El olor a sal,inunda mis fosas nasales,cuando apenas me acerco a la puerta.
Cuando ella entró a la habitación,vi como sus ojos me miraron con un profundo dolor,y desilusión.
Pongo mi mano en el pomo de la puerta,y la abro lentamente.
Ella está acostada en la cama,dándole la espalda a la puerta.
─Celia.
Ella se levanta,y antes de verme me se seca las lágrimas.
Cuando ella se da la vuelta,me mira con tristeza.
Sus ojos están hinchados.
Siento como mi corazon se oprime.
─Celia yo...mm...
─Esta bien,no tienes que explicarme nada,tampoco es como si yo tuviera el derecho a saberlo.
Ella me da una sonrisa melancólica.
─Celia si lo tienes.
Ella me mira con dolor.
─No me mientas,yo no tengo ningún derecho.
─Si lo tienes.
─No,porque tu no sientes nada por mi,y lo peor es que yo pensé que si,pense que eras mío,pero se ve que no es así.
─Te equivocas,si soy tuyo.
Digo mientras que la arrincono contra la pared.
─Tu eres la única a quien quiero,tu eres la mujer que quiero,y que deseo.
Lentamente llevo mis labios a los suyos.
Pero antes de poder besarla,ella me da vuelta la cabeza.
Yo la miro sin entender.
─No quiero que me toques,tus manos ya tocaron a otra,y me repugna saber que tu me tocaras,cuando hace unos minutos estabas con ella.
Mi mandíbula se aprieta.
─YO NO LA TOQUE.
Digo con rabia.
─Ya no se si creerte,ya no se que pensar,ya no se si confiar en ti.
ESTÁS LEYENDO
Me enamore de una estatua.
Romanceella: Siempre me fascinaron las estatuas raras,pero cuando lo vi quede atrapada. Su torso era humano,pero debes de piernas tenía una larga cola de serpiente,pero eso no era lo único extraño que él no es solo una estatua él tiene. El: Había estado...