El sonido de esas esposas me despierta, saber que estas ansioso por usarlas conmigo me excita. Saber de las cosas que puedes usar en mi cuando estoy a tu merced me enciende, así que sólo voy a esperar, en silencio, a que tu infierno se encienda y tus demonios se encarguen de mi placer.
Aquí estoy, no tardes.