7

1.1K 113 5
                                    

   Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando ya no lo podía parar...sabía que después me llegarían mil dudas y miedos,pero el cuerpo me pedía seguir.
   Nos faltaba el aliento y nuestros pechos se rozaban al subir y bajar cuando respirábamos,lo que hacía que mis pezones estuvieran muy erectos,Dante se dio cuenta y empezó a desabrocharme la camisa...¡joder,joder,joder!¡iba a ver mis michelines!.Pero esta vez la vergüenza no me paró, no sé de donde saque el valor,pero yo también le empecé a desnudar.
   Tal y como yo pensaba tenia un cuerpo perfecto, me sacaba mas de dos cabezas de alto,sus espaldas eran anchas y todo el era fuerte y tenía pelo en el pecho,cosa que me volvía aún más loca.
   Lleve mi mano derecha hasta su pelo,que era castaño oscuro con destellos mas claros y le agarré fuerte profundizando así mas el beso.
   Paramos por unos segundos,y mientras él me comía con la mirada yo me sentía más acomplejada que nunca y me empecé a tapar con mis brazos, me agarró de la mano y me llevo escalera arriba,a la zona "prohibida".Entramos directos a lo que podía ser su habitación,una gran cama presidia la habitación y la pared izquierda era todo un ventanal,no me dio tiempo a ver más, Dante estaba empezando a bajarme las tiras del sujetador con muchísima delicadeza, al bajar la vista fui conciente de la gran erección que se adivinaba a través de sus calzoncillos blancos y eso hizo que me pusiera aún más cachonda.Obviamente no era virgen,pero mis complejos nunca me habían dejado disfrutar del sexo todo lo que me hubiera gustado.
   Cuando me quitó el sujetador su boca y sus pulgares fueron directos a mis pezones y juraría que si no hubiera parado me habría corrido sólo con eso. Me tumbé en la cama y el se quedó liberando su erección, yo mientras no podía dejar de mirar su perfecta polla,Dante se dio cuenta de sonde estaba mirando y una sonrisa muy sexy apareció en su cara.
-Me tienes fascinado...-dijo con la voz ronca de deseo y yo mojé aun más mis bragas.
   Sin más el se puso encima mía y empezó a acariciarme por encima de la tela de mis bragas y yo solo podía gemir y retorcerme por la anticipación.
-¿A que espera señor Salvatore?-solté por mi.boca son pensarlo y pude ver como se le oscurecía la mirada.
-¡A la mierda Ginebra!Me tienes loco...
   Y no se como pero ya no tenia mis bragas puestas y Dante se estaba poniendo un preservativo,se acercó lentamente y se hundió en mí de una estocada.
  Ya nos habíamos corrido tres veces cuando el sueño nos empezó a ganar,y desnudos como estábamos y abrazados nos quedamos dormidos.



   Cuando abrí el ojo lo primero que vi fue un discreto reloj digital en la mesilla se noche que marcaba las 2 y media de la tarde.Dante me tenía retenida contra su pecho cuando empezó a despertar y yo no sabia como actuar.
-Hola preciosa.-dijo mientras me daba un beso en la boca.-¿Comemos algo?
-La vedad es que si,estoy hambrienta ,pero sobretodo sedienta. -dije mientras veía como se levantaba y se ponía unos pantalones de algodón grises qué había cogido del vestidor.
-Vamos,señoritas Stark, hoy cocino yo-dijo mientras me tiraba una camiseta blanca.
   Y salió por la puerta de la habitación con una gran sonrisa.Yo me puse a prisa y corriendo mi ropa interior y la camiseta que me había dejado y me dirigí a la cocina,cuando llegue Dante ya estaba batiendo unos huevos.Notó mi presencia y se me quedó mirando de arriba abajo y yo caí en que unas de las partes que más odiaba de mi cuerpo estaba al descubierto,mis piernas,y me escondí detrás de la isla de la cocina.
-Oye...¿que crees que estas haciendo?¿acaso te estás escondiendo de mi?-preguntó Dante.
-Bueno...es bastante obvio que soy gorda y bueno...si,escondo mi cuerpo de ti...-dije mientras me ponía cada vez mas roja y nerviosa.
-Ginebra eso son tonterías, nunca vuelvas a avergonzarte delante mío,mírame- me pidió mientras que levantaba mi barbilla con su dedo índice- Eres jodidamente preciosa...
   Y tras decir aquello me besó.


Sí, señorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora