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Las teclas del piano inundaban la habitación, la música llenaba la sala, llena de pasión, llena de amor. Thor así lo recordaba, recordaba esos dedos finos pasando por las teclas, cuando aún tenía vida. La sala ahora estaba vacía, con la poca luz de Luna que entraba, iluminaba aquel piano blanco, lleno de polvo, ya nunca jamás tocado.
Thor sintió su pecho como si alguien lo aplastara y su respiración se desvaneciera, volvió a cerrar los ojos imaginando la melodía tan alegre pero ahora melancólica.
Una mujer de vestidos azules llena de entusiasmo, sonriéndole, toda la vida frente al piano.

-El castillo ya no es lo mismo.-Susurro el rey frente al piano, sin atreverse a tocarlo.-Ya no tiene tu encanto, tu brillo.
La puerta de la sala se abre, una pequeña luz entra alguien la sostiene.

-¿Otra vez aquí?.-La voz rompe con el tenso silencio.-Deberías de dormir Thor, tenemos asuntos que atender mañana.

-No es de tu incumbencia Stark.

-Por supuesto que si, te torturas a ti mismo.

-Cállate.

-Debes de superarlo, el reino tiene que levantarse pero ¿Cómo lo hará sin un rey?

-Cállate.-Thor aprieta los dientes, tratando de controlar cualquier impulso.

-Sabes muy bien que Jane no quería esto.-La palabras son firmes y como cuchillas

Una vela junto con el candelero caen, hacen un sonido metálico que crea eco en toda la habitación, la respiración de Thor es agitada, su cuello siente espinas, queman, como alcohol a una herida.

-No vuelvas a pronunciar su nombre.

El objeto [Thorki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora