Razón Número Uno

729 40 6
                                    

"Odio tu sonrisa idiota adornando tu cara a todas horas, sin que haya nada que pueda borrarla"

— ¡Buenos días, Blaze! — Aquella voz altanera y ruidosa se hizo presente por el pasillo del instituto a mis espaldas, haciéndome saltar y fruncir el rostro con una mueca amarga ¡Estúpido y escandaloso niño!

— ¿Hedgehog, tienes que ser tan ruidoso desde temprano? — Espeté tratando de mantenerme tranquila y calmada, pero sin borrar el mohín de mis labios. Giré la cabeza para reprenderle a la cara, topándome con su siempre inmaculada, perenne y absolutamente brillante sonrisa. Cada vez que le veía me preguntaba si nunca le dolía la cara a causa de aquella mueca que siempre tenia…

Silver, ante mis palabras, rió por lo bajo, metiendo las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta del uniforme, mirándome detenidamente — ¡No soy ruidoso, solo estoy animado! — Exclamó, guiñándome un ojo algo descarado. Apreté los dientes, sintiendo como mis mejillas se coloreaban a una velocidad escandalosa ante aquel acto ¡Siempre tenia que hacer cosas como aquellas para molestarme!
Simplemente negué con la cabeza, mirándolo con los ojos entrecerrados, algo rabiosos — Animado, ruidoso… En tu caso significan lo mismo, ¡Deja de chillar de una vez! — Espeté yo misma, alzando algo la voz y sonrojándome al darme cuenta de que nos estaban mirando varias personas.

El muchacho se acercó un poco más a donde yo me encontraba, sin dejar de reír o sonreír ni por un solo segundo, encogiéndose de hombros cuando estuvo enfrente de mí — ¡Te ves tan linda cuando te sonrojas, Blaze! — Exclamo, sacándome de mis casillas. El tenía aquel "superpoder" : poder alterarme tan temprano, cada día… ¡Maldito  idiota!

— ¡No digas co-cosas como esas tan a ligera, pedazo de estúpido! — Mis mejillas, como en todas las situaciones similares a las que me sometía todos los días, actuaban en mi contra, pasando de un ligero tono rosáceo a un fuerte color rojizo, empezando a acalorarme el rostro. Sacudí con fuerza la cabeza, sintiendo que la coleta que adornaban mi peinado se movía con nerviosismo alrededor mío debido a mi estado. Molesta observe como Silver continuaba sonriendo y mirándome, sin perder un ápice de simpatía ¿Es que nunca dejaba de sonreír?

— ¿Y que tiene de malo? ¡Solo digo la verdad! — El tono de su voz empezó a hacerse más agudo a media que hablaba, mientras su cuerpo se balanceaba, como si empezara a ponerse nervioso. Casi podía oler su estado frenético y algo ansioso, al igual que pasaba siempre que estábamos demasiado tiempo el uno cerca del otro ¿Para que se acercaba si llevaba a alcanzar aquel estado? Es más, ¿para qué demonios se acercaba?

— Como sea… ¿Quieres algo? Tengo cosas que hacer aparte de estar perdiendo el tiempo contigo… — Repuse, comenzando yo también a sentirme algo nerviosa al tener su molesta sonrisa tan próxima a mi persona, deslumbrándome de cierta manera.

— Solo quería saludarte, ¡Y desearte un buen día!

Musito en un tono más afable, volviendo a repetir aquel aniñado y fanfarrón guiño de ojos, alejándose un poco y alzando la mano, volviendo a chillar como si estuviéramos a 20 metros de distancia, en vez de aquel simple par que nos separaban al uno del otro — Nos vemos Blaze — Bramó potente y alegre, dando media vuelta y comenzando a tararear un risueño "The band was jumpin and the joint began to swing", dejándome allí, con las cejas alzadas y observando su danzarín cuerpo alejarse al ritmo de la música que el mismo estaba entonando. Silver me desconcertaba, ¿Por qué, a pesar de que lo tratara con tal indiferencia, seguía sonriendo así? ¡No había lógica alguna, por mucho que le gustara, algún día tendría que dejar de sonreír! ¿No?

Te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora