Ya es domingo, estoy yendo a lo de Laru. Decidí ir caminando, ya que vive cerca. El día está soleado pero hace frio. Me puse un jean, un pullover, zapas, y campera. El pelo me lo até en una colita y me puse mis lentes de sol porque no me puse ni una gota de maquillaje. Estoy escuchando música mientras camino y pensando en lo que me dijo Balta anoche. Ahora voy a estar todo el tiempo pensando en eso. Hoy a la mañana lo vi y me dijo que por favor no le diga nada a nadie, por lo menos por un tiempo, hasta que esté preparado. Obviamente le dije que no tenía que preocuparse, que no iba a decir nada.
Cómo me encanta caminar y escuchar música. Aunque me encantaría que fuera en las calles de Europa, claro.
Llego a lo de Laru y le mando un mensaje diciendo que estoy afuera. En eso me abre.
-Holuuss –digo y nos abrazamos.
-Holaaa –se nota que esta media resfriada.
-¿Cómo te sentís? –le digo mientras que entro a su casa.
-Maso, mejor que ayer igual. Me acabo de tomar una pastilla, así que espero que haga efecto.
-Sí, esperá un rato. ¿Tus papás?
-Se fueron a hacer unas compras, en un rato deberían llegar. Mira lo que te hice –y en eso me muestra unos brownies de chocolate. AMO.
-Aaaaaaa que genia –agarro uno y como. Delicioso.
-Bueno dale, busquemos depto. donde vivir babyyy- me dice emocionada.
Nos sentamos en los sillones del living con nuestras computadoras y empezamos a buscar. Queremos que sea cerca de donde hacemos todas nuestras actividades, como el trabajo, el gym y las clases de baile. Ah creo que no les conté, pero Laru es bailarina, su sueño es convertirse en una bailarina profesional. Para mí ya lo es, pero ella dice que le falta bastante. Pero bueno, cuestión que tenemos también que estar relativamente cerca de sus clases. Yo tengo que volver a hacer gimnasia todos los días, la semana pasada fui una vez nomás. Un desastre. Pero prometo a partir de esta semana ponerme las pilas.
Ya estuvimos como una hora buscando deptos. Seleccionamos los que más nos gustaron y hablamos para ver si podemos arrancar esta semana para verlos. De verdad que estoy emocionada, quiero irme a vivir sola desde los 18, así que a mis 20 años se esté por dar, es un sueño. Esto me hace pensar en Balta, va a ser papá y ni siquiera convivió con Male. Igual ellos ya han hablado del tema de irse a vivir juntos, pero nunca profundizaron. Me parece que ahora van a tener que hacerlo, así se preparan para lo que va a venir.
Luego de un rato llegaron los padres de Laru, la madre es el calco de ella, alta, rubia y ojos claros. El padre es morocho pero también ojos color verdes. Me llevo muy bien con ellos, son como mi segunda familia. Me saludan ambos y en eso Samantha, la madre de Laru, pregunta:
-¿Y? ¿Cómo va esa búsqueda de departamentos? –dice emocionada. Es simpática y bastante extrovertida. Como su hija.
-Muy bien –responde Laru- ya contactamos con algunos de las inmobiliarias y esta semana vamos a ir a ver algunos.
-¡Ay qué bueno! Me alegro mucho chicas. Bueno voy a empezar a preparar la cena, ¿Ámbar vos te quedas a cenar?
-Me encantaría pero en un rato ya vuelvo a casa, antes de que oscurezca.
-Bueno no hay problema, pero otro día te quedas.
-Obvio.
No decimos nada más y en eso nos vamos a la habitación de Laru a escuchar un poco de música y a charlar un poco de algo que no sea mudanza:

ESTÁS LEYENDO
MILTON
RomanceÁmbar es una chica de 20 años. Desilusionada de los hombres y el amor, hasta que lo conoce a él, hasta que ve esos ojos. ¿Será esta una historia tan cliché como suena? Te invito a que la leas 💕