Lauren tenía sentimientos encontrados acerca de los lunes por la mañana y hoy no era diferente. Amaba su trabajo y la energizaban los desafíos que enfrentaba. Su negocio estaba invirtiendo en ideas y la gente que conocía era brillante y retorcida. Las propuestas de negocios que Jauregui Enterprises evaluaba todos los días le daban la oportunidad de perfeccionar sus habilidades en los negocios con algunos y de confiar en su instinto en otros. Los individuos astutos siempre tenían la intención de obtener algo por nada y eso mantenía a Lauren con los pies en la tierra. Era responsable de miles de millones de dólares y no podía permitirse el lujo de dejarse engañar por un estafador con facilidad de palabra.
Lo que odiaba era el tráfico de los lunes. Había más coches en la carretera que cualquier otro día de la semana. Lauren los separaba en tres categorías distintas: La primera eran los conducidos por gente que se había quedado dormida y competían entre los coches para obtener la mejor posición en el carril. El segundo grupo de conductores eran los que Lauren creía que debían odiar su trabajo y no tenían prisa por llegar a donde iban. La última eran los que estaban en cualquiera de las dos primeras categorías y estaban hablando por sus teléfonos celulares.
La minivan azul que estaba delante de ella definitivamente tenía prisa, la mujer al volante hablando febrilmente por su teléfono celular. Lauren se hundió en el asiento de cuero de su BMW azul oscuro 745i con un suspiro ruidoso mientras era encerrada por segunda vez por esta conductora desconsiderada. Diciéndose a sí misma que debía mantener la calma, permitió que sus pensamientos reprodujeran los acontecimientos de la noche del sábado.
No mucho tiempo después de que llegara al hotel donde se celebraba la gala, Pamela Torres la había acorralado en el baño de damas. Pamela era la hija del Jefe de Policía y se habían conocido en una beneficencia unas semanas antes. Ella le dejó muy claro que estaba interesada en una repetición de las horas que pasaron juntas en su apartamento aquella noche. El sexo había sido emocionante y satisfactorio pero independientemente del recuerdo, Lauren tenía la sensación de que Pamela estaba interesada en algo más que en una relación informal, por lo que dió marcha atrás.
No se arrepentía de haberse ido a casa sola. Sin duda, la parte más agradable de la noche habían sido los pocos minutos que había pasado con Camila. Incluso ahora, pensando en ella en ese ajustado vestido negro, Lauren tenía problemas para concentrarse en la carretera. Podría patearse a sí misma. ¿Por qué no había invitado a Camila a salir?
Vanessa. Ese era el por qué.
La idea hizo martillear su pulso. Podía escuchar su corazón latir con fuerza en sus oídos. Tenía que sacar a esa sanguijuela de su vida y pronto.
Justo cuando estaba a punto de cambiar de carril, la camioneta azul con la conductora distraída se desvió y chocó contra el guardabarros delantero derecho de su coche. Lauren pisó el freno y la camioneta dió la vuelta y se detuvo frente a ella.
- ¡Hija de puta!- Lauren se desabrochó el cinturón de seguridad y saltó de su auto con furia. Abrió de golpe la puerta de la conductora y empezó a gritarle a la mujer en el interior. -¡Estúpida! ¿Qué coño crees que estás haciendo? Deja el maldito teléfono y presta atención a la carretera.- Su cólera se elevó dos escalones cuando la mujer aún no había colgado el teléfono. Lauren tomó de su mano el objeto culpable y lo cerró. -Dije que dejes el maldito teléfono.-
Fue entonces cuando Lauren escuchó gritos procedentes del asiento de atrás. Inclinó su cabeza y miró en el interior. Un bebé de no más de un par de semanas estaba llorando a pleno pulmón. La mujer agarró el brazo de Lauren y empezó a suplicar.
- Lo siento. Por favor, tengo que llevar a mi bebé al hospital. Está enfermo y ardiendo en fiebre y por favor, por favor tengo que llegar al hospital. Estaba hablando con el doctor y me dijo que me diera prisa. Puedes seguirme. Por favor, te pagaré lo que sea para que arregles tu coche pero ahora tengo que irme.-
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Ven A Buscarme (Camren)
FanfictionLauren es una empresaria de éxito que disfruta de la vida. No cree en el amor, quizás porque nunca se ha enamorado, quizás porque aún no había conocido a la deliciosa y atractiva Camila Cabello. Esta historia no me pertenece, solo es una adaptación...