MILTON

Capítulo 10

Ya pasaron varios días desde que Milton me confesó sobre su relación. La verdad es que esa noche cuando llegué a mi casa seguí pensando en lo que quería y en si estaba tomando la decisión correcta en seguir viéndolo. Tampoco le quise dar muchas vueltas al tema, porque no es nada malo. Pero seguí convencida con la respuesta que di.

Ahora me encuentro yendo a ver a Male, la novia de mi hermano. Hace muchas semanas que no la veo, y como soy la única que sabe lo del embarazo quiero hablar con ella y ver cómo se encuentra. Sé que ella tampoco quería esto, así que voy a tratar de apoyarla lo más que pueda.

Cuando llego, estaciono en la puerta de su casa. Le mando un mensaje que estoy afuera y enseguida me contesta con un "Yendo".

Voy hasta la entrada y ahí veo a mi cuñada. Es más bajita que yo, ojos celestes y pelo corto negro con rulos.

-Hola Male –la abrazo fuerte.

-Hola Ám –dice como puede, su voz se nota triste- pasá.

Entro y nos sentamos en el sillón que se encuentra en el living, para hablar de todo. Male vive sola, es una casa chica pero linda, de un piso solo.

-¿Cómo estás? –pregunta ridícula, lo sé. Pero es el principio de todo.

-Mal Ám. No entiendo cómo pasó. Siempre nos cuidamos, justamente porque no estamos preparados para esto –veo como le tiembla la voz- siento que no va a ser bueno para ninguno de los dos. Sabés, a mí me gustan los niños y el tener una familia con Balta me fascina, porque lo amo más que a nada, pero me imaginaba todo esto más adelante. Esto no estaba planeado –se pone a llorar. La abrazo.

-Ay Male, sé que esto fue muy inesperado. Y también sé que se cuidaron y se cuidan siempre, pero sabemos que las cosas pueden fallar. Sé que es muy difícil y no me imagino estar en tu situación, pero como le dije a Balta, hay que tratar de buscarle el lado bueno, aunque sea muy duro de encontrar. Al fin y al cabo es un bebé, y es hermoso. Vas a ser mamá y sé que no lo deseabas ahora, pero por algo vino ahora y no después. Tal vez hay que verlo desde esa perspectiva –muchas veces me pasa que siento que las cosas pasan por algo, que si esto fue así fue porque en un punto el "destino", o como quieran llamarle, lo quiso así. Mucha gente no está de acuerdo con mi perspectiva, pero yo no creo en las casualidades- sé que no estás preparada. Pero confío en que vas a poder, en que van a poder ambos.

-Juro que trato de verlo de ese modo, pero siento que le arruine la vida a Balta, más que a mí misma –y vuelve a llorar, esta vez con más lágrimas.

-Nadie le arruinó la vida a nadie –digo con firmeza- Male, esto no es tu culpa, ¿okey? No es culpa de nadie, a veces las cosas ocurren. Ustedes se aman y mucho ¿no? –asiente con la cabeza- y este bebé fue fruto de eso. Sé que hoy no lo podes ver así, y Balta tampoco, pero con el tiempo les aseguro que lo van a amar más que a nadie en la vida y se van a acostumbrar. Tu vida y la de mi hermano van a cambiar, sí, pero no por eso van a dejar de hacer las cosas que les gustan. Este bebé –le digo tocando su vientre- es algo hermoso, y no es un freno a nada.

En eso veo que me abraza y que dejó de llorar. Limpiándose las lágrimas me agradece por todo.

-Gracias Ámbar, en verdad. Me gusta saber que no estoy sola.

-¡Obvio que no! No vas a transitar esto sola, estamos todos. Tu familia y la mía.

Y noto que ya está más calmada. Debe ser muy duro estar en su situación, pero hay que buscarle el lado bueno a las cosas. Sé que al final van a amar a ese baby más que a nada.

Me quede esa tarde con Male, seguimos charlando y me quede a cenar. Male es chef, así que todo lo que hace le sale fantástico, esta vez me cocinó una lasagna, increíble. Cuando terminamos de comer, decido ayudarle a lavar las cosas y demás y me retiro ya que mañana me tengo que levantar muy temprano para ir a trabajar.