Louis
Me senté rápidamente en la cama con el corazón bombeando con violencia y la respiración agitada. Dios, solo habia sido un maldito. Me toqué la frente y la noté húmeda. Estaba sudando. Me levanté de la cama y fui al baño. Prendí la luz y me miré al espejo. Tenia toda la cara y el pecho sudorosos. Suspiré y me lavé la cara. Me sequé con la toalla y después bajé a la cocina. Necesitaba algo de agua.
Bajé a la cocina y me serví un vaso de agua. Di un sorbo y después suspiré.
-¿No puedes dormir?
Di media vuelta y vi a Fizzy en la puerta.
-¿Y tú?
-Me quedé estudiando hasta tarde y no me da sueño-rió un poco-. ¿Que te pasa?
-¿Por que me tendría que pasar algo?
-Tienes la mirada seria y el pecho sudado. ¿Has tenido un mal sueño?-lo miró preocupada.
-Algo así-suspire y di otro sorbo al agua.
-¿Que te pasa, Boo?
Sonrio y la miro.
-Simplemente...hace un tiempo hice una cosa y ahora me estoy arrepintiendo bastante porque tengo miedo de lastimar a la gente sino consigo detener lo que hice.
-¿Tan malo es?
-Digamos que por mi rencor me llevo a hacer esto.
-Entonces si que es malo-ambos reímos un poco-. No quieres contarme que es, ¿cierto?
-Es mejor no saberlo, pero te prometo que no es tan malo como llegar a ser encarcelado o metido en una mafia-volvimos a reir.
-Pues mira, no sabré de lo que se trata, pero si me permites puedo darte un consejo.
-Adelante.
-Si tanto te importa aquella gente, siempre tienes que ir de frente y con la verdad aunque eso arriesgue a perderla. La verdad a veces duele, pero suele ser la unica forma de resolver los problemas. Aunque eso signifique perder a la gente que nos importe.
Sonreí. Mi hermanita estaba tan grande y era tan sabia. Tenia toda la razón.
-Gracias, Fizzy-le dí un beso en la frente.
-De nada, espero que puedas solucionar este caso.
-Yo también.
-Bueno, me iré a domir. Buenas noches-dió media vuelta para irse.
-Fizzy, espera.
Ella se dió media vuelta.
-¿Si?
-No le digas a nadie mas sobre esto, ¿si? Con que lo sepas tu es mas que suficiente.
-Tienes mi silencio-me guiñó un ojo y se fue de la cocina.
Heché otro suspiro y seguí bebiendo de mi vaso de agua. Definitivamente, tenia mucho en que pensar.
Eleanor
Hoy era sábado y como siempre, Perrie y yo habiamos quedado en Starbucks para desayunar. Como siempre, la primera en llegar soy yo y pedir los pedidos. Un muffin de arándanos con un latte de vainilla para mi y dos donuts de chocolate con un frapuccino para ella. Agarré nuestros y fui a nuestra mesa de siempre. A los diez minutos llegó y sus ojos se le iluminaron al ver su desayuno.
-Buenos dias-la saludé sonriente.
-Hola-nos dimos un beso en la mejila y se sentó frente a mi.
-¿Por que tienes tantas ojeras?-dije viendo las ojeras de panda que llevaba debajo de los ojos.
-Zayn y yo nos quedamos hasta tarde hablando hasta tarde.
-Luego pediré otro frapuccino para que estes si o si despierta-dijo y ambas reímos.
-¿Como llevas lo de...? Ya sabes-dijo dandole un sorbo al frapuccino.
-Anoche tuve un sueño-confesé-. Estaba L. William.
-¿Y de que se trataba?
-Pues era ayer por la noche y habia apagado las luces para dormir. Entonces empiezo a oir un golpe en la ventana. Supe que era una piedra. Fui al balcón, lo abrí y lo vi. Estaba con ropa negra, encapuchado y enmascarado. Subió a mi habitación y me empezó a decir de nuevo que es mejor no saber quien es y que saldría lastimada.
Perrie dejó el donut que estaba deborando sobre su plato lentamente y carraspeó.
-Y...¿que pasó después?
-Tomé impulso e intente quitarle la máscara. Al principio se imutó, pero después se dejó llevar. Solo cosneguí levantarla hasta su nariz. Y nos besamos. Fue tan...magico. Cuando nos separamos, tomé el impulso para quitarle la máscara entera, pero me desperté.
Solté un bufido de frustración y le di un sorbo a mi latte.
-Hasta en los sueños te avisan que debes olvidarte de el-comentó-. ¿Nos ves que son cosas del destino?
-Esos no es todo, cuando levanté la máscara hasta sus fosas nasales, su boca y su barbilla me sonaron familiares. ¿Crees que pueda ser verdad y en realidad conozco a esa persona?
Perrie se quedó callada unos segundos y después se encogió de hombres.
-A veces lo sueños no tienen nada que ver con la vida real. Una vez soñé que cuando entré al instituto vi un unicornio, y al dia siguiente no habia nada. Las cosas son asi.
Suspiré e hice una mueca. Que lío me estoy haciendo en la cabeza.