Razón Número Cuatro

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"Odio sentirme observada a donde quiera que vaya, sintiendo esos ojos dorados clavados en mi persona"

— Esta mirándome, ¿verdad? — Repuse seria mientras mis compañeras, Amy y Cream cuchicheaban enfrente de mí, sin parar. Yo trataba de comer mi almuerzo tranquilamente, pero cuando ellas se ponían así siempre quería decir que el "guapo y simpático" jugador de baseball –según ellas-, estaba mirándome, lanzándome sonrisas a mi espalda y suspirando cada vez que me movía ¡Aquel muchacho necesitaba pasatiempos mejores que mirarme!

— Pues la verdad no es eso — Farfulló a media voz Amy, mientras miraba a mis espaldas, con las cejas alzadas — Estaba mirándote hacia unos minutos, Blaze. Pero ahora esta hablando con Marine… — Su tono de voz era de molestia y disgusto, y su mirada parecía tratar de llegar a la chica que me decían que estaba con mi pretendiente y quemarla viva — ¿Qué hace con Silver esa? — Escupió con mala gana. Suspire profundamente, mirando a mi amiga con las reproche, negando con la cabeza, como siempre que salía aquel tema. Ambas estaban ilusionadas de que aquel muchacho me cubriera de atenciones y regalos, y estaban seguras de que yo le daría una oportunidad
¡JÁ!

— ¿No os habéis enterado? — Espetó en voz baja Cream, mirándolos intermitentemente a ambas. Yo simplemente repuse un no bajo, esperando que terminara aquella charla pronto ¿No había más temas que Silver? — Se comenta por toda la escuela que le ha pedido de salir esta mañana… — Alcé las cejas ante aquella declaración, ¿Se había cumplido por fin lo que yo había predecido una y otra vez desde que aquello comenzó? Vaya…

— ¡Pero como se atreve! Esta claro que él le ha dicho que no… ¿verdad? ¡Se supone que le gustas tú, Blaze! ¿No vas a decir nada? — Y tras aquello comenzaron a cuchichear de que la razón de que la joven estuviera en la mesa del albino podría deberse a que trataba de convencer al ojimiel de que saliera con él, o que quizás ya fueran pareja… y ambas opciones las ponían furiosas.

Yo simplemente continué con mi almuerzo, pensando en aquello. Quizás Silver había desistido y, tratando de conformarse, acepto la proposición de Marine… Simplemente suspiré ante aquel seguramente acertado pensamiento, era lo más lógico de pensar ¿No?

Te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora