Parte 24 (Final)

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Presidente – Yo no estoy haciendo preguntas estúpidas, responda lo que yo le pregunte con lo que sabe.

Presidente – ¿Es usted Julián?

Julián – Sí.

Presidente – Bien, ya que según usted y los documentos usted es Julián pues hay unos científicos del gobierno que lo quieren ver.

Julián – No tengo relación con científicos.

Presidente – Ese ya no es mi problema, Doctores pueden pasar.

Anónimo – Hola, pensé que no volveríamos a encontrarnos.

Julián – ¿Qué carajos haces aquí?

Anónimo 2 – Resucitamos.

Julián – ¿Tú también?

Anónimo 2 – Por supuesto.

Julián – Pero es imposible que vivan, yo los vi morir.

Anónimo – Hijo mío, que inocente eres.

Anónimo 2 – Nosotros no morimos, murieron nuestros dobles.

Julián – No, toda mi vida he vivido engañado, hasta la muerte de mis padres fue un engaño.

Padre – Tampoco somos tus padres, tú fuiste adoptado y abandonado por tus padres estadounidenses, tu padre era del gobierno y tu madre era una cadete del ejército norteamericano, ellos te tuvieron acá en Alemania y te escondieron en su closet, cuando descubrí el escondite de ellos dos, los maté y te lleve con nuestros dobles para que te cuidaran, por último nos suicidamos.

Julián – ¿Qué mierda de persona eres? Gritó.

Padre – ¿Quieres verlos de vuelta? Te llevaremos a su congelador.

Julián – Sí, quiero saber cómo eran al menos.

Padre – Soldado, quítele las esposas y llévelo a la zona de congelación.

Soldado – Sí señor. Vamos.

*En la sala de congelación*

Julián empieza a llorar y con mucha furia le roba la pistola al soldado y sin piedad le dispara en la cabeza.

Julián vuelve donde está el científico y le grita:

Julián – Bastardo, no debiste haber hecho eso, ¿sabes cómo ha sido mi vida? Eres una basura.

Científico – Me llegas a apuntar con esa arma y mato a tus amigos.

Julián apunta de todos modos.

Científico – Cariño dispárale a Luke.

Ella le dispara y él cae al frente de Julián, Julián empieza a llorar pero le sigue apuntando, incluso mejora su blanco y lo apunta hacia la cabeza del científico.

Científico – Te duele ¿no? Pues sigue Alejandra.

Julián – No, a ella no por favor.

Científico – No debiste enamorarte de mi hija, cariño dispárale.

Ella vuelve a disparar.

*Sonido de disparo*

Julián le disparo con profunda rabia al científico y acabando así con un cincuenta por ciento del problema de su infancia, entonces Julián lleno de furia en su ser dice:

Julián – Faltas tú, mi falsa madre.

Madre – No por favor, yo no hice nada malo.

Julián – Es al revés, hiciste todo mal.

*Sonido de disparo*

Julián disparó con demasiada furia a su madre falsa y con ella terminó con todo el problema de la infancia, Julián no podía creer que sus amigos estaban muertos, así que tomó la misma pistola, la apunto en su cabeza y cuando estaba apretando el gatillo se escuchó una voz de fondo que decía:

Anónimo – Sigan, está por acá.

Julián mira a su alrededor pero no había nadie pero de nuevo escuchó esa voz:

Anónimo – Sí, les pido por favor que le apliquen los medicamentos y se vayan, no le gusta las visitas.

Julián pensó:

Julián – ¿Por qué esta voz me recuerda a Alejandra de mi mundo?

Julián vuelve y mira y comienza a creer que se estaba volviendo loco y comienza a gritar:

Julián – Alejandra, ¿eres tú?

Anónimo – Sí cariño, soy yo, ya estoy aquí.

Julián – Sácame de aquí, no quiero estar más en este mundo.

Alejandra – Cariño, creo que deberías soltar el libro.

Julián – ¿Cuál libro? Solo tengo una pistola apuntando a mi cabeza.

Alejandra – No, tienes un libro en tus manos.

Julián – No, eso es falso.

Alejandra – Lo siento, siempre pasa esto que lee ese libro.

Julián – ¿Con quién hablas?

Alejandra – Cariño, primero escúchame, suelta el libro.

Julián supuso que era el arma entonces la tira al piso.

Julián – Listo, lo hice.

Alejandra – Bien, ahora te recuerdo quien eres, eres un adulto de cuarenta años, vives en Italia, el mejor escritor italiano, eres antisocial y solo hablas conmigo, desde hace diez años eres diagnosticado y deliras siempre que lees ese libro que escribiste y que tanto te gusta "Amantes de dos mundos".

Julián – No, no puede ser cierto.

Alejandra pone un espejo al frente de Julián y le dice:

Alejandra – ¿Por qué no lo compruebas tú mismo?

Julián – ¿Soy yo?

Alejandra – Sí.

Los dos empiezan a llorar, Julián se perdona y dice:

Julián – Solo denme mis medicamentos y váyanse todos. Gritó.

Alejandra – Claro, te aplicarán tu medicamento y nos iremos.

Los médicos le aplican el medicamento y todos salen de la sala, dejando a Julián frente al espejo mirándose fijamente a sí mismo y diciendo una y otra vez:

Julián – Papá, mamá, papá, mamá.

Julián se mira fijamente toma su libro y empieza a leer de nuevo.

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Este es el final de la historia, creo que es algo un poco fuerte si lo lee una persona sentimental así que perdón a aquellos que los hice sentir triste o los hice llorar.

Espero que les haya gustado, ya vendrán más historias.

Cuando tenga nueva idea publicaré dando el aviso de lo que se viene.

Yo me despido, cuidense. Paz.

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⏰ Última actualización: Oct 21, 2018 ⏰

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