El objeto [Thorki]

33

Caminaban o más bien corrían por los pasillos, Thor era el que dirigía, pareciera que tratara de huir de algo. Ambos estaban tomados de la mano, dedos entrelazados.
-¿A dónde vamos?.-Pregunto loki agitado.
-Escuché un ruido, será mejor que nos escondamos.-Thor seguía a toda prisa
Loki ya conocía aquel lugar, miró el cuadro de la mujer seguramente la tan menciona "Jane" pero antes de seguir poniendo atención cubrieron sus ojos. Reclamo pero se le ordenó callarse y seguir caminando. Cuando al fin se detuvieron el piso ya no era duro, era suave y aún más húmedo. Thor apartó las manos que era lo que cubría la vista del chico.
Los ojos de Loki brillaban, su color esmeralda tenía ligeros brillos dorados.
-Luciérnagas.-Sonrió.-Son hermosas
-En esta temporada son una molestia pero pensé que a ti te gustarían.-Se excusó el mayor
Loki camino entre el pasto, adentrándose donde estaban los pequeños insectos, se movía entre ellos con el cuidado de no dañarlos, algunos se posaban en su rostro o manos pero no le importaba. Para unos resultaría repugnante pero para Loki eran seres vivos al igual que él.
-Lamentó lo que sucedió en la cena, no quería lastimarte.-Thor se acercó y rodeado de tantas luces parecía que él tenía su brillo propio. Loki en respuesta sólo sonrió y se encogió de hombros.-Antes de eso te vi bailar.
-Yo lamento que hayas tenido que ver eso, seguramente fue terrible .-Las mejillas de Loki se notaban con cierto rubor.-Eso siempre decía mi hermana.
-Yo no creo eso o no hasta que lo compruebe.
Sujeto a Loki en seguida en posición de baile, sintió la cintura tan pequeña y la palma tan tersa del chico, se empezaron a mover con lentitud. Loki al principio se puso rígido sin embargo se quiso dar el lujo de bailar aún que sea una pieza. No hacía falta la música o un salón elegante. Todo parecía perfecto, el tiempo no existía, el mundo no sabía nada a excepción de las pequeñas luciérnagas que morirían con suerte en dos meses.
Juntaron sus cuerpos aún más, bailaron y rieron cuando una luciérnaga se posó en la nariz de Loki interrumpiendo lo que hubiera sido un beso entre ambos. Así estuvieron por un rato hasta que las luciérnagas se fueron una por una, hasta que los rayos del sol dieron a luz un nuevo día. Y un nuevo día puede cambiarlo todo ya sea bueno o malo.