XIII

5.5K 494 107
                                    

     —Ciel... Por favor, hay que cuidarlo -dijo con una triste sonrisa mientras se acercaba y removia un poco la manta para observar el rostro del bebe- Se que solo parece un remplazo pero... Realmente me gustaría ser madre, aparte podemos presentarlo como el hijo oficial de la familia Phantomhive, muy pocos saben de mi aborto y... No se como la persona se enteró pero me gustaría aceptar su trato. Ya haya sido por ella o por nosotros me gustaría que nos quedaríamos al bebé
     —Bien, entonces nos quedaremos con el -pronunció con una sonrisa y rostro tranquilo apesar de que en sus adentros la emoción era indescriptible a la vez que el alivio que sintió que todo nuevamente saliera como estaba planeado- En ese caso deberíamos arreglar cosas para el ¿no?
     —¡Si! -dijo con una gran sonrisa mientras el plan de salida al parque se terminaba para en vez de eso vestir a el bebé con ropa adecuada y salir de compras para lo nesesario manteniendo cerca a el otro padre del retoño-

     La tarde de compras había sido larga, y los tonos rojizos, naranjas y amarillentos se empezaban a cambiar a tonos más obscuros con la llegada de el anochecer.
     En una tarde habían arreglado todo para registrar a el pequeño como suyo y preparar cosas como su presentación además de la falsa noticia del nacimiento de el heredero Phantomhive y el echo de que había sido ocultado hasta la llegada del cabeza de la familia.

     —Dejame ver si entendí... Una canasta que encontraron al salir de la mansión tenía un bebé junto con una carta y la carta con lágrimas dando muestra del dolor de la madre... ¿No? -pregunto la alemana amiga cercana de la rubia Middleford mientras tomaba su taza de te y la observaba-
     —¡Si! Por eso quería pedirte que si llegaba a haber la necesidad dijieras ser su partera -pidió a lo que esta aceptó, lo demás es un misterio puesto que el conde decidió dejar de escuchar aquella conversación que estaban teniendo ambas mujeres y mejor dirigirse a la habitación de su bebe-

     —Hola Sebiel... -menciono con una sonrisa mientras tomaba a en pequeño en brazos y se sentaba en una mecedora para empezar a amamantar a su bebé el cual accedió sin mucha pelea a el trato de su "madre" El cual sonrió victorioso- ¿tenias hambre?  -pregunto mientras acariciaba la pequeña cabeza de su pequeño- Eres tan pequeño y frágil... Pudimos superará este reto pero, se acercaran aun más los cuales lo complicaron y tal vez hasta te lleguen a confundir o incluso me confundan a mi pero.. Te puedo asegurar que me aseguraré de cuidarte bien mi pequeño... Yo y tu padre te protegeremos
  
     Y como si el simple echo de mencionarlo lo invocara -insinuación que es correcta- La puerta fue tocada y la voz que tanto amaba el conde sonó pidiendo permiso para pasar cosa que fue concedida

     —Es cierto, no dejaré que le pase nada a nuestro pequeño. Ni a usted -pronunció cerrando la puerta a su espalda y acercándose para inclinarse y besar los labios del conde con amor para después separarse y arrodillarse para poder observar de cercas a su hijo tomando la leche de su amado
     —Sebastián... Lo he pensando mucho y... Creo que es correcto contar a nuestro hijo sus verdaderos orígenes, y con ello me refiero a que el sabrá el echo de que es hijo mio y tuyo, no pienso ocultarle eso -dijo con total seguridad mirando a el nombrado a los ojos a lo que este sonrió agradecido-
     —Joven amo, realmente no se el por que pero usted realmente logra que sienta cosas que nunca en mis largos años de vida e sentido. Y esto que me hizo sentir en estos momentos fue ¿agradecimiento? ¿O tal vez me sentí conmovido? Realmente soy incapaz de describirlo, pero si puedo decir que me alegra el echo de que me permita forma parte de la vida de nuestro pequeño -dijo sonriendo y acariciando los cachetes del pequeño el cual había terminado su comida y con su dedo limpio la saliva y leche que quedaba en la comisura de sus labios- Realmente lo agradezco..
     —No deberías... Después de todo es de ambos -pronunció mientras daba pequeñas palmadas en la espalda de el pequeño Sebiel y sonreía para después mirar a el demonio con dulzura- Aparte, el tener a Sebiel me a dado tanta paz... Aun que he de admitir que a sido cansado y aveces no se que hacer cuando lo veo llorar pero... Esto me hace sentir que he encontrado finalmente una familia después de tanto tiempo. El único problema que veo es el echo de que ahora en Inglaterra ya no podré disfrutar tanto de esa paz -dijo con una ligera molestia mientras se levantaba para dejar a el bebé en le cuna siendo detenido por el mayordomo que tomo el bebé y beso a el conde no por mucho tiempo y dejó a le bebé en la cuna arropando lo adecuadamente -

     —Por favor no diga eso, después de todo siempre podremos tener momentos, de no ser así creo que tanto usted y aún que me apena decirlo yo también estaríamos en una posible frustración -dijo sonriendo y mirandolo y acercándose a su oido- De echo, en estos momentos la señorita Elizabeth esta entretenida con la señorita Sulivan, ¿Que le parece si aprovechamos tal ocasión y que nuestro pequeño Sebiel esta dormido para pasar tiempo juntos? -dijo para después separarse y sonreír inocentemente -
     —Vaya que sonreír haci siendo un demonio... Bien, aceptaré la propuesta -pronunció muy digno de si mismo y junto con su mayordomo se dirigieron a una habitación -






     —Supongo tienes razón... Aun se puede disfrutar -pronunció recargando su cabeza en el hombro de su amante y observando las llamas del fuego de la chimenea mientras su mayordomo acariciaba sus cabellos produciendo le una sensación de sueño- ¿Crees que tengamos aun más tiempo? -pregunto a lo que el mayordomo con una sonrisa contesto-
     —Vaya que viniendo de usted me sorprende, pero a mi opinión tenemos el tiempo suficiente. Por lo que tengo entendido lady Sullivan se hospedará aquí ya que tiene bastantes cosas de que hablar con la señorita Elizabeth haci que... -dicho eso tumbo en la cama a el conde y empezó a besarlo dulcemente pero por cada momento que pasaba el beso se volvía más apasionado siendo largo y terminando con el danzar de sus lenguas y un pequeño hilo de saliva uniendo los, después el demonio prosiguió a apagar la luz de las velas dejando como iluminación la pura chimenea la cual provocó que durante su demostracion las sombras de ambos junto con sus acciones se reflejarán en la fría pared la cual sería la única testigo de todo...

Ese conde.... Embarazado?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora