52. La búsqueda de Christine.

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Tony, muy temprano en la mañana. Antes de que todos los demás en el hotel despertaran. Ella tenía la costumbre de despertar muy temprano y realizar su rutina de ejercicios, necesarios para mantener su cuerpo entrenado en caso de enfrentamiento. Corría aproximadamente 40 minutos y después hacia entrenamiento con pesas. Pero hoy no podría hacer nada de eso. Tan pronto abrió los ojos, la luz titilante de la parte superior de su teléfono le informó que tenía un correo electrónico nuevo. Despacio y con pereza se sentó en la cama y lo abrió. Su sorpresa fue máxima cuando lo leyó.

"nos encontraron, la cabaña de Cat fue atacada, vienen hacia nosotros, la mantendré a salvo"

El corazón de Christine se paralizó por un segundo, para después recibir la descarga de adrenalina en el cuerpo. De inmediato se puso en movimiento. Llamando a su jefe Albert Udrich del FBI y sus demás compañeros en la zona, desplegando todo un operativo de búsqueda y rescate, se vistió apresuradamente con ropas oscuras y botas de combate. Christine no pudo esperar por el personal del operativo y ella misma se dirigió hacia la zona, cuando llegó a la cabaña de Catalina, la encontró tal y como había dicho, supuso que Tony, saqueada. La evidencia de que había sido registrada a fondo estaba por todas partes. Sus ropas, pertenencias, muebles, absolutamente todo estaba revolcado, buscando quien sabe qué. De inmediato se comunicó con Udrich e informó. Este la reprendió profundamente por no esperar al resto de sus compañeros, poniéndose en peligro.

No necesitó llegar hasta la cabaña de Tony para comprobar lo de la explosión. El olor de madera quemada inundaba el ambiente. Cuando hubo llegado allí observó que la explosión no era tan grande como lo pensó en un principio. Solo la habitación había sido afectada. Registró desde fuera, sin encontrar a ninguna persona. Cuando llegó el equipo buscaron el rastro. Pero solo encontraron el de los perpetradores, por ningún lado el de Tony y Catalina, así que quedaron sin sitio para empezar la búsqueda.

- ¿Y ahora que hacemos? – preguntó Christine a Udrich en la llamada telefónica para informarle.

- Por el momento nada. Si Tony aun es la persona que conocí hace algún tiempo, no los encontraran jamás. Pero tampoco lo harán ellos.

Decretó telefónicamente. Le informó a ella la llamada telefónica sostenida con Tony, hacia solo unos instantes, en la cual él ni siquiera le dejo hablar, no le dio ninguna clase de información, solamente le aseguró que la mantendría a salvo.

- Siento que esto es mi culpa. – aseguró apesadumbrada Christine.

- No lo es. Lo que si me inquieta saber es como pudieron localizarla.

- No cometimos ningún error, señor. Lo juro. Ella se comunicaba únicamente con su madre y desde el teléfono seguro. Cat era muy consciente del peligro.

- Entonces no entiendo. – acotó Udrich.

- Tony, el vecino.

- No. Tony es un agente de las fuerzas especiales retirado. Yo mismo le pedí el favor de que pasara una temporada en la cabaña de al lado y me ayudara echando un ojo.

Christine quedó perpleja ante la información. Ella siempre supo que había algo en ese vecino que no terminaba de cuadrar.

- Y confía en el ¿señor?

- Totalmente. Estoy seguro que esta de nuestro lado y mientras Catalina este con él, estará bien.

- Eso me tranquiliza un poco, temía por ella.

- Recojan todo, quiero todas las evidencias que encuentren, necesitamos vincular a Záitsev con este ataque y los demás. – Ordenó Udrich. – Y encuentra la manera de como la localizaron.

- Sí señor.

Christine se dispuso a guiar a todo el grupo atendiendo las órdenes de su jefe, no sin sentir una gran angustia, en el poco tiempo que había trabajado con Catalina, le había tomado un gran aprecio, y no quería que le pasara nada malo. Pero como decía su jefe, ahora solo podían esperar y tratar de agilizar el juicio.

En New York el investigador asistente de la fiscalía Fabrizio Madeiro, llegaba a su despacho para continuar con la investigación del caso de la muerte de Walker Hudson; el chacal. Y su vinculación con Yuri Záitsev, jefe Bratvá rusa, pero hasta el momento no había sido posible realizar tal vinculación y la fiscalía ya le había dado el ultimátum para continuar con el caso, o archivarlo y cerrar la investigación. Fabrizio siempre había sido un hombre de ley, y su motivación en la vida era encarcelar a todas aquellas malas personas que solo le hacían mal a la sociedad. Hablaba por teléfono con uno de sus informantes, cuando giro la cerradura de su puerta. Tropezó con un misterioso sobre que se hallaba en el suelo.

- Ahora te llamo. – Aseguro Fabrizio y colgando la llamada.

Se agacho con prudencia, revisando, palmado y observando que no tuviera alguna bomba oculta, su trabajo era algo peligroso y él lo sabía. Por eso trataba de ser lo más prudente posible, con las cosas extrañas como estas. Cuando no hubo encontrado nada sospechoso, sacó un par de guantes de látex su bolsillo. Lo levantó del suelo y lo puso cuidadosamente sobre el escritorio. Después activó un detector de explosivos y lo pasó a través de todo el sobre, no encontrando nada. Para ese momento, su curiosidad estaba a 1000 /ph, y lo que más deseaba era abrir y ver qué era lo que había adentro.

Su sorpresa fue enorme cuando saco lo que había dentro, encontrando una nota, simple, sin firma e impresa.

"Este más que un regalo para usted es un regalo para toda la comunidad, ya tiene este pequeño regalo, aprovéchelo"

Saco de uno de los cajones una linterna de luz azul identificadora de huellas digitales. La pasó por el sobre y la nota, encontrándolas libres de huellas digitales. Cuando empezó a ver lo que contenía empezó por varias fotografías, evidentemente sacadas de varias cámaras de vigilancia. Eran varios ángulos de las entradas y salidas del parque, exactamente del sitio donde había sido hallado el cuerpo de el chacal. En unas aparecían Yuri Záitsev, y sus compinches Sergey y Vladímir, junto a el, cada fotografía estaba identificada con la fecha y las horas de las tomas. En otra fotografía aparecían otros dos hombres; fecha y hora de la toma. Luego la llegada de el chacal fecha y hora de las tomas. En la fotografía de los dos hombres desconocidos, una ficha de identificación de cada uno de ellos.

- No puede ser. – susurro para él mismo.

El primer hombre, era el más elegante de los dos, sus ropas evidentemente costosas. Llevaba las manos vacías, fue identificado como Aaron Write, director logístico de aduanas, uno de los más altos mandos del departamento de aduanas adscripto a Nueva York. El otro sujeto, también estaba bien vestido, pero no tan elegante como Aaron, identificado como Breth Emer, asistente de seguridad de aduanas. Sus fotografías evidenciaban actitudes nerviosas y cautelosas. Dentro de la información, también reposaba la trazabilidad de donde había sido sacada la información, la cámara exacta para que él mismo Fabrizio confirmara que la información era verídica. Las siguientes fotografías eran las de Yury y los otros dos, también con la trazabilidad de las tomas, las cuales casualmente eran del mismo día y hora de las otras. Lo mismo con la información del chacal. Los mencionados ingresaban desde diferentes partes, precisamente al mismo pasillo donde se encontró el cuerpo. Después de aproximadamente más de 30 minutos se veía salir a los implicados, menos al chacal, pero lo más curioso era que Vladímir uno de los dos compañeros de Yuri cuando ingresó traía consigo un maletín negro pequeño, pero después de los 30 minutos el maletín salía de las manos del mismo Aaron Write. Hecho que vinculaba a los hombres que entraban, Los jefes de la mafia con algunos directores de aduanas.

Fabrizio se apresuró a escanear toda la información y enviarla a un servidor de seguridad de la fiscalía, tomo el sobre con toda la información y lo metió en una caja fuerte oculta, no sin antes apuntar toda la información el mismo, para luego ir a investigar el mismo y confirmar que todo lo que le enviaran fuera cierto. Con este precioso regalo, el caso estaba más que vinculado el caso, y no quería arriesgarse a darle la información a terceros, no quería utilizar a ninguno de sus investigadores ya que casualmente ninguno de ellos se habían topado con esta información antes.

DESEOS CUMPLIDOS |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora