No olvides a los muertos

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Bueno, aquí tenéis la siguiente parte con más tristeza, pero menos dolor. Ah, por cierto, admirar este dibujo que da para un fanfic (Que ya hizo ZobaMoon) así que los pocos que me lean pasad a verlo xD (Como se nota la buena amistad)

 Ah, por cierto, admirar este dibujo que da para un fanfic (Que ya hizo ZobaMoon) así que los pocos que me lean pasad a verlo xD (Como se nota la buena amistad)

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Sin más preámbulos, disfrutadlo.


Todo había acabado, las nubes se disiparon y los rayos cesaron. Eileen miraba a la muñeca incrédula y sorprendida por su comportamiento. La muñeca se encontraba recogiendo las pocas flores que habían en el lugar e ignorando el hecho de que casi mueren a manos de un psicópata. Mientras tanto la chica pelirroja se encontraba tratando la herida de Henryk que estaba ya despierto y mirando fijamente al cazador que se encontraba en el suelo descansando.
Todo había pasado muy rápido, pero por lo que habían oído, el cazador no era una persona normal, ni tampoco la muñeca y eso preocupaba a la cuervo. Sí era tan poderoso ¿Por qué cazaba y no se dedicaba a juzgarnos y a castigarnos como hacen los grandes? ¿Por que se limitaba a morir una y otra vez? Pasaban tantas preguntas por la cabeza de Eileen que no se percató de que la muñeca ya los trajo de vuelta a la capilla de Oedon.

- Mi trabajo aquí ha terminado, espero que nos volvamos a ver – Dijo la muñeca antes de marcharse al sueño otra vez.

Eileen miró hacia donde se encontraba Henryk el cuál estaba siendo abrazado por las niñas. Esto entristeció a la cuervo ya que las niñas ahora que tenían a su abuelo ignoraban a quien realmente las salvó.

La chica pelirroja que ahora estaba cuidando al cazador lo miraba con nostalgia, como si ya lo conociera de antes. Y para sorpresa de todos esta depósito un beso en sus labios.

- No me importa en lo absoluto el Cazador pero, ¿No deberías esperar a que se despierte para besarlo? – La joven se sonrojó al recordar que no se encontraba sola.

Eileen miraba todo curiosa, quería respuesta y las iba a conseguir.
La cuervo agarró del brazo a la pelirroja y la llevó fuera de la capilla e interrogó a la joven.

- Bien, respuestas y ahora – Dijo amenazante la cuervo.

Su aura creaba una presión en la joven pelirroja que por no poder ver el rostro de la cuervo sentía el doble de miedo. El rostro, es el espejo del alma y si uno no consigue verlo, se siente amenazado y así se sentía la joven, pero ella también sabía jugar al juego del gato y el ratón y no se iba a dejar pisotear.

- ¿Te sientes celosa? – Dijo la pelirroja dejando sorprendida a la cuervo haciendo que riese a carcajadas, cosa que, no era común en ella.

- Mira niñata, no me va la pedofilia, además yo quiero saber de qué os conocéis y porqué casi doy mi vida por unos niños enamorados – Dijo Eileen matando por completo cualquier intento de superioridad de la joven, era demasiado. El aura que emanaba de Eileen, mostraba una sed de sangre y una presión capaz de asustar hasta a un león feroz haciendo que pareciese un gatito.

Bloodborne - Una noche diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora