Chapter One

718 57 10
                                    

Mis manos no se quedan quietas. Estar en este auto encerrado me da una sensación terrible de claustrofobia, y las náuseas de siempre vuelven a asomarse en mi pecho.

-Mamá, no me siento bien...- digo pegando una mano a la ventana y otra en mi estomago.

-Felix, hemos parado unas siete veces y lo único qué haces es respirar un rato y luego dices que ya estás bien. Ya cálmate- dice mi hermana Rachel desde la parte de atrás del auto.

-No seas grosera, Rachel- la calla mi madre desde el asiento del copiloto-. Sabes por lo que ha pasado...

-Es que nos tiene hartas a las dos. O sea entendemos la situación pero...- comienza a decir mi otra hermana, Olivia.

-Ustedes no entienden nada.- digo con tono grave-. Nunca van a entenderlo.

Ambas se quedaron calladas. Saben muy en el fondo que estoy pasando por mucho en este momento.

Por fin mi padre para el auto y puedo salir para respirar. Esta vez, por fin, si logro vomitar.

-Ew- dicen mis hermanas riendo desde el auto. Aunque a mi no me causa gracia.

-¿Te sientes mejor, cariño?- dice mi mamá cuando estiro las rodillas y comienzo a caminar de nuevo hacia el auto.

-Lo mejor que puedo estar.- me subo al auto de nuevo y me acomodo el cabello con las manos.

Desde mi recaída los mareos no cesan, y las náuseas mucho menos.

Cada vez que hago algo que me hace feliz... Pienso en que todo fue mi culpa por haber sido tan estúpido como para fumar esa primera vez. Y las náuseas vuelven.

Hasta tuve que dejar de bailar, no bailo desde hace meses.

Lo peor es que, desde que nos mudamos a Corea, para "dejar todo atrás", damos paseos en auto y caminatas todos los fines de semana, para que "se me suba el ánimo". Lo cual hace que los síntomas solo empeoren.

La mayoría de las veces damos las mismas vueltas, vamos a los mismos lugares, y comemos en los mismos sitios.

Mi madre debería saber que me sentiría mejor si tan solo me dejaran en paz, si me dejaran solo.

Paramos al frente de la gran casa que mis padres compraron. Es exageradamente grande para 5 personas, pero mis padres son algo egocéntricos y les gusta alardear sobre sus pertenencias.

Me bajo del auto, aún con un fuerte nudo en la garganta y el estómago. La cabeza me duele, al igual que la garganta.

Abro la puerta de entrada y me encamino a subir las escaleras, pero como siempre, los reclamos de mamá me frenan.

-Hijo, ¿no quieres comer algo?- pregunta desde el piso de abajo.

-¿Lo puedes traer a mi cuarto? Es que...- me masajeo las cienes suavemente por el dolor de cabeza.

-No, no, no. Sabes las reglas de esta familia, Felix. Todos comemos en la mesa.

Caigo en cuenta de lo que pensaba hacer mi madre cuando decía eso.

-Mamá, pasar tiempo con ustedes no me hará sentir mejor- bajo de nuevo la escalera-. Solo quiero estar en paz en mi cuarto, durmiendo. ¿Es eso tan difícil de entender?

Suspira.

-Bueno, pues... comes en la mesa o no comes.

Parecía no entender.

-Mamá, me siento mal- subo el tono de voz-. ¿No notas como me pongo en los malditos "paseos de fines de semana" que organizas? Vomito cada 5 segundos, me duele la cabeza todo el tiempo, y me mareo cada vez que hago algo. Pero parece que estás ciega, porque no lo notas. Tan solo quiero ir a mi cuarto y estar solo.

Me mira de nuevo.

-Felix, te entiendo- me estira el plato de comida-. Yo tenía esos problemas a tu edad. Son problemas comunes en adolescentes.

Ella sabe que no son sólo problemas de adolescentes.

-No, no entiendes nada, mamá- tomo el plato y camino hacia las escaleras de nuevo-. Deja de actuar como si nada hubiese pasado y acepta la realidad.

Cierro de un portazo mi cuarto. De pronto, mi cama, mi escritorio, y hasta mis posters me causan paz.

Me recuesto en la cama. Se que no voy a comer nada, porque lo vomitaré de todas formas.

Lloré, y mucho. Me frutraba todo. Me frutraba ser tan estúpido como para dejarme llevar por mis impulsos.

Pienso en como pude haber hecho algo, como pude haberme parado... Pero ya es muy tarde.

🕷

«Little Things» |FELIX|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora