Capítulo 26

73 3 0
                                    

Ya pasó un tiempo de nuestra noche de aniversario con Milton. Estuvimos yendo juntos a las clases de francés, ya que nos estamos preparando para el gran viaje. Compramos varios libros, y nos aprendimos el vocabulario básico. Yo sé más que Milton, ya que voy hace más meses que él, pero la verdad es que mi novio aprende rápido.

Ya alquilamos un depto. en París, cerca del instituto donde me becaron. Vamos a tratar de conseguir trabajo allá y empezar de cero. Puede que no resulte y nos tengamos que volver, pero también puede que todo vaya bien. Se lo dejo al destino.

Acabo de hablar con mi jefe, le comenté todo el asunto de París, y se puso medio mal. Como ya saben, con Fabi tenemos una muy buena relación, y no le gustó que haya renunciado. Pero a la vez sé que me tiene mucho aprecio, y me dijo que estoy para más que solo la recepción de una empresa. Me deseó toda la suerte del mundo, y me dijo que cuando vuelva lo venga a visitar. Siempre será el mejor jefe del mundo.

Ya todos saben que me voy, Laru está triste y a la vez enojada. Nuestras charlas siempre son iguales:

-¿Pero vas a venir a visitarme no? –me dice.

-Obvio amiga, y vos a mí.

-¿Por cuánto tiempo te vas?

-Un año es la beca, pero si me va bien, es probable que me quede. No sé por cuanto tiempo.

-Te voy a extrañar mucho, no quiero que te vayas. Pero a la vez quiero que cumplas tus sueños. Ay todo es tan difícil –llora. La abrazo.

-Yo también te voy a extrañar mucho. Te prometo que hacemos videollamada siempre.

-Siempre.

Mis padres por otro lado están contentos, sí están tristes porque me voy, pero están contentos de que haya encontrado mi pasión. Siempre me veían intentando con diferentes cosas que no iban, y frustrada por no saber que estudiar o qué hacer, y ahora que encontré algo más que me completa, los pone muy felices. Además los deja tranquilos que voy con Milton y no sola.

Balta y Male también están felices de la oportunidad que se me presentó, y me dijeron que me iban a extrañar mucho. Y yo a ellos. Pero a quien más voy a extrañar es a mi gordito, a mi sobrinito. Quería estar más presente en su infancia, y espero poder conseguir un buen trabajo allá para poder venir a visitarlo siempre. No quiero ser la tía de la que no se acuerde. Quiero estar presente y voy a hacer todo lo posible para estarlo. Si no, no me lo perdonaría nunca.

Hoy tengo que ir a lo de mis padres a cenar y me dijeron que vaya linda. ¿Habrá sido una indirecta? ¿No me visto muy bien? Malos. Estoy cansadísima, va, últimamente me estoy sintiendo muy cansada y con dolores de cabeza y estómago. Creo que fue algo que comí. No lo sé. Lo único que sé, es que hoy tengo que seguir empacando todo para el viaje y ya de solo pensarlo me dan ganas de dormir. Milton estaba dando unas clases pero luego dijo que me venía a ayudar y después íbamos juntos a lo de mis padres.

Luego de un par de horas llega Milton, y me ayuda a seguir empacando, hay muchas cosas, siento que no voy a terminar nunca. Milton me está hablando pero yo no escucho nada.

-Ey Ámbar, ¿me escuchas? –me dice y me despabilo. Me estoy durmiendo. Estoy muy cansada, y eso que hoy no trabaje.

-Sí, sí.

-¿De qué hablaba? –me dice. Me quedo pensando y me arriesgo.

-¿Árboles? –se ríe.

-Estabas durmiendo sentada. ¿Por qué no te vas a acostar?

-No, estoy bien. Tengo que seguir con esto.

-Podes seguir después amor, hay una semana todavía. Anda a dormir. Yo sigo.

MILTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora