16.- La mujer que amo

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Camila estaba alcanzando el teléfono, planeando llamar a Lauren, cuando el aparato sonó.

- Camila Cabello.-

- ¿Es esta "la" Camila Cabello?- La voz era suave y sexy, y su pulso comenzó a acelerarse.

- ¿A cuál Camila Cabello se refiere?-

- La que me deja sin aliento con sólo mirarla. La que hace que mi corazón lata con fuerza en mi pecho con solo una palabra. Aquella cuyos dedos son como fuego cuando tocan mi piel y cuya piel es tan suave como un pétalo de rosa. La que me vuelve loca de deseo, y la que me vuelve aún más loca con su deseo.-

- Lo siento.- respondió Camila con frialdad. -Debe haber llamado a la Camila Cabello equivocada. Esta es sólo una madura abogada corporativa con un estilo muy reservado.-

- Esa puede ser la Camila Cabello diurna. Yo estoy describiendo a la nocturna.-

- ¿Por qué no lo dijo en primer lugar?- Camila no pudo aferrarse a la farsa por más tiempo. -Lauren, ¿qué estás haciendo?-

- Te estoy llamando.-

- Lo sé.-

- En realidad, quería que supieras que he estado pensando en ti. Te extrañé.- Camila se rió suavemente.

- Hablamos todos los días.- Había estado fuera de la ciudad y Lauren la había llamado cada noche.

- Te hubiera enviado flores, pero tenía miedo de que generara más preguntas de las te gustaría contestar.-

- Tiene razón, pero aprecio el pensamiento y la consideración. ¿Cómo estuvo tu día?- Lauren miró los montones de papeles sobre su escritorio y suspiró.

- Parece que no se detiene nunca. ¿Y tú?-

- No está mal, pero me divierto más contigo.-

- ¿Quieres tener un poco más de diversión, pequeña niña?-

Csmila estaba a punto de responder cuando cogió un movimiento en su puerta y miró hacia arriba para encontrarse a Charles Johnson en su umbral. Oh, mierda! ¿Cuánto habrá oído?

- Sí, definitivamente estaría interesada en esa propuesta. Me pondré en contacto con usted más tarde y podremos ultimar los arreglos.-

Lauren estaba perpleja por el repentino cambio en el tono de voz de Camila y la conversación.

- ¿Alguien acaba de entrar?-

- Sí, es verdad- respondió Camila, mirando a su jefe buscando cualquier indicación de que él hubiera oído demasiado.

- Bueno, diles que se vayan. Estás ocupada hablándole sucio a tu amante.- bromeó Lauren

- En realidad, me encantaría, pero eso realmente no es posible.- Camila señaló a Charles que entendía sus gestos con las manos, y que lo vería en su oficina en poco tiempo.

- Bueno, te daré una prórroga, esta vez. Pero la próxima vez tendrás que acordarte de cerrar y bloquear la puerta.-

- Tienes toda la razón. Hablaré contigo más tarde.- Sin darle a Lauren la oportunidad de responder, dijo adiós y se puso de pie. Lo último para lo que se sentía de humor era para una reunión con su jefe y, por la expresión tensa en su rostro, no iba a ser agradable.

Charles estaba sentado detrás de su escritorio y Thomas Merison estaba sentado en la silla a su izquierda. El escritorio de Charles estaba despejado a excepción de una carpeta color manila. Él prefería tener las reuniones y conversaciones en su mesa de conferencias o en la pequeña zona de descanso junto a la ventana. El hecho de que estuviera del otro lado del macizo escritorio señalaba que esto era grave y que la involucraba.

Ven A Buscarme (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora