III

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La música empezó a sonar anunciando la llegada de su "amada" prometida y en unos momentos esposa, los nervios lo invadían pero matenia la cabeza en alto y una pequeña sonrisa, al llegar la novia le dio una mano de apoyo para subir al altar. La ceremonia siguió con normalidad

    —Ciel Phantomhive. acepta a Elizabeth Ethel Cordelia Middleford como su esposa, para amarla en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe

    —Amaría decir que no pero...- Acepto -miro a su prometida-

    —Elizabeth Middleford. Acepta a Ciel phantomhive como su esposo, para amarlo en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en enfermedad, hasta que la muerte los separe

    —De forma casi instantánea pronuncio- ¡Acepto! -pobre niña- Penso el demonio en la lejanía

    —Yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia -temeroso el conde la beso, se odiaba a si mismo por jugar con los sentimientos de su prometida, su prima, su amiga. mientras en la lejanía a el demonio lo devoraban los celos de observar tal cosa-

¡Que viva a los novios!

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Unos días después de la gran boda tanto el conde y su actual esposa se encontraban en el comedor

    —Shieru, ¿Que tal si después del almuerzo vamos a dar un paseo en el parque?
    —Lizzie, sabes que me es un poco difícil. Gracias a que me enferme tengo trabajo pendiente y..... -buscó las palabras, no sabía cómo reaccionaria- y... Tengo que irme en unos días... Surgió un problema con una de las empresas situada en Francia y daré una investigación de mercado... No se cuando vuelva
    —¿C-cuando... Te irás? -las palabras de la joven eran torpes- ¡se supone que como esposos deberíamos pasar juntos todo el tiempo! ¿No es haci?
    —Lizzie... -suspiro molesto, en verdad que no tenía tiempo para las quejas- Bien, iremos a el parque y tendremos un picnic hay ¿Bien? -esbozo una ligera sonrisa-
    —Si.. -sonrió con un poco de tristeza mientras tomaba su té- gracias... -dijo en un murmullo apenas audible-

Durante el día de picnic todo había pasado normal, era un día tranquilo y habían llevado a los sirvientes los cuales los atendían y tenían su picnic aparte

    —¡Estos sándwiches están buenísimos!
-No se esperaría menos de Sebastián





Y el trágico día para la actual condesa phantomhive y la libertad del conde y su mayordomo llegó, la partida del conde hacia Francia

    —Shieru... Cuidate -pronuncio abrazando a el ligeramente más pequeño- y... Prometeme que volverás a salvo
    —Lo prometo -sonrió para depositar un beso en sus manos y subirse a el crucero acompañado de su sirviente-
    —Cuiden de la mansión y de la señorita Elizabeth en nuestra ausencia
    —¡Si! -hablaron los sirvientes al mismo unisono-
    —Entendido -respondió el Albino con serpientes volviendo su voz un murmullo al final- dice Emili

El crucero sarpo rumbo a el mar alejando a el conde de tierra lentamente, derrepente un ligera risita se hizo audible

    —debió ser difícil despedirse -habló una voz burlona a sus espaldas la cual era reconocible para ambos entre muchas-
    —Hola, Undertaker
    —Conde phantomhive
    —Es una sorpresa verlo aquí
    —De que otra forma podría monitorear a tu amo..-era incierto si había dicho amo o amor, pero juraría e haber escuchado amor-
     —No era necesario, yo sería capas de llevarlo en una hora más o menos
     —A un que tampoco es mi única razón, vengo aquí de vacaciones con alguien
    _Entiendo. Sebastián, vamos a la habitación, con tu permiso -miro a el Shinigami y inclinó la cabeza ligeramente siendo acompañado de su mayordomo mientras se dirigían a la habitacion-

Al llegar a la habitación el mayordomo cumplió su labor y acomodo las pertenencias de su amo en la habitación mientras el mismo revisaba unos papeles

    —Aprovenchando que estaremos en Francia, ¿podemos revisar realmente la fábrica de el lugar?
    —No tengo problema pero tendrá que ser apenas llegar, no sabemos cuando usted... -podría ofender a el conde haci que debería buscar la forma correcta de decirlo- No sabemos cuando usted empieze a tomar el cuerpo que daría a demostrar su estado
    Una mueca se mostró en el conde — supongo que tienes razón
    —¿A que se debe esa cara?
    —No te importa -el papel fue quitado de sus manos dejando ver a su demonio el cual estaba frente a el con una sonrisa-
     —¿Como podría no importarme? Después de todo usted mi amo lleva a nuestro bebé... Si se enfermera por enojaste no me lo perdonaría My lord -sujetando su rostro con delicadeza como si de la porcelana más cara se tratara depósito un beso en los labios de su amo, un dulce beso lleno de amor- haci que le pido el favor mi amo, de que no se enoje, por favor -se encontraba arrodillado y tomando la mano de su conde la beso y colocar en su mejilla con una sonrisa causando un rubor al menor-
    —¡E-Es tu culpa que me enojara! Siempre es...
   —En ese caso perdóneme.. ¿Que podría hacer para redimir mi arepentimiento? -aun siendo un demonio, su cara era extrañamente inocente-
    —Solo... Quédate conmigo -con sus brazos se colgó del cuello del mayor abrasandolo-
    —Yes my lord -correspondiendo a el abrazo estuvieron haci sujetos por un buen rato en el cual sin palabras sentían que era su mejor charla en las últimas semanas en las cuales no habían podido estar juntos-

Ese conde.... Embarazado?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora