El objeto [Thorki]

Final

Loki se decidió, corto su cabello que tantos años le había costado a uno común de ver en cualquier chico, uso uno de los viejos atuendos que tenía en su armario, igual al que traían puesto los sirvientes del castillo. Thor seguía con vida, Loki lo sabía, lo sentía. Fandral seguramente quería divertirse aún más que con un simple combate.

El joven camino por las calles oscuras, escuchando algunos perros ladrar a lo lejos o incluso ratas escondiéndose entre la suciedad pero no le importo. Llegó a la entrada del castillo donde encontró a dos guardias que en seguida detuvieron su paso. Por suerte eran nuevos y no lo reconocerían pero eso también era una desventaja, no dejarían pasar a un extraño.

-¿Quién eres tú?.-Le dijo el primer guardia.

-¿En serio me estás preguntando eso?.-Contesto fingiendo indignación.-Pensé que los guardias ya sabían de mi por... Ya sabes.-Se mordió el labio inferior y pasó una de sus manos por el cuello del hombre.- Ciertos servicios que un chico de mi edad te puede ofrecer, se siente como el mismísimo paraíso.

-Creó que puedo darme un descanso ¿Cierto?.

-Por supuesto, ustedes siempre están tan estresados.-Loki empezó a caminar hacia una parte escondida del castillo.-No me molesta tener a dos al mismo tiempo.

Y como perros persiguiendo a un hueso, cayeron en la tentación, regularmente los guardias eran hombres con vidas tan aburridas y mujeres tan horrendas que sólo seguían con ellos por sus "buenos" empleos antes que por amor. No era de extrañar que se dejaran seducir por un pibe de aspecto coqueto.

El chico se detuvo y giró su cuerpo hacia los dos hombres, no había nadie que pudiera verlos y sin dudarlo enterró la primera daga en el pecho de uno, el otro en reflejo de querer sacar la espada de su funda fue suficiente distracción para que Loki pudiera pasar otra daga por su garganta, haciendo que la sangre corriera como una cascada, el primero sólo había recibido una en el pecho, evidentemente no estaba muerto. Loki ahora uso la espada del ya difunto para rápido pasarla entre la lengua del guardián, atravesando toda su garganta.
Arrastró los cuerpos hacia el basurero y los escondió entre las cosas que se encontraban ahí.
Corrió hasta la parte trasera del castillo, entró por la cocina. Aún tenía la llave que por suerte era la misma cerradura, no había absolutamente nadie, ni luz, ni ruido. Siguió su paso por los pasillos y escaleras, hasta llegar a su antigua habitación donde perfectamente a unos metros se podía apreciar la comoda donde dormía su soberano.

Busco entre la madera del suelo, un arco que había dejado escondido, el era hábil y era consiente de eso. Estiró la cuerda, un movimiento y la flecha atravesaría con suerte el pecho de ese maldito. No, así no.
Escondió el arco, salió por la ventana, andando por el techo, cualquier paso en falso podría ser su fin pero siendo sinceros hubo muchas noches pasadas en las que de esa manera se colaba a la habitación del rey. Entro con sigilo, caminando de forma lenta hasta la cama.

-Estás aquí.-Escucho a Fandral, quien prendió una vela para dejar en evidencia al chico.- Sabría que vendrías.

-¿En serio?.-Loki con gran naturalidad tomó asiento en los pies de la cama, rozando su mano por las piernas del rey.- Quería ser una sorpresa.

-¿Estás aquí por mi o por el "perro" que tengo enjaulado?.-Acarició la caballera corta del chico.

Loki sostuvo la mano de Fandral para después recargar su propia mejilla en ella.

-Por ti.-Sonrió.-Siempre estoy por ti, a pesar de mis engaños, siempre seré tuyo.

-Siempre serás mío.-Repitió Fandral encantado.

Loki subió rápido al pecho del hombre, besando sus labios. Fandral parecía agitado, desesperado por volver a sentirlo. Una de las manos del chico pasó por la nuca del otro, se quedó ahí por un rato, hasta que... Un afilado objeto pasó por el cráneo del rey.
El joven lo sacó y enterró de nuevo, esta vez en el pecho.
Una pequeña daga que llevaba bajo la manga fue gran herramienta y amiga.

-Nunca seré de nadie, idiota.-Le susurró al cadaver.

Se alejó de la cama, la misma donde echó la vela que se encontraba a un costado, provocando las llamas al rededor e incinerando a su soberanía.
De forma rápida y antes de que alguien notara su presencia, corrió hasta la biblioteca quemando todos los libros a su alcance, era algo que le rompía el corazón pero aquel hermoso lugar era lo más grande del castillo y con eso el fuego haría el trabajo que su naturaleza le permite.

-Salió rápido por los pasillos gritando.-¡Dios mío, fuego, fuego, fuego!.

Esto alertó a muchos sirvientes y mucamas que rápido salieron de sus habitaciones, eran tantos que se perdió entre ellos. Guardias corrieron y empezaron a sacar a toda la gente posible, el castillo se estaba desmoronando.

Todos ocupados en eso, la perfecta oportunidad.

Bajo hasta donde estaban los calabozos, las llaves estaban ahí, todos estaban escapando menos los prisioneros. Loki busco la llave correcta, la celda correcta. Grito el nombre de Thor por todos lados, nadie parecía escucharlo pero encontró a su amado, tirado en el suelo frío, con la cara llena de golpes pero con suerte aún respirando.

-Thor, tenemos que irnos.-Le dijo pero el mayor apenas mostraba señales de vida.-¡Thor! Escúchame, las llamas pronto acabarán con todo, incluyéndonos. ¡Thor!, cariño por favor escúchame.

Comenzó a llorar desesperado pero no podría rendirse después de tanto, trato de recargar al rubio entre sus hombros, por fortuna este empezó a caminar. Ya llegando a las llamas tenían que pasar por la parte trasera, donde estaba el establo, continuaron caminando, Loki sentía el terror al pasar por tanto humo, al escuchar como la estructura se derrumbaba. Salieron tosiendo y con los ojos llorosos, Thor dejo caer su cuerpo entre la paja y pasto del rebaño.

-Tenemos que irnos ahora, si algún guardia pasa por aquí será nuestro fin, sabrán que saque a un prisionero, así que tenemos que tomar uno de los caballos y...¿Thor?.-Loki se tiro junto al mayor.-¿Qué pasa te duele algo? ¿Por qué no haces caso a lo que te digo?

El rubio lo miro confundido, trago saliva y al fin se atrevió a decir algo.

-Loki, sabía que algún castigo merecía para volver a verte.-Respondió en un tono nada controlado.-Lo siento, quizás fue por algún golpe.

-¿Por qué hablas así?, un golpe ¿Dónde?

-Ellos me hirieron demasiado, incluso me tiraron por las escaleras y después todo era silencio.-El rubio continuaba delirando.

-¿Thor?.

-No puedo oírte, no puedo oír nada.

Loki enseguida perdió toda expresión y pensamiento como si toda su fé se fuera por el caño.

-Hey, cálmate.-Lo abrazo Thor al notar su rostro.- Por lo que entiendo y veo de la situación tenemos que irnos ¿Cierto?

Loki afirmó con la cabeza.

...

Se detuvieron cerca de unas montañas que marcaban mitad del camino, reposaron en el suelo, Thor acariciaba tiernamente la mejilla del menor quien le sonreía, se besaron y cubrieron con una frazada. Loki se acerco y subió sobre el regazo de Thor.

-Sé que no puedes oír.-Le depositó un beso.- Es una lástima después de todo lo que he hecho. No quería dejarte a manos de ese maldito.-El rubio lo miró confundió, Loki sonrío ligeramente entregándole otro beso.- Lo siento Thor, lamento todo lo que te sucedió, las tragedias...

-No puedo oírte.-Le recordó el mayor.

-Cierto, cierto.-Le hizo señales dando a entender "no digas nada".-Como decía, lamento las tragedias.-Sacó un pequeño trapo que cubría algo.-Lo de Jane, tu bebé... No quiero parecer despiadado pero seamos sinceros, hubiera sido un maldito asesino y conservador como su padre.-Abrazó a Thor.- Un maldito privilegiado.

Thor sintió un dolor punzante en su estómago una pequeña daga, seguido de eso un calor recorriendo su cuerpo en la misma zona, la sangre fluía. Trato de levantarse pero su pecho recibió múltiples lesiones.

Loki sonrío y sus ojos como las esmeraldas brillaban bajo la luz de la luna.
Cuando por fin Thor fue perdiendo consciencia sin apartar la mierda del menor.
Loki sonrío satisfecho, formando una fogata para prender el cuerpo. Y mientras estaba atento de las flamas ardientes susurró para si mismo.

-Que viva el Rey Odinson.