Esa noche era especial, podía sentirlo. Y no lo decía solo porque ya había estado con tres chicas esa noche, no, para nada, lo decía porque dentro de poco se publicarían los resultados de los exámenes finales para todo aquel que había postulado para la beca en Estados Unidos.
Y estaba más que seguro que él sería uno de los pocos seleccionados, o hasta el único.
— ¡Amigo, eres una bestia!
— Ni yo podría con tres chicas a la vez.
Sonrió inocente, haciendo gala de sus hoyuelos mientras fingía aún acomodar su ropa. Según él, no estaba de más celebrar por adelantado.
— Cosa de coreanos. —sus amigos no le creyeron, bromeando sobre cosas obscenas a las que con gusto participó, buscando a su última presa antes de irse de una buena vez de esa fiesta.
Ya pasaban de las tres de la madrugada, quería dormir aunque sea un poco.
Las noches en París eran increíbles, pero después de tantos meses seguía sin acostumbrarse al horario o las diferencias con su colchón.
Sus amigos pidieron más cervezas, sin razón específica. ¿Por qué la habría? Todos eran mayores de edad, podían beber hasta quedar inconscientes si así lo querían.
Además... es un buen pretexto para acercarse a las chicas. Eso pensó Namjoon cuando a su lado pasó la chica más sexy que había visto esa noche, algo irónico considerando que él conocía íntimamente a cada mujer que había pisado ese antro esa noche.
Esta desconocida era, por mucho, más interesante que el resto.
Nunca había conocido a una chica que fuera de fiesta vistiendo un overol blanco, apenas en su lugar con un solo tirante en su puesto, revelando el apretado top rosa pastel que cubría sus pechos y lo que parecía ser un tatuaje en su espalda baja.
Se despidió de sus compañeros, dejando en claro que iría a buscar a su nueva compañera de noche, recibiendo todo el apoyo del bando masculino.
No fue difícil seguirla, parecía evitar la pista de baile a toda costa. Se acercó desde su espalda, relamiendo sus labios al darse cuenta de las converse rosas desgastadas que usaba y de la pañoleta roja que colgaba desde su cintura, sujeto de uno de los botones del lindo y pequeño overol.
Tocó su hombro, recibiendo al instante su atención y perdiéndose en esos lindos ojos violetas, obviamente por lentillas. Era más linda de cercas, con diminutas pecas adornando sus mejillas y nariz, además del corto cabello chocolate que apenas llegaba a sus hombros y dejaba al descubierto su cuello, adornado por una cintilla plateada.
— ¿Buscas a alguien, bonita? —aparentó curiosidad, ladeando su rostro y bebiendo escasamente a su cerveza, aparentando estar lo más sobrio posible.
Ella sonrió, llevando una de sus manos a las mejillas masculinas, delineando con su pulgar uno de sus hoyuelos marcados. Eso era nuevo, ninguna chica había hecho eso apenas le conociera. — Sí...
Respondió bajo, apenas siendo audible por sobre esa estridente música electrónica. Y había sido suficiente para crear un problema en los pantalones del teñido pelirrosa. Dio otro sorbo a la bebida, terminando con todo el líquido que aún le quedaba para matar los nervios... y que ella evitara mirar a su parte baja.
— ¿Puedo saber a quién? —su tono amable se evaporó como su sobriedad, sintiéndose más borracho por el delicioso olor a lavanda que desprendía la chica que por el alcohol antes ingerido. Cualquiera se daría cuenta de sus lujuriosas intenciones, después de todo sus manos no se habían quedado quietas y habían ido a parar a la linda cinturita de la chica, quien nunca había dejado de sonreír o apartar su mirada fija de sus ojos.
— Lo tengo en frente...
Definitivamente, la mejor noche. Pensó, antes de besarla y poner su mundo de cabeza.
Pobre idiota.
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Pink Lips (KNJ) #4
FanfictionNamjoon era el típico chico sexy e inteligente, el pervertido que no tenía pudor al decirte lo caliente que lo ponías solo para conseguir un acostón que le bajara las hormonas alborotadas, al menos por ese día. Pero vaya que nunca imaginó que por...