Te salvaré

Cansancio

Estaba cansado, sus ojos le pesaban, no podía mantenerlos abiertos mucho tiempo. No había dormido nada.

Era incómodo saber que no podías hacer lo más básico por ti mismo.
Miro un rato a Hermione, que dormía plácidamente, no tenía mucho qué hacer y aunque lo tuviera no saldría de esa casa hasta que pudiera caminar. A ella le habían dado unos días en el trabajo para que se recuperará del ataque, así que aproximadamente estarían juntos una semana más.

Cuando comenzó a despertar volteó hacia otro lado.

Lo vio con los veos cruzados, medio sentado.

H:buenos días...¿cómo dormiste?
S:no lo hice
Ella se acercó e hizo que la viera.
H:te traeré una poción.
S:no... en algún momento mi cuerpo desistirá y por más que mis pensamientos se opongan, lo biológico gana.
H:no pienso esperar a que eso pase y te caigas a medio día en cualquier lugar de la casa.
S:no me caería-dijo refiriéndose a que estaría en la silla.
Ella negó y le dio un beso en la mejilla.
H:como quieras, pero te voy a vigilar... Vamos tenemos mucho que hacer.-él frunció el seño- no creerás que te quedarás en la cama todo el día...tenemos que buscar alguien para que te de la terapia.
S:¿terapia? No, gracias.
H:sólo retrasarás tu recuperación, entre más pronto tengamos a alguien, empezarás antes.
S:no pienso ir a san mungo.
H:ya lo sé-giró los ojos-tendrá que ser en la casa...llame a Milo, enviará a varios terapeutas para que escogamos alguno.

Se levantó y se estiró.

H:¿quieres ir al baño?
Snape evitó mirarla, odiaba no poder ni hacer eso solo.
S;no
Hermione se dio vuelta y en el camino Severus la vio, no espero comenzar a levitar detrás de ella, debió imaginarlo. Estaba enojado pero no admitiría jamás que fue bueno que lo hiciera porque normalmente iba al baño en la mañana. Simplemente le ayudaba a llegar al baño, lo demás lo hacía él solo, sentado.

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S:todos son unos idiotas. No pienso tomar nada con ninguno.

Hermione suspiró, a todos les encontraba algo malo, y debía admitir que muy pocos la habían convencido.

Había acompañado al último terapeuta a la puerta, y se había sentado de nuevo frente a él.

H:te quejaste de todos, no quieres a ninguno, ¿Cómo conseguiremos alguno que te guste?
S:son unos ineptos, no es mi culpa...tiene que haber más.
H:ese era el último...eran los que tenían más recomendaciones... Severus- él levantó la mano para que no siguiera.
S:sé lo que vas a decir así que ahorrate el sermón... puedo hacerlo yo solo
H:esto no es así, requiere ayuda y aunque me tengas a mi, No soy experta, Ni es mi área, así que necesitamos encontrar a alguien, te guste o no.

Se levantó, él iba a responderle, Pero la cara de ella de iluminó.

H:No puede ser, cómo es posible que no se me ocurrió antes, Milo, el medimago que te atendio es terapeuta, me enteré poco después de que lo conocimos, pero no entiendo porque no se ofreció cuando le pregunté sobre terapeutas reconocidos, tal vez no quería parecer presumido.
S:o no quería ser mi terapeuta.
H:le caes bien, y él a ti, lo iré a ver. He escuchado que es bueno

Sin más salió de la habitación, era la solución, no consideraba que fuera un inútil y se llevaban bien.

Le gritó que la comida ya estaba abajo, la pudo aparecer en el cuarto pero insistía en que se debía mover por la casa aunque lo odiara.

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-crei que querrían a alguien más.
H:¿como crees?. Eres de las pocas personas que no le cae mal, sería perfecto, ¿qué dices?
-por mi no hay problema.