Starstruck [Harry Styles]

Chapter 21

¿Llorar por un hombre? Antes decía que era estúpido, pero a quien engaño, ahora que yo era la que lloraba entendía porque se suele soltar lágrimas por ellos.

Vulnerabilidad.

Esa pequeña y simple palabra significaba, por lo menos para mí, por qué lloraba.

Me sentía pasada a llevar, sentía, literalmente, que no significaba nada. Jugar con un corazón es el peor juego jamás inventado.

Ilusionas a alguien, haces que crea tu mentira, lo enamoras y ¡PAM! Al suelo ¿Me entiendes ahora? Te sientes impotente.

Los días siguientes trate de parecer normal, iba a las clases que Niall pagó para mí en el Royal, pero sentía que estaba muy por debajo de todas esas personas en la habitación. Él seguía insistiendo en que le diera una oportunidad, quizás ya le agarraría el ritmo.

A Camille rara vez la veía, empezamos a cada una vivir por su cuenta, ella tenía una rutina de ir al gimnasio del hotel y luego hacía turismo. Creo que había conocido a alguien con el que se veía porque solía llegar a la habitación en la noche cuando yo ya estaba acostada.

Lo que es yo, todas las mañanas iba a las clases de ballet, luego almorzaba con Niall quien me ponía al día con todo lo que pasaba con los chicos, sabía de todos menos de él.

Los primeros días no dejaba de llamarme, de ir al hotel, claramente disfrazado, me dejaba cartas en recepción, hasta que al fin entendió que me había perdido por lo que se rindió con buscarme.

En parte lo agradecía, porque cada día aparecían nuevas noticias, pero ya no era solo Caroline, eran millones de chicas, lo peor era que había videos que mostraban su actuar en las noches.

-¡Cooper!- Escuché como gritaban mi apellido desde el otro lado de la sala de ensayos.

Me giré para ver quién era el que me llamaba, un chico con cabello rubio como el sol y con ese traje de bailarín tan propia de las academias. Steve.

Había estado tratando de entablar conversación conmigo, me buscaba y me invitaba café luego de los ensayos, usualmente desistía, pero algunas veces lo acompañaba, más que nada era para no desilusionarlo. Aunque tampoco quería que se hiciera ideas.

No quería a nadie en mi vida en este momento.

Estaba bien como estaba.

Lo juro.

¿A quién engaño? Soy un desastre.

-Hola Steve- Le sonreí mientras terminaba de sacar las últimas horquillas para pelo que sujetaban mi muy profesional tomate que Danielle me había enseñado a hacer tiempo atrás.

-Hey, tenía pensado que quizás podríamos almorzar juntos, ya sabes, como tenemos que volver a las tres a clases- Dijo mientras regulaba su respiración luego de correr a través de toda la habitación.

Hice una mueca al escuchar su sugerencia.

-He quedado con unas amigas comer- Le comenté mientras tomaba mi bolso y comenzaba a caminar mientras él me seguía- Quizás mañana ¿Te parece?- Le respondí tratando de que me entendiera.

Danielle y Eleanor me habían invitado a comer a un pequeño restaurant que estaba cerca de la academia, luego iríamos de compras y finalmente tenían pensado ir a hacerse la manicure. Tarde de chicas.

Y sabía que Niall estaba detrás de todo esto.

-Oh, sí claro, no te preocupes, mañana almorzamos, Macy puede venir también- Sonrió.

Adoraba a Macy, esa chica es mi opuesto totalmente pero a quien engañaba encajábamos perfectamente la una con la otra. Tenía 20 años pero aparentaba 15 física y mentalmente, su madre había sido prima ballerina y su padre era un concertista reconocido que dirgía casi todas las obras de su esposa.

Ella quería ser bailarina pero como hobbie, tenía pensado el próximo año entrar a la universidad a estudiar artes o literatura, aún no se decidía.

-Genial- Sonreí- Nos vemos- Dije mientras me levantaba y tomaba mi bolso para salir del estudio.

Puede que sea verano en Inglaterra pero sus fríos climas se mantenían intactos, no quería saber lo que es pasar un invierno acá, pensé mientras me abrigaba un poco más al sentir la brisa.

Caminé hasta el pequeño restaurante que quedaba a dos cuadras, aunque me demoré más de lo que esperaba ya que mis pies aún dolían bastante por las puntas.

Por fuera se veía muy pequeño, mozos con bandejas de ensalada que se repartían entre todas las mesas. Busqué con la mirada a mis amigas pero en cambio fui recibida con un chico de 180 centímetros por lo bajo con muchos rizos y unos ojos verdes que en vez de ser profundos como los recordaba estaban apagados.

-Hola Ally- Dijo con una pequeña sonrisa que refleja dolor, nerviosismo y expectación.

-¿Qué haces aquí?- Pregunté mientras sentía el dolor en el pecho nuevamente.

No podía estar acá con él.

Me hacía mal.

Dejaré esto acá y me iré antes que me maten.

Disculpen en verdad por no subir, pero tenía el cerebro apagado.

Votos y comentarios hacen que me den mas ganas de subir :)

xoxo S