Ven A Buscarme (Camren)

10.- Depredadora

La recaudación anual de fondos para el Hospital de Niños era uno de los eventos favoritos de Lauren y a menudo pujaba en varios de los elementos de la subasta silenciosa, luego los devolvía al hospital para que los niños los disfrutaran. Había pasado la mayor parte de la tarde poniéndose al día con viejos amigos y conocidos de negocios y estaba finalmente sola, sorbiendo su bebida, cuando Camila entró en la habitación.

Su cabeza empezó a girar y su estómago dio un vuelco. Inmediatamente el gusto y el tacto y la suavidad del cuerpo de Camila volvieron desbordándola. Si eso fuera posible, estaba aún más bella de lo que Lauren recordaba, y no fue la única que lo notó. Mientras Camila se dirigía con seguridad a un grupo de personas, los ojos de una mujer específica despreocupadamente recorrieron su cuerpo y se quedaron en sus pechos. Incluso desde esta distancia Lauren reconoció el hambre, esa mujer estaba al acecho. Su estómago de hizo un nudo y se sintió extrañamente arrebatada.

Lauren estaba anonadada por los sentimientos que corrían a través de su cuerpo. Era una combinación que no podía recordar haber experimentado. Estaba caliente de deseo, pero más caliente ¿con qué? ¿celos? ¿Estoy celosa de que alguien más esté interesado en Camila? Ni siquiera estaba segura de cómo se sentían los celos. Sabía que la idea de alguien más tocando a Camila la volvía loca. Lo que era peor, no tenía ni una pista de qué hacer al respecto.

Tendría que haber respondido el llamado telefónico de Camila. Había grabado el mensaje, y cuando finalmente fue capaz de escuchar las palabras y el tono, sin ira, la lógica del argumento de Camila había comenzado a tener sentido. ¿No habían sido todas vírgenes alguna vez? ¿No era realmente un halago que Camila hubiera querido compartirse a sí misma con Lauren en lugar de con otra mujer? No podía tener escasez de ofertas. Tal vez ya había satisfecho sus deseos, o curiosidad, con otra persona.

Expulsando el pensamiento de su mente, Lauren siguió todo pequeño movimiento de las manos de Camila, imaginando que se movían sobre su cuerpo y respondían a su deseo. Se centró en la boca de Camila y anheló una vez más el roce tentador de esos labios contra los suyos. Habían pasado semanas y no había habido ningún contacto entre ellas. Lauren se preguntó si ya era demasiado tarde; tenía el presentimiento de que el encanto no corta mucho el hielo cuando arruinas las cosas con un cierto tipo de mujer.

Camila había dejado la pelota en su campo y al parecer, no estaba bromeando.

Lauren había esperado recibir una llamada de seguimiento. Se había imaginado a Camila tratando de persuadirla a otra cita. En su lugar se había alejado. Si no otra cosa, eso decía algo acerca de su agenda; por una vez, la riqueza de Lauren no era la carta ganadora.

Después de varios minutos de conversación benigna, Camila supo que estaba siendo vigilada. No quería parecer grosera, casualmente trasladó su mirada de la mujer con la que estaba hablando y de inmediato se conectó con un familiar par de cálidos ojos verdes. Lauren. Había sospechado que podría verla en la gala de beneficencia, dado el compromiso de Lauren con las organizaciones benéficas de niños, y se había preparado para este momento. Una ráfaga de agitación se le arremolinó en el estómago de todos modos.

Lauren parecía compuesta, sosteniendo una copa y apoyada en un pilar decorado. Con algo parecido a la desesperación, Camila se dio cuenta de lo mucho que aún la deseaba. Dios me dé la fuerza para no perder la cabeza, murmuró. Estaba decidida a no acercarse a Lauren. Cualquiera que fuera el orgullo que tenía, iba a permanecer intacto.

Asintió en reconocimiento cortés pero distante, y los ojos de Lauren se oscurecieron a pesar de que su expresión no cambió. Camila sostuvo su mirada por unos dolorosos momentos, y luego volvió su atención a la gente a su alrededor. Una de las mujeres en la fiesta había estado tratando de llamar su atención desde que llegó. Era madura y estaba en buena forma. Camila le dio una cálida sonrisa.