostro-

—Realmente...

No te preocupes Sebastián -pronunció la rubia- realmente agradecemos el cuidado que tienes con Sebi, después de todo nosotros no somos del todo capas es de estar con el todo el tiempo en cambio tu te aseguras de que se mantenga en condiciones buenas

—Es mi deber como mayordomo -su sonrisa desapareció y se transformó en un rostro de seriedad al observar la sonrisa de la fémina. No es que le molestara, no era capaz de ello. En cambio lo hacía sentir que algo malo pasaría... No podía venir nada bueno de esa sonrisa

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Dos días pasaron y la fiesta para despedir al príncipe llegó, todos los invitados vestían elegantes vestidos acordes a su clase y bajaban de los carruajes con movimientos elegantes. Algunos eran acompañados totalmente de sus mayordomos personales mientras otros ordenaban que se diese apoyo a el príncipe el cual solo tenía a un mayordomo.

Al entrar a el Salón el bullicio era mayor y el olor a comida, postres y vino inundaban tus fosas nasales de manera inmediata mientras un saludo personal por el Indu era dado.

Al estar seguros de que los invitados estaban presentes, -los cuales eran poco más de 20- Todos prosiguieron a pasar a el Salón donde se llevaría acabo el evento.

Una escandalosa voz la cual se escuchaba desde las escaleras habló

—¡Su atención por favor!  -pidio- Hoy venimos brindando nuestra presencia ante la despedida de nuestro buen amigo Soma haci que me gustaría que escucharan una canción interpretada por mi mayordomo. La cual me parece perfecta para nuestro buen Soma

—Alois... Adelante -dijo conmovido el principe-

—Gracias -pronto el conde Franco chaqueta los dedos y su sirviente apareció y empezó a tocar las finas notas mientras el mantenía una extraña sonrisa- Por cierto, Soma. Espero que disfrutes tu velada y la última vez que veras a tus amigos -dijo mientras se acercaba-

—Alois, crei haberte explicado que volveré pronto -dijo algo confundido- A que te refieres con la última vez que...

—Solo aguarda -el rubio frente a el sonrió malicioso mientras tronaba sus dedos. Pronto la figura de varios sirvientes armados se hizo presente y la masacre empezó. Todo aquel que no fuera perteneciente a la nobleza del mal ya hacia muerto a manos de los 3 sirvientes gemelos mientras la música proseguía. Después de eso la aparición de una mujer con un cuerpo atado la cual descendía sin preocupación por las escaleras aparecio- ¡Este es mi regalo! ¡Una última velada en unidad! -explicó para después tomar al estupefacto príncipe y poner las manos de este en la espalda mientras ponía un filosofía cuchillo en el cuello del chico- ¿te gusta?


















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El capítulo más asqueroso que e escrito
¡Por favor no me maten!

Tendrán capítulo pronto pero realmente no sabía cómo escribir esto puesto que solo tengo idea para el final pero no mucha para el capítulo antes del final

Si, el próximo episodio es el final

Pero antes del final subiré 2 cosas

—Episodio especial de convivencia familiar
—Preguntas y respuestas

¡Dejen sus preguntas aquí!

Y no me maten. Por favor

Prometo que el final valdrá la pena
Al igual que el epílogo

Ese conde.... Embarazado?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora