4.- ¿Por qué diablos...?

8K 343 22
                                    

Lauren se reclinó en su silla y se frotó las sienes. Tras cuatro días de reuniones consecutivas estaba cansada y de mal humor, y le dolía la cabeza. Miró las notas de las reuniones de esta mañana en frente de ella, notando garabatos abstractos dispersos a largo de las páginas.

Frunció el ceño y se dio cuenta de que los garabatos reflejaban cuán a menudo su mente había divagado hacia Camila durante los últimos días. Había salido con muchas mujeres, y se había acostado con la mayoría de ellas, pero ninguna se había inmiscuido en sus pensamientos como lo hacía esta.

Recordó a Camila en el vestido de diseño negro y se sintió pasmada de nuevo por la forma en que se destacaba del resto de las mujeres en la Gala, no por pura belleza solo sino también por su presencia. Camila irradiaba una energía que hacía que todos los demás en la habitación parecieran sosos y poco interesantes. Lauren no había malinterpretado el interés en esos ojos, incluso desde el otro lado de la habitación, pero a la vez había estado demasiado enojada por lo sucedido con Vanessa como para actuar en consecuencia.

Puso sus pies sobre el escritorio y miró el reloj. Tenía treinta minutos antes de su próxima reunión, y este era tan buen momento como cualquier otro para pensar exactamente qué más había vislumbrado en los ojos de Camila antes de que bajara la mirada. ¿Fue sólo curiosidad? ¿Era heterosexual, o tal vez bisexual aficionada? Lauren imaginó los diferentes escenarios mientras mordisqueaba la ensalada que Keana había dejado en la esquina de su escritorio. Algo más le molestaba en el fondo de su mente y no podía señalar qué era. Rara vez se equivocaba en su juicio cuando se trataba de mujeres o de negocios, pero la situación con Vanessa había sugerido un corte en su capacidad de evaluación. Pocas cosas sacudían su confianza, pero la posibilidad de que pudiera estar perdiendo su capacidad de juicio lo hacía.

Había hablado largo y tendido con Daniel pocas horas antes, en un intento por determinar su estrategia si Vanessa seguía con sus amenazas. Puso fin a la llamada asqueada y un poco asustada. Podían manejar a Vanessa, pero no sin cierta fealdad. A Lauren no le gustaba ser convertida en rehén, y el hecho de que ella misma fuera responsable de eso hacía el problema aún más intolerable. Se frotó el cuello para soltarse un poco y hojeó el calendario, sonriendo cuando vio la anotación de la cena con Camila la noche siguiente.

Casi había esperado que Camila llamara y pusiera una excusa plausible para romper la cita. Pero en lugar de eso había confirmado, y aumentando el nivel de distracción general de Lauren. La idea de pasar una noche con una mujer hermosa siempre la llenaba de anticipación, pero esta vez el cosquilleo familiar de sus sentidos parecía más intenso. Esto no era sólo una cena más con otra mujer hermosa, iba a pasar la noche con una mujer que la atormentaba como pocas. Aunque solo fuera por averiguar si se estaba imaginando la conexión que había sentido con Camila, tenía que volver a verla. Lo necesitaba.

Lauren volteó unos papeles en su escritorio. La idea de necesitar cualquier cosa la inquietaba. Necesitar era ser vulnerable, y no podía recordar la última vez que se había sentido de esa forma por una mujer. Sus necesidades físicas eran otra cosa. Pero ahora sus deseos le habían complicado la vida intolerablemente, dejándola al descubierto a ella y a una tercera parte inocente ante el cruel juego de Vanessa. Lauren suponía que debía estar agradecida de que sus emociones nunca hubieran estado involucradas, su orgullo era lo único en juego, en lo personal. En el futuro sería más prudente y eso significaba que fuera lo que fuera que ocurriese el sábado por la noche con Camila, ella no iba a tomar decisiones precipitadas que más tarde pudiera lamentar.

************************************

- Jesús, Camila, sólo elige algo- se dijo.

Camila estaba en su armario examinando las ropas que quedaban cuidadosamente colgadas en la barra. Observó la pila de prendas que ya se había probado y desechado en su lecho por no ser las correctas. Estaba nerviosa y quería verse lo mejor posible. No sabía muy bien cómo clasificar esta noche con Lauren. No era realmente una cita, pero aun así, ciertamente se sentía como tal.

Ven A Buscarme (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora