Yharnam, era la ciudad donde se encontraba la cura para mi enfermedad, su sangre era un elixir preciado y muy caro. Yharnam era famosa por su estilo gótico y su gran población, pero en el momento en el que puse un pie en ella todo se tornó macabro...
Jack despertó de la pequeña siesta que se permitió junto a Eileen. Después de tanto tiempo pudo dormir mejor gracias a la cuervo que le ayudó y le quitó las penas. Una vez el de rastas se levantó y se incorporó se percató de que Eileen no estaba en aquel lugar donde hace unas horas estaban charlando. Una charla que necesitaba realmente.
Una vez Jack se estiró y despertó del todo salió del lugar para encontrarse con Eileen, la cual estaba mirando sin su máscara —Cosa que sorprendió a Jack— al cielo.
Jack dió unos cuantos pasos con la intención de llamar la atención de Eileen y así lo consiguió ya que la fémina giró un poco su cabeza sin mostrar todo su rostro. Ya lo habían visto, pero le gustaba el anonimato. Rápidamente se puso su máscara y saludó al Cazador.
- Hola cazador, es bueno verte despierto. - La cuervo miraba al cielo preocupada.
- ¿Pasa algo Eileen? - Jack miró como Eileen señalaba el cielo y este siguió sus órdenes y miró al cielo para pasar a suspirar pesadamente.
- Oh, venga ya. - El cielo se encontraba totalmente fragmentado, como si fuera un espejo roto.
Eileen colocó su mano en el hombro del de rastas dándole el empujón que necesitaba, literalmente.
- Vamos cazador, no todo iba a ser de color de rosas.
Jack suspiró y siguió a Eileen la cual empezó a correr. Ambos corrían a una velocidad moderada y era extraño nombrar que las bestias de Yharnam que una vez estuvieron descansando, ahora se encontraban agitadas y coléricas. Ninguno sabía a qué se debía pero esto era raro.
Una vez llegaron a viejo Yharnam se encontraron a Djura el cual miraba desde su torre desconcertado. Miraba a las bestias que corrían de un lado para otro, pero lo que más le dolió fue ver cómo ellas mismas se mataban las unas a las otras. La impotencia de no poder hacer nada era demasiado para el.
Eileen y Jack subieron a la torre y se encontraron a un Djura devastado.
- Djura...
Jack no terminó de hablar ya que el polvorilla le cortó.
- La capilla, está siendo atacada. Las bestias están ignorando el incienso.
Y eso bastó para que Jack saltase desde la torre hasta el suelo y comenzase a correr como si no hubiera un mañana hasta la capilla. Corría y corría esquivando a todas las bestias, estás no le importaban, solo llegar hasta la capilla.
No sabía cómo, pero Eileen le alcanzó y lo detuvo en seco. Jack, que estaba bastante irritado se giró furioso hacia Eileen buscando una explicación.
- Jack, no estamos solos. - Eileen miró hacia el frente para encontrarse a decenas de guerreros mirando a Jack y a Eileen.
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Ambos se miraron y asintieron, esto iba a ser movidito. Todos los guerreros se abalanzaron sobre ellos pero el primer grupo que iba en cabeza fue detenido por Alder.
