Mi mejor amigo

El regreso

El resto del verano no estuvo mal, no fue como la primera parte del verano pero tampoco me puedo quejar. Volví a ir a entrenar al gimnasio donde desde los 5 años hago taekwondo, volví a quedar con los compañeros de clase para ir a la playa y demás y con Nico charlaba alguna vez por skype y si no, nos manteníamos al día por el facebook o por e-mail.

El resumen del verano fue estupendo la verdad, cuando faltaban un par de días para que empezaran las clases me notaba muy animada, volvía a estar en forma después de hacer la pretemporada en el gimnasio (básicamente ir a correr, hacer pesas, abdominales y circuitos de potencia), tenía ganas de volver a ver a los amigos que se habían ido fuera a pasar las vacaciones, Nico incluído; y hasta mis padres estaban de buen humor. Hacía unos días que no hablaba con Nico pero sabía por su madre que llegaba hoy, quería que al menos durmiera un par de días en casa antes de empezar las clases y hoy iría a buscarlo al aeropuerto antes de cenar.

Ya tenía el pijama puesto cuando llamaron a la puerta de casa, era Nico que venía a saludar. Después de pasar un rato con mis padres y de darles unos regalitos que había traído para ellos nos fuimos a mi habitación.

–Toma, a ti también te he traído algo –me pasó un paquetito –es una chorrada, pero cuando lo vi me acordé de ti.

–No hacía falta que me trajeras nada –lo abrí y era una pulserita de plata con un colgante, y cuando me fijé bien vi que era... ¡un casco de taekwondo! –¡qué pasada! ¿dónde has encontrado algo así? ¡está chulísimo! Muchas gracias.

–Mola, ¿verdad? Mira lo que me he cogido yo –en la mano tenía un llavero con un casco en miniatura de color rojo, acolchado como si fuese de verdad.

–Qué guapo, está muy bien hecho. ¿Tienes ganas de volver a entrenar, no?

–Estoy acojonado, seguro que estáis todos como toros y voy a llegar y no voy a aguantar nada.

–Pues sí, yo al menos estoy fuertísima –doblé el brazo para "sacar bola" y ambos nos reímos. –Pero bueno, cuéntame qué tal tú, como te fue con tu padre y su nueva novia y todo eso.

–Bueno, la verdad es que no fue tan mal como me temía. La novia de mi padre es bastante maja, además como quería caerme bien siempre se ponía de mi lado en las discusiones con mi padre y me dejaban hacer lo que quisiera, además, aunque iban de la mano y eso, no se besaban delante de mí, y lo agradezco porque hubiese sido muy raro. Y sabes qué...

Mi madre interrumpió al entrar en la habitación para decirnos que era tarde, que la madre de Nico había llamado para saber si se iba a quedar a dormir en mi casa o si se volvía a la suya. Por supuesto se quedó. Preparamos la cama, mi madre nos advirtió que no pasáramos mucho tiempo despiertos que mañana nos iba a levantar pronto... aunque era una amenaza que nunca cumplía.

Nico se quedó en calzoncillos y nos metimos cada uno en nuestra cama para apagar la luz y seguir hablando con la luz de la lamparita de la mesilla de noche, así mis padres no veían la luz por la rendija de la puerta y no volverían para echarnos la bronca.

–Bueno ¿qué me ibas a decir?

–Lo vas a flipar. Este verano conocí a una chica. Estuvimos tonteando un par de días y luego medio saliendo el resto del verano. Creo que ha sido mi primera novia... bueno, novia de verdad, no de las del cole de mandarse notitas y eso.

–Uuuuuuhhh, así que ahora tienes novia... que importante suena, ¿tienes fotos de ella? ¿cómo es? ¿cómo surgió todo? ¡dame información!

–Creo que me has confundido con una chica, yo como mucho te puedo contar los detalles guarros, en plan hasta donde llegamos y eso.