T r e c e

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— ...Ya está despertando.

Ésta vez, cuando Namjoon abrió sus ojos, casi grita de la sorpresa al encontrarse a dos chicos mirándolo con total curiosidad.

Lo primero que llegó a su mente era que tenía que correr. Lo segundo, al oler lo que parecía ser un estofado de conejo, lo hizo quedarse quieto y degustando del calor que rodeaba su cuerpo. Lo tercero y último fue que notó las prendas que cubrían su desnudes, una simple chaqueta y pantalones holgados... que no eran suyos.

— ¿Estas bien, omega?

No respondió, seguía aturdido por lo que sus ojos veían y lo que vivió momentos antes de desmayarse. Era tan nuevo en ese mundo, que no sabía cuál de los dos era el vampiro, o si ambos lo eran para su mala suerte.

Su instinto le decía que el chico pelinegro y de labios gruesos era inofensivo, hasta cierto punto. Pero el otro de cabello negro con ondulaciones le daba mala espina, sobretodo porque captaba el leve aroma a frutas de él, y según su omega eso era peligroso.

— Sí... lo estoy.

"No parecen tener malas intenciones, pero no te fíes de ellos"

— Me alegro. —dándole espacio al pelirrosa para que observe el entorno, vuelve a tomar su lugar a un lado de la fogata donde se cocinaba aquel estofado. — Perdón por asustarte de esa manera, creímos que eras un lobo cualquiera intentando cazarnos. —en un cuenco de madera sirvió un poco de estofado y lo llevó hasta él, esperando con una sonrisa a que lo tomara por iniciativa propia. — La cueva apestaba a ti, pero nunca pensamos que eras un omega extraviado.

— Gracias... —terminó por aceptar de la comida que le ofrecían y, después de tomar un bocado, le tocó a él preguntar. — ¿Cómo están tan seguros de que estoy perdido? Todo esto puede ser una trampa...

— Tu alpha hubiera aparecido apenas gritaras. —respondió con simpleza el chico más alejado, mirándolo con falso aburrimiento. — Eres un omega marcado, y por lo que huelo... eres un convertido.

— Jungkook. —nombró el cocinero casi con reproche, deteniendo al chico antes de que siquiera se moviera de su lugar.

— ...Era broma hyung.

Eso fue lo que dijo, pero por sus ojos brillantes Namjoon sabía que por su cabeza pasaba la idea de atacarlo, o comerlo, o matarlo. Y no era para nada divertido.

— Disculpa a mi hermano, aún tiene problemas... para controlarse. —el mencionado bufó con enfado, cruzando sus brazos en lo que pareció un berrinche pero sin dejar de verlo comer. Como si verlo fijamente lo detuviera de cumplir sus impulsos. — Me llamo Jimin.

— Namjoon.

— ¿Namjoon? Vaya, eres de corea. ¿Qué haces en Francia?

— ...Supongo que sobrevivir. ¿Y ustedes?

— Bueno... nuestra historia es muy larga, no tanto como la tuya. —sonriendo con pena, miró de reojo a su hermano vampiro, transmitiendo el mensaje. — Estamos buscando a alguien.

— Sí, tal vez tú lo conozcas. —el tono tosco de Jungkook casi lo hace botar la comida, pues en un parpadeo el chico había aparecido detrás de él, oliendo con gusto su cuello y casi rozando con su nariz su marca.

— ¡Jungkook!

— No puedo evitarlo... huele muy bien...

Por un momento pensó que el chico se atrevería a morderlo y descuartizarlo sin piedad, pero nada de eso pasó. En cambio se sentó a su lado y bajó su mirada con pena, casi vergüenza.

"Pobre del chico"

"Es como nosotros"

"A él también lo transformaron"

— Lo siento... soy débil ante los olores dulces. —el pelirrosa con pena movió su mano para restarle importancia a ese asunto, después de todo no planeaba hacerle daño realmente. — Usted... huele muy bien. Aunque el olor de su alpha lo proteja, puedo diferenciar su propio aroma... y... siempre ha sido mi favorito...

— ¿A qué huelo? No me creerás, pero soy tan nuevo como tú en todo esto que hasta hace unas horas descubrí que era un omega. ¿Te imaginas?

Riendo como pocas veces lo hacía, y haciendo sonreír a su hermano por verlo tan calmado como hace días no estaba, respondió en un suave susurro antes de que pasos acelerados cortaran su interacción. — Hueles... a leche con miel.

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Pink Lips (KNJ) #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora